Capitulo 13

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~Narrador~

Los días han ido avanzando y nuestros protagonistas entrenaban cada vez con más entusiasmo, aunque a Mio le complicaba más que a Rengoku mantener una respiración y actividad física más resistente que la del joven de cabello rubio, trataba de dar lo mejor de sí una y otra vez, sobretodo en los entrenamientos que ha tenido a escondidas junto a Sabito. 

El chico de la máscara de zorro le había explicado a la joven que nada sacaba con decirle a los demás de su ubicación y existencia, pues no le creerían. Mio que sospechaba ya que el muchacho era un fantasma trataba de ignorar aquello para tener una buena relación con él. 

Sabito luchaba contra Mio día tras día, ambos usaban katanas de madera, pero por alguna razón la de Mio siempre terminaba rompiéndose. 

- Te falta autodeterminación, tu mente aún es muy frágil. Ni siquiera te das cuenta de todo lo que has logrado - gruñía el chico de cabello color carne mientras atacaba sin parar a la chica, ya había pasado medio año desde que ambos habían llegado a la cabaña de Urokodaki, el nombrado se mantenía en contacto con Oyakata-sama intercambiando noticias y descubrimientos de los muchachos, procurando siempre evitar los encuentros innecesarios que pudiesen lograr con ser descubiertos. 

- Trato de dar lo mejor de mi - respondió la chica con el ceño fruncido, pues Mio también ha cambiado, ya no es aquella joven que odiaba hacer amigos y siempre trataba de estar escondida de la multitud, ya no mantenía una actitud tan negativa en su vida, pero aún no había cambiado lo suficiente y eso Sabito lo sabía. 

- Así no lograras salvar a tu amigo, morirán ambos en este lugar y nunca volverás a ver a tu familia - dijo el joven de mascara desafiante tratando de provocar a la chica, y o había conseguido. Mio esquivó el ataque de Sabito y lo contraatacó de forma que él no lograra darse cuenta de su acción, la katana de Mio paró sobre la máscara del joven provocando que esta se partiera en dos y cayendo así al suelo dejando ver el rostro del muchacho que la miraba sorprendido.

Había potencial en ella, lo había encontrado. 

Ambos se encontraban  tirados en el tierno pasto mientras observaban el cielo y la brisa inundaba el lugar provocando que las hojas de los grandes arboles cayeran sobre ellos.

- Sabito - habló la chica cortando el silencio, pues desde que Mio logró romper la mascara del joven ambos decidieron descansar, ya que, finalmente el entrenamiento había logrado su objetivo - ¿De qué forma moriste? - era una pregunta que ha estado atormentando a la chica. 

- En la prueba de selección final - confesó el joven - cometí un error y terminé en este lugar - respondió el muchacho mientras cerraba sus ojos, en su mente las imágenes de aquella vez se paseaban por su mente, recordaba a su amigo y se preguntaba cómo sería su apariencia ahora, han pasado años desde la última vez que vio a Giyuu. 

- Sí yo muero en ese lugar, ¿También terminare aquí? - preguntó Mio con algo de temor en sus palabras, pues ese ha sido su mayor miedo. Es verdad que le tiene un gran cariño y aprecio a Urokodaki, pero se comenzaba a cuestionar qué sería de su alma sí moría en éste lugar, ¿Acaso su madre no sabría nunca que su hija habría muerto en otro mundo?.

- No lo creo - respondió Sabito con una sonrisa - nosotros solo teníamos a Urokodaki y decidimos quedarnos aquí junto a él, aunque eso signifique que él no lo sepa...pero lo queremos y no podemos dejarlo solo. Además tú tienes a otras personas que esperan por tu llegada, es muy probable que tu alma quiera ir con ellos - añadió para observar a la chica a los ojos con una sonrisa. 

Ambos se miraban sonrientes, mientras Mio se alegraba de saber que estaba cada vez más cerca de poder salvar a Rengoku, Sabito ocultaba ese pequeño sentimiento de culpa en su interior. 

Era lo único que podía hacer por el pilar de flama. 

Mio comenzó a sentir su cuerpo extremadamente cansado y cerró sus ojos para así poder descansar un momento, ni siquiera alcanzó a ser consciente de que comenzaba a quedarse dormida en medio de ese profundo bosque, pero una parte de ella estaba tranquila, pues confiaba en que Sabito la protegería de cualquier amenaza. 

Mientras la muchacha descansaba, Rengoku seguía practicando junto a Urokodaki, el muchacho tenía cada vez más músculos marcados en su cuerpo, ya no tenía esa apariencia de joven estudiante normal con una vida común, por lo que decía incluso el mayor cada vez lograba tener una apariencia aún más similar a la del pilar de la flama. 

El día había pasado y la joven aún no volvía a la cabaña, mientras Rengoku se terminaba de curar algunas heridas, Urokodaki preparaba la comida para la cena. La luna ya se había posado en el oscuro cielo y el joven comenzaba a inquietarse por la ausencia de la chica. 

- Iré por Mio - dijo Rengoku mientras se ponía de pie para salir de la cabaña usando ese haori de flamas sobre su usual uniforme. 

El rubio caminaba por el bosque aledaño a la cabaña, ha estado notando que la chica después del entrenamiento habitual con Urokodaki se adentraba a ese bosque por su cuenta, las primeras veces se sorprendió de la valentía de la chica al ir sola por ese lugar, pero luego de ver que aquello se repetía una y otra vez comenzaba a sentir curiosidad, aún así nunca quiso preguntarle más detalles a la muchacha. 

En lo profundo del bosque Mio se encontraba profundamente dormida, Sabito había decidido quedarse junto a ella cuidando su sueño, ha estado tanto tiempo entrenándola que no se dio cuenta en qué momento se había encariñado con ella. Ahora que la miraba así tan desprotegida y vulnerable ante el mundo real, comenzaba a inquietarse por la seguridad de la muchacha, no quería admitirlo, pero temía con todo su ser que la chica no pudiese sobrevivir a la selección final. 

Sabito estaba tan concentrado en sus pensamientos y tan atento a la respiración de la chica que parecía estar hipnotizado por ella, su plan desde un principio era hacer lo posible por salvar al verdadero pilar de la flama, aunque eso significara romperle el corazón a la muchacha, pero ahora sentía mucha culpa en su interior al imaginar a Mio llorando o enojada por su culpa. 

El chico de cabello color carne comenzó a acercarse al rostro de la joven lentamente, había olvidado la última vez que había compartido tanto con una chica que no haya sido Makomo. En eso, los pasos apresurados de Rengoku comenzaron a sentirse en el lugar, Sabito retrocedió rápidamente tomando distancia de la chica, sabía que el joven no lograría verlo, pues ya no lo hizo aquella vez, pero aún así quería ver ese encuentro no tan cerca de ellos. 

~ Rengoku ~ 

Mientras caminaba hacia lo profundo del bosque pude ver una sombra junto al cuerpo de Mio que se encontraba tirado en el césped, apresure mis pasos creyendo que se encontraba un demonio a punto de devorarla, pero me relajé cuando estuve a unos pocos metros de ella y la vi sola en ese lugar con ambos ojos cerrados y el cuerpo lleno de moretones y rasguños.

Ha estado entrenando sola en este lugar a escondidas de nosotros. La miré con una sonrisa cariñosa al descubrir el nivel de superación y energía que tiene, es una faceta que realmente no conocía de ella. Aquello solo llamaba aún más mi atención. 

Caminé hasta llegar a su lado, de cuclillas pude llegar un poco a su altura y con ambos brazos la tomé para cargarla cómo sí fuese una princesa. Así lentamente volví a la cabaña con ella entre mis brazos para que pudiese descansar. 

Ella estuvo dando lo mejor de sí y sé que podrá superar la prueba de selección final, incluso cuando solo falte una semana para que tenga que ir a ese lugar. 




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- ¡¿Mio podra pasar la prueba de selección final?!
- ¡¿Sabito cambiara su plan?!
-¡¿Cual sera su plan?!

Descubralo en el próximo capitulo♡~

Jajajajaja amo mucho leer sus comentarios♡ gracias por todo el apoyo.

Espero les haya gustado el capi♡

Jugar con Fuego / RengokuxTu*Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora