Jugar con Fuego / RengokuxTu*Finalizada*

Capitulo 4

POV Mio

- ¡Huye Mio! ¡Huye con todas tus fuerzas! - su voz me ordenaba para que corriera de allí, ví mis manos y estas estaban bañadas en sangre. Revise mi cuerpo, pero no tenía herida alguna.
Busqué esa voz que me nombraba y alli lo vi.

- P-Presi...- susurré. Una gran herida en su estomago dejaba salir sangre en grandes cantidades de su cuerpo.

- Huye...Mio...- cada vez su voz iba apagandose más y más.

Di unos pasos hacia atrás para poder salir de allí, mis piernas temblaban y mi frente sudaba por el miedo.

- Oh, ¿ya te vas? - unas manos aparecieron tras de mi agarrandome con fuerza.

- ¡Mio! - la voz de mamá hizo que abriera mis ojos de par en par, estaba teniendo una pesadilla, extrañamente parecía muy real.

- Ya voy - dije en un grito muy despacio creyendo que no me escucharía.

- Son las 11:35 de la mañana, ¿A qué hora vendrá el chico por ti? - preguntó desde el otro lado de la puerta de mi habitación.

- a las 12:00 - respondí tranquila, pues aún estaba bajo los efectos de aquella pesadilla.

- ¡Mira la hora! Apresurate, vamos vamos, arriba - ella abrió la puerta de mi habitación bruscamente y entró para sacarme de la cama.

Entré hecha una bala a la ducha, me bañe lo más rápido que pude.
Cepille mis dientes y luego mi cabello, no pude secarlo del todo, pero igual hice algo "decente" con el.
Salí del baño y mamá aún esperaba por mi allí.

- Te demoraste...20...minutos...- sentí un aura asesina salir de ella - No alcanzaras a comer algo antes de salir - me advirtió - Ya ponte esto - dijo pasandome aquel vestido.

Lo tomé y me vestí con el, me gustaba mucho su tela tan suave y ligera.
Saqué unas sandalias que vendrían perfectas para los colores del vestido que llevaba puesto.
Estaba arreglando los últimos detalles cuando sentimos el timbre de la casa llamar.

- ¡Ya llegó! - dijo mamá emocionada mientras salía de mi habitación para ir hasta la puerta principal.

Pienso que al final estoy haciendo todo esto solo por ella, no me importa realmente ser amiga de ese chico, pero sí a mamá le alegra verme con un "amigo" creo que puedo darle en el gusto al intentarlo.

- Si, pasa por favor. Le dire que ya llegaste - escuché la voz de mamá hablar con el presi mientras ella volvía a mi habitación.

Entró para quedar frente a mi, ahora más tranquila me observó de pies a cabeza. Llevó sus manos a su boca y sus ojos se cristalizaron.

- Estoy tan feliz - dijo al momento en que su voz comenzaba a quebrarse - por fin tendras un amigo - habló emocionada.

- Tsss..mamá - dije acercandome a ella rodeandola con un abrazo - eres tan sensible - susurré mientras la abrazaba.

- Ya hija, me calmé - susurró separandose de mi abrazo y secando sus lágrimas - el chico te espera - habló con una sonrisa en su rostro.

Salí de la habitación seguida por mamá, camine hacía la entrada y allí se encontraba el presi esperando por mi.

- Disculpa el haberte hecho esperar - dije tranquila acercandome a él - ¿Vamos? - le pregunté, aún así él no me quitaba la vista de encima.

Detrás de mi mamá reía bajito de una forma extraña, al parecer yo era la única que no comprendía qué sucedía.

- Vamos - habló finalmente el presi saliendo de mi casa.

- ¡Que tengan un buen día! - dijo mamá mientras nos despedía desde la puerta principal. Por alguna razón, me gire a verla y le sonreí haciendo que ella escondiera aquella sonrisa de su rostro.
Tenía una extraña sensación en mi pecho, creí que han de ser los "nervios" por salir de casa con alguien.

- Tu madre es una mujer muy agradable - dijo el presi mientras caminabamos.

- Lo es - respondí ante su comentario - A todo esto, ¿Dónde iremos? - pregunté algo curiosa.

- Hay un lugar al que quiero ir - la energía que siempre parece destacar en sus palabras ésta vez no estaba presente - Creo que tiene relación con mis sueños - dijo en un susurro.
Recordé mi pesadilla y pensé en contarle, pero solo podría afectarlo más sí es que él cree que son una especie de señal.

- Asi que esa es la razón por la que me invitaste a salir - hablé mirandolo de reojo, no sé por qué sentía la necesidad de animarlo un poco - quieres experimentar sí tengo algo que ver con tus sueños - dije apuntandole con mi dedo índice como sí fuese una acusación.

- ¡No, no es eso! - negó moviendo sus brazos de forma exagerada, no pude contenerme y reí un poco al ver su reacción.

- Solo bromeaba - reconocí. Pude ver su cara de sorpresa al ver esa faceta mia - no te acostumbres - añadí al ver que seguía sin decir palabra alguna.

Él no dijo nada, sonrió y seguimos caminando hacía dónde él quería ir. Cruzamos la ciudad y el presi me hablaba de su vida, me contó sobre las cantidades de amigos que tiene, descubrí que es hijo único y que vive junto a sus padres.
Recorrimos así todo el camino, yo me litimaba a escucharlo, pues no sentía que mi vida no era tan interesante como para ser escuchada.
Finalmente, llegamos a una montaña que se encontraba detrás de la parte central de la ciudad.
Subimos por unos largos y antiguos escalones que nos adentraban más a la montaña, por más que pareciese estar en un lugar turistico, me sorprendí al no ver a otras personas cerca de nosotros.

- Presi...¿Estas seguro que es por aquí donde querías ir? - pregunté algo preocupada al ver que cada vez el lugar estaba más oscuro.

- Si, ¿tienes miedo? - preguntó con sorpresa en su voz abriendo sus ojos como platos, ¿pensará que al ser tan antisocial no le temo a éste tipo de cosas?

- ¿Tú no? - respondí mientras miraba a todos lados, él solo rió ante mi comentario y seguimos subiendo por los escalones.

Nos costó un rato, pero finalmente logramos dar con el lugar que el presi quería ver.
Los escalones nos abrieron paso a un gran campo de flores rojas, las mismas que tenía bordadas en mi vestido.

- Que extraño - susurré

- ¿Qué cosa? - preguntó mientras tomaba una de las flores y la acercó a su rostro.

- Estas flores...- antes de que pudiese terminar mi frase, la flor roja que sostenía el presi comenzó a brillar de un intenso color rojo, de ella finos hilos comenzaron a desprenderse rodeandonos a ambos.
Lo miré sorprendida y a la vez asustada, él me miró de la misma forma.
La luz comenzó a envolvernos, el viento soplaba fuerte entre nosotros y las flores que estaban en el campo se elevaron por la fuerza del mismo, cerré mis ojos con fuerza y me aferré al cuerpo del presi, él me rodeó con sus brazos y me sostuvo con fuerza

Cómo sí se tratase de una chispa la luz que nos rodeaba de pronto se apagó y con ella los hilos que nos amarraban poco a poco desaparecieron.

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Aqui un nuevo capi n.n espero les haya gustado ♡