Entre papeles - Caché

Capitulo 19

Garzón había querido decirle en ese momento que fueran a cenar pero al escuchar tanto miedo en las palabras de Daniela, se había dado cuenta que era una idea completamente absurda y la había desechado con bastante tristeza de inmediato.

Daniela organizó todo en su escritorio antes de seguir las recomendaciones de su jefa y pasó por su apartamento a dejar las maletas rápidamente para poder emprender su camino a la clínica, la castaña se bajó del auto que la había llevado y su teléfono celular empezó a sonar , lo sacó del bolsillo de su chaqueta y vio que en la pantalla estaba escrito el nombre de Mario , consideró si debía contestar o no , por unos segundos y al final puso su dedo en el icono verde de la pantalla y se llevó el teléfono al oído.

-Hola - dijo sin un deje de emoción en la voz

-¡Hola hermosa!- le respondió el hombre al otro lado de la línea- Al fin tengo el placer de escucharte , explícame como es que te vas tanto tiempo y no me dices y no me extrañas...-

Dani siguió caminando hacia la entrada de la clínica mientras escuchaba las quejas de Mario y ponía los ojos en blanco cada vez que él decía algo que a ella le parecía ridículo ,cuando por fin entró , le dio una excusa a Mario y cortó la llamada , buscó con los ojos a la chica de la recepción que ya conocía para que le diera el ingreso y caminó hasta ella , la saludó con confianza y la chica empezó a tramitar el ingreso de la castaña, Daniela se sentía bastante inquieta.

-Estuve intentando comunicarme y fue imposible estoy bastante preocupada por mi papá - le dijo a la chica

-Si, es que hubo una inundación en la zona este de la clínica , por las lluvias de la semana pasada y muchos de los pacientes ahí fueron movidos a otras habitaciones en la clínica, hasta tuvimos que meter personas en algunos consultorios, es todo una locura en este momento porque las paredes están aún muy húmedas para retornar a los pacientes y se deben hacer reparaciones.

Dijo la recepcionista sonando bastante preocupada por la situación sin dejar de hacer el papeleo , pero su explicación solo hizo que Daniela se preocupara aún más por la situación de su papá , cuando la chica por fin terminó , le dio a la castaña las indicaciones de por donde debía seguir para llegar hasta donde estaba su papá y Dani camino por las escaleras en las que había visto bajando hacía unas semanas a Samantha y siguió el pasillo contando las puertas .

En la quinta puerta había un letrero improvisado de papel que decía "Pacientes 500-510" , Calle la empujo y entro , el lugar parecía que había sido una sala de estar y en este momento había sido rápidamente adaptado y se había convertido en la habitación de los ocupantes de las habitaciones 500 a la 510 , busco con sus ojos y rápidamente en la tercer camilla estaba su papá así que no fue necesario recorrer todo el lugar, corrió hasta él pasando entre las personas que estaban visitando a los otros ocupantes de la habitación , lo saludo con un beso rápido y German le dedico una sonrisa cansada .

Calle, llevaba un poco más de media hora conversando con su padre y contando de forma general como había estado el viaje cuando un estrépito inundó la habitación y empezaron a entrar varios enfermeros y doctores corriendo , la castaña recorrió el lugar con la mirada , buscando el origen de la atípica situación.

No dio crédito a lo que sus ojos veían , así que como suele hacer la gente , entrecerró un poco los ojos para "ver mejor" y entonces lo confirmó , la escena hizo que el corazón se le estrujara como si lo estuvieran intentando sacar de su lugar.

-¿Que está pasando hija?- preguntó el hombre alarmado al ver la expresión en el rostro de Daniela pues desde su posición él escuchaba el alboroto pero no podía ver nada, pero la castaña no lo escucho.

Todos sus sentidos estaban perdidos en la imagen que tenía ante sí , María José Garzón estaba en el fondo de la habitación , agarrando con sus dos manos la mano de una anciana que estaba acostada en una camilla , su rostro estaba empapado en lágrimas y uno de los médicos la agarraba de los hombros e intentaba alejarla de la anciana mientras otro revisaba los monitores que emitían el ensordecedor pitido que estaba inundando la habitación en ese momento.