~ Narrador ~
Rengoku se encontraba sentado frente a Oyakata-sama, el pelinegro sereno ofrecía un poco de té al muchacho, el joven aún sorprendido por la actitud del mayor lo aceptó sin problema alguno.
- Dime...Rengoku, ¿Tu mundo es muy distinto al nuestro? - preguntó sin rodeos, el muchacho probó un poco del té y escuchando la suave voz del pelinegro toda duda y miedo dentro de él desaparecieron en cosa de segundos.
- Nunca antes había visto con mis ojos a un "demonio" de verdad - respondió tranquilo, el mayor tomaba de su té escuchando con suma atención las palabras del muchacho - yo...he estado soñando con mi muerte desde hace un tiempo...la escena y el final nunca cambia... - así el joven comenzó a hablarle al pelinegro con detalle de lo que sucedió, desde que salió con Mio aquella vez y la forma en que llegaron a ese nuevo mundo.
- ¿La chica está cerca? - preguntó el mayor dejando el té de lado.
- No...¿Giyuu?...Él la envió con Urokodaki, y un tal Tanjiro la acompañaría - respondió el muchacho escondiendo la mirada, pues ahora entendía que la joven podría estar en peligro y sería solo culpa de él por haberla practicamente "arrastrado" hasta ese lugar.
- Entonces estara bien...no te preocupes, ella se convertira en cazadora de demonios - dijo el mayor con una sonrisa sorprendiendo al muchacho, Rengoku esperaba que el pelinegro sintiera vergüenza por la actitud que tuvo con su amiga - Supe inmediatamente que no pertenecías a éste lugar, yo conozco a todos mis niños con detalle, sé bien cómo se encuentran y dónde andan...Por eso pude percibir que no eras nuestro Rengoku... - le explicó el mayor.
- ¿Su Rengoku? - habló incredulo el rubio.
- Asi es, en éste mundo existe un Rengoku Kyoujurou y es el pilar de la flama. Él que perdió a su madre por una enfermedad es hijo de un hombre que anteriormente fue el pilar de la flama, nuestro Rengoku tiene además un hermano menor identico a él... Se supone que nuestro pilar de la flama está en una misión a un par de días de aquí, no esperabamos su regreso hasta en tres días más, por lo que tendremos que tener sumo cuidado con tus encuentros con los demás pilares y cazadores - explicó el mayor tranquilo.
- ¿Cómo podría hacer eso? - el muchacho estaba cada vez más confundido.
- Yo te ayudare, primero necesitamos buscarte ropa que usa el Rengoku de aquí, luego partiras con Urokodaki y te sumaras a su entrenamiento...Se supone que debes ser fuerte al igual que el Rengoku de este mundo, enviare una carta con mi cuervo de inmediato, no podemos esperar más tiempo... - añadió el mayor.
Rengoku no pudo evitar sonreir ante la ayuda del mayor, hizo una reverencia en forma de agradecimiento y se dispuso a seguir al pelinegro que se había puesto de pie para ir en búsqueda de la ropa adecuada para el rubio.
~ Mio ~
Terminamos de comer y ayude a Tanjirou con las cosas que quedaron sucias, mientras Zenitsu dormía con total despreocupación e Inosuke hacía lo mismo a su lado, solo que el pelinegro olvidaba el metro de privacidad y estaba practicamente sobre el muchacho rubio.
- Asi no se ve tan mal - dije en forma de broma mirando de reojo al cazador salvaje, ahora que lo veía dormir sin su máscara de jabalí podía distinguir que realmente no tenía feo rostro.
- Es un poco salvaje - respondió Tanjirou con una sonrisa nerviosa recordando cómo fue nuestro primer encuentro.
- Creo que ustedes son muy buenos amigos, lo puedo ver a simple vista - añadí, tras decir la palabra amigos escondí la mirada, yo que no soy una persona celosa ni envidiosa de lo que tiene el resto y yo carezco, pero al ver a Tanjirou junto a Zenitsu e Inosuke me entristecía al ver que yo nunca he tenido amigos así.
~ Narrador ~
El pelirojo que pudo sentir el aroma triste desprender de la muchacha supo inmediatamente lo que le sucedía, se sorprendió para sí lo sola que se sentía la chica y con una sonrisa amable le habló.
- Ahora seremos tus amigos - dijo llamando la atención de la chica, Mio lo vio sin saber qué decir y no pudo evitar sonrojarse, no por sentir algo por el muchacho, si no, de alegría al ver cómo poco a poco su vida cambiaba.
- Estoy feliz - respondió la muchacha con una gran sonrisa entrecerrando sus ojos.
Los jovenes terminaron de limpiar y luego de ello cada uno se dirigió a su lugar para dormir, el muchacho se recostó en un futón junto a Nezuko que ya se encontraba dormida.
Mio por más que intentó no lograba dormir, era su primera noche en aquel lugar y los recuerdos de su mundo real comenzaban a invadirla.
La chica salió de la pequeña y acogedora cabaña para tomar algo de aire fresco, se abrazó a sí misma cuando sentía aire más helados pasar por ella. Mio observaba la luna sobre su cabeza y pensaba qué estaría sucediendo con su madre y su familia en la realidad, sí la han estado buscando, sí su madre ha estado llorando desconsoladamente desde que la chica no volvió a casa.La joven apretó sus labios bajando su mirada, extrañaba a su madre más que nunca, sabía que ella tenía las palabras precisas para este momento...solo quería sentir la calidez de un abrazo.
Una lágrima recorrió su rostro al pensar que no volvería a verlos de nuevo.En eso, un haori cubrió su espalda. La muchacha vio de reojo a su lado y se asustó al ver la máscara de Urokodaki, aún no se acostumbraba al verlo asi.
El mayor sin decir nada sacó una pequeña nota de papel entregandosela a Mio, la muchacha lo tomó despacio y abrió el papel para leer lo que estaba escrito en él.
Desconocía la letra, pero se sorprendió con lo que estaba escrito.
Toda su historia junto a Rengoku desde que llegaron al lugar estaba escrito en ese papel, pero se alegró al leer la última frase."Te enviare al muchacho para que lo entrenes, aunque no es necesario que le enseñes la respiración del agua para que no lo descubran, pero si que sepa atacar y defenderse sin problemas...además él no ira a la selección final".
Mio le entregó la nota a Urokodaki esperando su reacción, pensaba que quizas el mayor estaba molesto por haberle ocultado aquello...pero se sorprendió cuando el mayor llevó su mano a la cabeza de la chica dandole pequeños golpes de cariño.
- Ha de ser dificil...estar lejos de tu familia - susurró el mayor con voz fraternal.
Mio con las grandes emociones que luchaban en su interior, movió su cabeza en aceptación ahogando sus palabras, sabía que sí hablaba la muchacha deharía salir el llanto que tanto ha estando ocultando.
Urokodaki abrazó a la chica como sí de su hija se tratara, así la ocultó del mundo para que llorara tranquila.
Mientras aquello pasaba unos ojos miraban con atención la escena.
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Volví! Perdón por la demora jiji u.u
Espero les haya gustado el capi ♡
Muchas gracias por todo! Siemore estoy atenta a los comentarios :')
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Jugar con Fuego / RengokuxTu*Finalizada*
FanfictionMio es una estudiante con excelentes notas, a pesar de ser una chica muy bella tiene grandes problemas para hacer amistades. Kyoujurou Rengoku es el presidente de la clase, un chico que además de tener buenos promedios, es amigable y muy considerado...