Capitulo 20

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Mio

Nuestro viaje hacia la residencia del pilar ha sido tranquilo, durante la mayoria del tiempo hablamos de nuestras anécdotas e historias interesantes, aunque por mi parte debo cambiar algunos detalles para que suene "real" lo que hablo.

— Asi que una chica callada, aislada y de pocos amigos — dijo resumiendo cuando le había contado mi poca vida social —, pero aún así supongo que tienes más de un admirador.

Sentí su mirada de reojo mientras seguíamos caminando por los extensos caminos de tierra.

— Ni te imaginas, tengo más que tú — respondí en forma de broma. Reí un poco para luego seguir —. Estoy jugando contigo.

— ¿Qué quieres decir con eso? — preguntó confundido —, ¿dirás que no tienes siquiera un solo admirador?

Parecía estar sorprendido, por la forma en que me hablaba noté un poco de confusión en él, me sentí un poco confundida por su reacción.

— Que yo sepa no tengo. — respondí con seriedad recordando aquel beso que Sabito me había robado. No creo que suene creíble decir "Oh, si. Tengo un admirador y ese chico ya no está vivo."

— Vaya. — susurró, detuve mi andar más confundida que antes debido a que no comprendía del todo su reacción.

— Vamos — hablé a secas —, no es tan terrible. Esta bien que no sea del gusto de todos, pero no es algo que me quite el sueño.

Rengoku detuvo sus ojos en los míos y sin dudar abrió su boca para defenderse.

— No, no es eso. Por favor no me malinterpetes — habló nervioso —, me sorprende en realidad que no tengas un admirador cuando tú eres una muchacha muy bella.

Sus mejillas estaban levemente sonrojadas, mientras que las mías ya no daban más de la vergüenza ante aquellas palabras.

Sentí mi cabeza a punto de explotar así que me giré rápidamente para darle la espalda y que no notara mi rostro todo colorado.

— ¿Estas bien? — preguntó acercandose a mí —, no quería molestarte. Lo siento mucho.

Sentí sus palabras tan sinceras que lentamente volví a mirarlo con mis mejillas aún sonrojadas.

— G-Gracias. — respondí con dificultad. Él me regaló una amplia sonrisa para luego retomar nuestro camino.

— Sí tú eres mi admiradora, declaro que yo seré el tuyo. — sentenció abruptamente cuando ya habíamos retomado el andar y mi rostro por fin había vuelto a la normalidad.

Ambos reímos por lo que él había dicho, lo que yo creí había sido una broma, algo me decía que sus palabras algo tenían de ciertas.

Rengoku

Debes comer algo — Urokodaki se acercó a mi lado con un plato de comida —, no es bueno entrenar con el estomago vacío.

Acepté con una sonrisa la comida y tomé el plato con cuidado.
Él se sentó a mi lado para observar el paisaje frente a nosotros mientras disfrutabamos la comida.

Han pasado dos días desde la última vez que vi a Mio, no es posible que tenga comunicación con ella; al menos no por ahora.

— ¿La extrañas? — preguntó Urokodaki haciendo que me ahogara con la comida —, por tu reacción puedo ver que si.

Llevé mi mano a mi pecho luego de que me calmara, su pregunta había sido un golpe bajo en el momento menos esperado.

— La extraño — respondí con la voz temblorosa —, pero ya comprendí que es lo mejor para ella.

Jugar con Fuego / RengokuxTu*Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora