Capitulo 30

5.4K 791 489
                                    

Rengoku [pilar]

Hablar con ese muchacho fue tan agradable y gracioso [era como estar frente a un espejo] que terminamos la conversación entre risas y llantos.
Él me habló de que en su "mundo", era hijo único y que su familia [padres] seguían unidos. Cuando le conté de mi situación él se entristeció un poco, asi que decidí salir a buscar algo de agua para beber y pasar el trago amargo.

En mi travesía a la cocina de la finca de Kochou no hubo nada fuera de lo normal, llegué allí; tomé lo necesario y me dispuse a regresar de inmediato a la habitación.
No está en mis planes hacer esperar tanto a aquel muchacho, después de todo es como sí fuese mi hermano.

Llegando a la habitación sentí unos murmuros conocidos provenir desde el interior de esta.
En silencio, apoyé un poco mi cuerpo para tratar de escuchar con mayor claridad las voces que llenaban el lugar.

Escuché la voz de Mio, mi corazón saltó de la emoción solo por escucharla y saber que ya pronto podremos volver a casa. Pero, algo en su voz era distinto, el aire en el lugar era diferente.

Creí que ambos jovenes hablaban solo de lo sucedido con Kyoujurou, pero cuando me acerqué aún más a la puerta logrando escuchar así con mayor claridad, no pude evitar sentir un nudo en el estómago cuando el chico le confesó sus sentimientos.

Abrí la puerta de golpe, mi cuerpo actuó antes que mi sentido común.
Busqué con la mirada desesperada los ojos de Mio, una vez que choqué con ellos sentí un alivio en mi corazón. Pero, luego bajé un poco los ojos y vi como ambos se sostenían de la mano.

El chico se adelantó a todo lo que tenía planeado hacer, la chica que había logrado llenar mi corazón de una calidez y paz inigualable estaba siendo arrancada de mi lado justo frente a mi nariz.

— ¡Mio!—exclamé, una sonrisa nerviosa se dibujó en mis labios. Por Dios, ¿qué estoy haciendo?—. Tenemos que hablar.

Ella abrió sus finos ojos ante la sorpresa de mi reclamo, asintió en silencio y soltó el agarre de la mano del chico.
No fui capaz siquiera de verle el rostro, aún así le entregue el agua para que pudiese beber de ella.

Salí de la habitación en silencio, sentía mi rostro tenso por los nervios.
Sus pasos me siguieron sin dudarlo por toda la finca hasta que logramos llegar al patio trasero de esta, dejé de caminar una vez que nos encontrabamos bajo la sombra de los grandes arboles que decoraban el lugar.

— Aquí está bien—murmuré mientras me sentaba en posición india sobre el suave cesped, Mio imitó mi acción.

Subí la mirada despacio, mi corazón estaba tan inquieto que no lograba encontrar un poco de calma antes de hablar. Para mi sorpresa, ella apoyó una de sus manos en mi brazo llamando mi atención.

— Rengoku—susurró con el rostro despreocupado—, está bien. Puedes confiar en mí, sé qué me vas a decir.

Sus palabras consiguieron que me sintiera aún más acelerado, una amplia y boba sonrisa se dibujó en mi rostro.

— ¡¿Lo sabes?!—pregunté entusiasmado.

— Así es—suspiró—, ya sé que Kyoujurou y yo debemos entrenar bajo tu cuidado, y que tendremos que vivir los tres juntos. Sé que eso quizás te agobie un poco, y lo entiendo, creeme.

Sentí un balde de agua fría caer sobre mis hombros, la noticia tan repentina fue como una mala broma.

— ¿Qué dices?—pregunté confundido queriendo comprobar sí había escuchado bien su pequeña declaración.

— Lo que acabas de escuchar—insistió—. El patrón me dió la noticia cuando fui a verle a su residencia, pensé que tú ya estabas al tanto de eso. Cuando volví a la habitación de Kyoujurou creí que estarías en la residencia de Oyakata-sama, o de que tu cuervo te había dado la noticia...

La observé en silencio, mi sonrisa se borró de forma drastica.

— No me digas—dijo cubriendo su boca con ambas manos—, ¡¿no lo sabías?!.

Negué en silencio, mi cabeza estaba perdida imaginando cómo sería tener que compartir techo junto a la chica que se robó mi corazón y el otro muchacho que está igual de bobo por ella.

Hubo un silencio incómodo entre nosotros, aparté un poco la mirada para unir mis pensamientos y volver a la realidad.
En ésta carrera el que menor ventaja tiene, soy yo.

— Sí no era eso de lo que querías hablar—su voz nerviosa me sacó de mis pensamientos de forma abrupta—, ¿qué tenías que hablar conmigo?.

Mis ojos se cruzaron con los suyos, una mirada confundida e inocente se clavaron en mi corazón.
Suspiré vencido, dibujé la mejor de mis sonrisas para calmarla, no me atrevería a seguir creandole más problemas ya a su cabeza con todo éste lío que se está armando.

— Nada tan importante—mentí—, pero me gustaría que vuelvas a la residencia. Mi hermano menor; Senjuro está pronto a llegar. Quizás sea bueno que ambos se conozcan, yo me quedare aquí cuidando de Kyoujurou. No tienes que preocuparte de nada.

Pude ver su rostro relajarse, me dedicó una mirada agradecida y asintió despacio para luego ponerse de pie.

— Iré de inmediato—dijo con una sonrisa—. Será muy gracioso cuando estén los tres juntos.

Rió.

Y escuchar su voz reír me daba a entender que había tomado una buena decisión.

La vi alejarse con sus pequeños y finos pies, todo en ella me hacía perder la cabeza. Pero, me preocupo tanto por su bienestar y tranquilidad que no podría perturbarla más. 

Le dediqué un último suspiro cuando la perdí de vista, quizás ella pase a despedirse de su amigo antes de partir a la residencia. Aquello no me molestaba, ni me hacía sentir inseguro. Pero, quisiera que ella me mirara con los mismos ojos que suele dedicarle a Kyoujurou.

— Me debo ver torpe sintiendo celos de mí mismo—reí despacio pensando en que ambos somos practicamente la misma persona.

Subí la mirada al cielo y dejé que el suave y fresco viento jugara con mi pelo.
Ya no me pesaba ni inquietaba nada, pues aunque no se lo dije, estoy seguro de que Mio sabía cual era el motivo de ésta pequeña e inconclusa reunión.

Yo no fui lo suficientemente egoísta para darle una carga más, y ella fue lo suficientemente egoísta para pedirme con la mirada que no se lo dijera a viva voz.
Me dió la noticia de Oyakata-sama solo para excusarse y cambiar el rumbo de la conversación, muy astuto y rápido de su parte -sonreí-.

A pesar de que nos conocemos desde hace poco, sus ojos son fiel reflejo de su alma. Y, cómo equivocarme en ello sí fue de lo primero que me enamoré.

¡Sorpresa!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Sorpresa!

No pensaba actualizar taaan pronto, pero leí un comentario que me llegó al corazón y me dije: Camila, debes actualizar ahora. Lo merecen.

Y ese comentario fue porque estaban muy tristes por el manga (me sumo a la penita, sigo en depresion).

Asi queee, aquí está♡

Espero les haya gustado ♡

Nos leemos luego♡~

Jugar con Fuego / RengokuxTu*Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora