Ambos ni se miraban. Y si llegaba a haber un toque de contacto visual, uno de los dos apresuraba su vista hacia otro lado. Ella estaba con brazos cruzados y el semblante depresivo, mientras que él apoyaba su cabeza a su mano izquierda y permitía que sus dedos se introdujeran entre sus dientes. Mordiendo ansioso.
En lo poco que Ornela logro ver a Mario, pudo notar un ceño bastante fruncido, y una mirada perdida con bastante furor. Verlo así solo hacía que ella se sintiera peor de como estaba.
La agresión sexual, el sopapo y los insultos humillantes de Rick, dejar a su hermano de corazón con este latiendo en su garganta, estar aplicando la ley del hielo de manera inintencionada como en ese preciso momento... todo esta entremezcla de acontecimientos amargos solo provocaba que el sabor hiel se consumiera en el estómago de Ornela hasta el punto de sentirse como una tortura emocional que no paraba en todo el vuelo del avión en el que se encontraban, solo provocando que ella dejara salir más lagrimas de sus ya enrojecidos ojos.
Ella miraba por la ventana para que no se le notara. Deseaba que el no la viera así, que el se tan solo continuara inerte mirando hacia adelante pensativo. Y es que ella odiaba llorar frente a las personas, y con circunstancias en las que ella se sentía responsable, con mas razón. Quería evitar discusiones innecesarias, o miradas demandantes de parte de Mario. Ella solo quería que el avión aterrizara de una vez, para correr a su departamento, encerrarse ahí y llorar hasta el día siguiente, que luego del resurgimiento del sol, todo se olvidara y comenzaran a empezar con sus vidas normales de nuevo.
Fue increíble. En todo el vuelo no hubo ni una sola palabra. Solo frialdad pura en el aire. Esa actitud de Mario fue tan inusual que incluso asustaba, y hacía sentir a Ornela con cierto nivel de abandono. Sentimiento que para ella era insoportable. Quería ver a su hermano postizo de siempre. El que le pellizcaba la mejilla o la molestaba con chistes, pero parece que ella misma arruino esa imagen simpática de el.
El silencio aspero de Mario era mas torturante que el regaño de Lesly hacia ella...
-¿Que se te paso por la cabeza? ¿Sabes como se me caería todo por los suelos si ustedes dejaran de existir como dúo?-
Ornela se detuvo a exclamar como adolecente de mal humor revelada contra los mayores.
-¡Yo no pensaba abandonar al dúo!-
-¡Eso decía en el contrato que le firmaste a ese tipo!-
Una vez mas le restregaron en la cara lo de los textos de letras chicas, para nuevamente sentirse como una tonta por haberlas pasado por alto. Ella no tuvo mas argumento para contradecir.
-¡Que no vuelva a pasar, Ornela, oíste! ¡Encima que tuve que gastar plata al pedo para ir a reclamarte allá!-
La rubia se preguntaba si era buena idea echarle en cara al representante que le importaba mas la plata que el bienestar de sus clientes. ¿Pero ya para que? Tanto ella como Mario estuvieron conscientes de eso durante todos esos años que trabajaron con el, ya hasta ya lo aceptaban de esa manera, como los socios lo hacen.
Si se trataba de recibir cariño y amor de parte de alguien mas que ellos mismos, para eso estaba Renata. Y si, ella salió corriendo de su puerta para abrazar a Ornela con mucha emoción y expresarle lo mucho que la tuvo preocupada. La muchacha solo pudo echar mas lagrimas y disculparse con sentimiento.
Mario seguía sin decir nada, e incluso paso delargo para irse directamente a su departamento. Este acto un poco descaradodejo desconcertada a Renata, e incluso Ornela misma, pero ella le dijo que lo deje ir, que ella ira a hablar con el... si se podía.
Mario entro y no se molestó siquiera a cerrar la puerta. Se iba dirigiendo a su sillón.
-Mario...-
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Despojos de Arañas
Fiksi RemajaMario y Ornela son dos hermanastros que, tras la muerte de sus respectivos padres, se ven obligados a permanecer juntos, intentando confrontar un mundo cruel y despiadado desde la tierna infancia. Ellos intentaran salir de su desesperada pobreza a t...