Jugar con Fuego / RengokuxTu*Finalizada*

Capitulo 37

Desde que el presi conoció a Senjurou no ha perdido oportunidad alguna en conocerlo, ellos podían hablar por horas y horas sin aburrirse del uno y el otro.

Logre acostumbrarme a verlos desde la distancia con una sonrisa entusiasta, el hecho de que ambos se lleven tan bien contagia la alegria a cualquiera.

Ya ha pasado un mes desde que comenzamos con nuestro entrenamiento junto al presi, los primeros días fueron duros para él. Incluso, pude ver un ejercicio más rudo y sofocante en comparación del que yo recibía cuando estaba sola.

Quizás el pilar fue demasiado considerado y gentil conmigo.

Por las noches, nos quedabamos charlando hasta altas horas. El pilar había creado en sí una gran curiosidad por la "Mio" que en mi realidad solía ser antisocial y alejada de los demás.

Ambos disfrutaban molestarme con esas cosas, pero siempre me defendía con golpes hacia ellos.

Hoy, Senjurou vino temprano en comparación de otras veces. Quería estar presente en el entrenamiento para ver a sus dos hermanos mayores luchas codo a codo. Pero, como ya es costumbre, el menor se encontraba hablando entre fuertes risas con el presi.

Así que, aquí estoy yo. Escondida en el interior de la cabaña en un punto estrategico desde donde puedo verlos con total claridad sin ser descubierta.

— ¿Aún los espías?

Mi corazón dio un salto del susto, su voz había acariciado el costado de mi cuello por lo cerca que estaba.

No pude evitar ruborizarme, cada vez que Rengoku susurra a mi lado me comporto de una manera muy torpe.

— ¿Sientes curiosidad, no es así?—añadió con su voz suave, de reojo pude ver que él también tenía clavada la mirada en ambos rubios—. Me alegra mucho saber que Senjurou encontró alguien más en quién apoyarse. Le estare siempre agradecido a ese muchacho por hacer sonreir a mi hermano.

Extrañamente, su voz se escuchaba triste y a la vez preocupada.

Algo sucedía y él aún lo mantiene oculto.

— ¿Qué es?—pregunté de forma directa, me gire para hacerle frente. Debido a mi brusco movimiento la distancia entre nosotros se acortó aún más, pero ni siquiera me moleste en eso. Hay algo que aqueja a Rengoku y me preocupa verlo así.

— ¿Mio?—preguntó confundido, un sonrojo notorio se marcó en sus mejillas, sus ojos cálidos se clavaron en mí a pesar de que él trataba ocultar la mirada avergonzada.

— Algo ocultas—insistí, por alguna razón me sentía molesta—. ¿Por qué estás preocupado? ¿qué es lo que no quieres contarme? No es normal en ti que tus ojos no brillen de entusiasmo y energía.

Por un segundo abrió sus ojos sorprendido, al parecer, él no se había dado cuenta de lo mucho que ya le conozco.
Luego, soltó un suspiro largo y una sonrisa débil se dibujó en sus labios.

— Fui llamado a una misión—habló con la voz vencida—. Pero, ustedes también lo fueron.

— ¿Qué?—pregunté curiosa—. Ni siquiera soy una cazadora oficial, esto no es normal.

— Lo sé—añadió confundido—. También creo que es extraño. Pero, Oyakata-sama lo ha decidido así. No puedo ir en contra de sus ordenes.

— Está bien—respondí tratando de comprender la situación—. Mientras estemos en la misma misión, no habra problema.

Él volvió a verme con esa extraña mirada, ¿por qué sus ojos se ven tan melancolicos?

— Yo no ire con ustedes—aclaró—. Se me asignó otro grupo de cazadores, y la misión ha sido catalogada de muy peligrosa debido a que se han enviado muchos cazadores, pero ninguno de estos han vuelto.