Típicas de wattpad [1]

457 40 19
                                    


Me llamo Nico di Angelo, me acabo de mudar a Nueva York y hoy es mi primer día de escuela. Mis padres decidieron que era lo mejor para la familia, lo cual claramente no es cierto. Toda mi vida intenté hacer amigos en la otra escuela, y cuando por fin había conseguido, no uno, si no DOS, ellos decidieron acabar con mis años de sacrificio.

La alarma de mi celular se había encargado de arruinarme el sueño, y ahora estaba tratando de encontrar la ropa que había alistado ayer. Algo casual: una camisa de diseñador, unos pantalones y zapatillas de Loui Vuitton.
-¡JASON!- grité de inmediato. Mi molesto hermano tenía la maldita costumbre de arreglar todo lo que se le cruzara en camino. Era el típico capitán del equipo de fútbol, rubio, con buen físico y bastante sociable.
Luego estaba yo. Con mucha suerte, podría llegar a intercambiar palabras con la señora de la limpieza.
-¡En el ropero!-gritó desde la habitación de al lado -¡Percy nos llevará hoy, así que apúrate!

Oh. Maldita sea. Percy Jackson era uno de los chicos más apuestos en la faz de la tierra. Escuchar su nombre era la más hermosa melodía.

Ah, claro, no me he explicado bien. Empiezo otra vez.
Soy Nico di Angelo, y me gusta el mejor amigo de mi hermano desde los 12.

Percy era impredecible. Era la versión perfecta del novio que siempre había deseado. ¿Quién en su sano juicio no se quedaría estúpido por esos ojos verdes? Tenía una pequeña obsesión con ellos. Era como si el mar estuviera en ellos.

Inmediatamente negué con la cabeza y me cambié para ir a la escuela. Hasta me tomé el tiempo de peinarme. No veía a Percy desde hace exactamente siete días, doce horas y cinco minutos.
Tomé mis cosas y salí de mi habitación. Jason me esperaba afuera con una sonrisa ladina y listo para despeinarme.

-¿Estás emocionado por el primer día?-preguntó, haciendo justamente lo que me temía. -No estés nervioso, la vamos a pasar bien.

-agh, no me despeines, Grace.-alcé la mirada en cuanto me tomé el tiempo de prestarle atención a su pregunta. -¿vamos?- solté con sarcasmo, apartándole la mano -Ya sabemos cómo termina ese "vamos". No me agrada la gente con la que usualmente te juntas. Hablan mucho.

Jason pasó un brazo por mis hombros y me obligó a bajar las escaleras, abrazado a él. No era incómodo del todo, pero estaba harto de parecer un duende a su lado. La vida era más fácil cuando tenía 7, y yo era el más alto. -Un almuerzo. Es lo único que te pido.

Me fui acercando a la salida, ignorando por completo que no iba a llegar sin él. -No.
Pensé en irme solo, pero la única vez que me digné a salir de casa, fue cuando decidí ir a comprar comida.

Jason estaba a punto de decir algo, pero la voz de nuestra madre desde la cocina, retumbó en la sala. -¡Niños, el desayuno!

-¡No mamá, ya es tarde!-grité antes de arrastrar a mi hermano hacia fuera. Se sobó el brazo.

-¿dónde está tu desperdicio de amigo? -me quejé, mirando de un lado de la calle al otro por unos segundos, esperando a que el auto de Percy se apareciera.

-Allá- Jason toqueteó mi hombro, señalando al inicio de la calle. Me crucé de brazos, y observé al auto de Percy acercándose hacia nosotros, hasta que por fin nos tuvo al frente.

-¡hola! Perdón por la demora, estaba...

Santo cielo. Cógeme de una vez.
Me hubiera gustado escuchar lo que decía, pero en lo único que podía pensar era en "¿cómo es que el cabello despeinado te queda espectacular?" esas facciones...

No tenía idea de los minutos que habían pasado, pero Percy estaba a punto de avanzar.

-Nico, sube- habló mi hermano, sentado en el asiento de copiloto.

One-Shot's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora