Capitulo 31

4.9K 724 208
                                    


A medida que me alejaba del pilar sentía que mis piernas en cualquier momento me traicionarían, mis manos temblaban por la ansiedad del momento, mis mejillas parecían cerezas de lo coloradas que estaban.

Lo vi en su mirada, no fue necesario que lo dijera...pero, yo no podría con dos confesiones del mismo y a la vez distinta persona.

Llegué a la habitación del presi en silencio, él estaba ahora comiendo el almuerzo sin apuro alguno, al contrario, su rostro estaba tan relajado que sentí cierta envidia de tanta tranquilidad.

Alzó su mirada para encontrarse con la mía, dejó la comida a un lado despacio para dejar toda su atención en mi presencia, en ese segundo recordé que tan solo hace unos minutos Kyoujurou se había confesado sin que yo le diese una respuesta. 

— ¿Todo bien?—preguntó curioso y a la vez preocupado por mi inquietante silencio, pues mi cabeza está llena de cosas que no sabría por donde comenzar. 

— Oyakata-sama quiere que ambos entrenemos bajo el cuidado de Rengoku— lancé sin consideración, pues necesito de algún consejo u opinión del presi, después de todo él también se vera afectado en esto. 

— Eso es muy bueno—habló entusiasmado—, he escuchado que es uno de los pilares más fuertes, y será mejor para mí sí entreno con la persona de la cual se supone que debo ser. 

— Lo sé—respondí tratando de imitar su entusiasmo, pero no podía engañarme del todo. Soy la peor cuando se trata de ocultar mis sentimientos o emociones.

— No te veo feliz—murmuró, pude ver en su mirada algo de confusión—, ¿sucedió algo más?. 

¿Qué debo hacer? ¿Cómo decirle que su "otro yo" también iba a confesarse? Sí le digo es muy probable que el ambiente entre los tres sea tenso y algo molesto, podría solo empeorar las cosas. 

— Debo irme—dije mientras apoyaba una de mis mano derecha en mi brazo izquierdo como sí estuviese encontrando algún apoyo—, vendré a verte apenas pueda. 

— ¿Uh?—las miradas confundidas de Kyoujurou son tan adorables que es inevitable reír—. Está bien, nos vemos pronto. Tratare de mejorar lo más rápido que pueda para sumarme a tu entrenamiento. 

— Eso espero—sonreí por lo bajo. 

Salí de su habitación hecha un lío, una parte de mí odiaba mi ser con todas sus fuerzas por la forma fría con la que me despedí del presi, pero mientras que otro rincón muy pequeño y escondido de mi corazón se sentía aliviado, pues al parecer ese trocito se hubiese alegrado de escuchar las palabras del pilar sí yo no le hubiese interrumpido. 

— ¿Qué haré?—me lamenté mientras caminaba por la finca mariposa buscando su salida.

Caminaba en silencio, tenía la mirada perdida y mi cabeza daba vueltas analizando todos los posibles escenarios que se han hecho parte de mi vida hasta ahora. Estaba pronto a llegar a la residencia de Rengoku cuando escuche a lo lejos una voz femenina muy dulce que me llamaba, a medida que volvía en mí pude ver que la muchacha estaba más cerca de lo que creía. 

— H-Hola—murmuró con sus mejillas coloradas, su extraño cabello llamó inmediatamente mi atención—, ¿tú eres Mio, verdad? ¿sabes que te has hecho muy famosa entre los pilares?. 

— ¿Famosa?—pregunté confundida y a la vez sorprendida.

— Si—chilló entusiasta—, por eso yo quería hablar contigo...Mi nombre es Mitsuri, yo soy la pilar del amor. 

— Es un gusto—dije con una sonrisa, pude ver como sus pupilas se dilataron.

— ¡El p-placer es todo mío!—volvió a hablar llena de entusiasmo mientras hacía una reverencia.

Jugar con Fuego / RengokuxTu*Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora