Capitulo 36

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El presi se marchó para terminar de forma adecuada con los cuidados de la finca mariposa, me quedé con una sonrisa tranquila dibujada en mi rostro.

No esperaba que él fuese capaz de decirme aquello.

Cuando le dije que sí me preguntaban, yo no sabría que decidir. Pensé de inmediato que había actuado de manera egoísta y fria con él.

Pero, Kyoujurou rompió todos mis esquemas con unas simples palabras.

"Sigue tu corazón. No importa el tiempo que tardes. Sí realmente te merezco, seré capaz de esperar toda una vida a por ti."

De alguna forma, él mismo se puso a prueba con esas palabras. Sonreí tranquila, toda la ansiedad y el apuro que me inquietaba parecía haber desaparecido en un instante.

— ¿El muchacho ya se fue?—la voz confundida del pilar llamó mi atención, me gire para hacerle frente.

Venía caminando con sus brazos cruzados observando el lugar, quizás creyó que el presi se quedaría más tiempo.

— Si—respondí suave—. Aún no logra el alta. Pero, estoy segura que eso será pronto.

Sonreí.

Él mi vió con sus ojos cálidos, de alguna forma el calor que transmite Rengoku es más que profundo que el del presi.

— Ha de quererte mucho—murmuró con la voz alegre—. No lo culpo, creo que tienes un encanto especial Mio. Me alegra saber que somos dos los que cuidaran de ti.

Agradecí en silencio, aunque sus palabras inquietaron mi corazón. Guardare mis sentimientos y pensamientos por un tiempo, creo que será lo mejor para mí, y para ellos.

— ¿Entonces?—añadió entusiasmado—, ¿lista para retomar lo nuestro?

Tomé mi katana de madera y le entregue la suya.

— Siempre.

Así, pasaron algunos días en la residencia del pilar.

Nuestros entrenamientos iban cada vez más en aumento, aunque tuve que reclamarle que no fuese tan considerado conmigo.

Debo admitir que odie un poco mis palabras cuando él me atacó y yo no logre esquivarlo, terminé con un feo moretón en el brazo.

Se disculpó tantas veces que daba risa, su rostro desfigurado fue realmente un hecho inolvidable.

La semana pasó y finalmente el presi fue dado de alta, se unió al entrenamiento sin demora.

Así que, aquí estamos los tres intercambiando miradas incómodas.

— Sé que Urokodaki te estuvo entrenando bien—dijo el pilar acabando con el silencio del lugar.

— Así es—respondió el presi con el mismo tono de voz—. Espero poder seguir mis entrenamientos con ustedes, daré lo mejor para no ser una carga. Por favor, cuiden de mí.

Rengoku sonrió sorprendido por la forma tan tranquila de hablar del presi, quizás pensó (al igual que yo) que estaría más incómodo o nervioso con la situación.

— Me alegra tu entusiasmo—añadió el pilar, tomó dos katanas para luego entregarle una al presi—. Primero, probaremos tus hábilidades.

Parecía que mi presencia ni siquiera parecía ser notada, aunque no se sentía incómodo, esto es algo solo entre ellos.

Di pasos lentos hacía atrás hasta que tomé cierta distancia, me senté en el borde de la terraza en silencio sin quitarles los ojos de encima.

El primero en hacer un movimiento fue el presi, claro. Pensó en analizar qué tan lejos ira el pilar con él, de allí podría pensar en alguna estrategia.

Jugar con Fuego / RengokuxTu*Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora