Capitulo 40

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Mio

No me detuve en ningún momento.

A pesar de que mis piernas comenzaban a sentirse pesadas y agotadas, mis pulmones arder y mi garganta secarse di lo mejor que tuve para tratar de llegar lo más pronto posible con Rengoku.

— ¡Mio! ¡Espera!—la voz confundida de Tanjirou siguiendo mis pasos llamó mi atención, le vi sobre el hombro sin detenerme—. ¡No seremos de mucha ayuda sí llegamos al tren agotados! ¡Llevamos un buen rato así!

Y, aunque sus palabras sean ciertas, al menos yo no puedo darme por vencida.

— ¡Miren!—la voz de Zenitsu fue quien se unió ahora.

Volví a ver en dirección del tren.

— ¡Se detuvo!—grite—. ¡Es nuestra oportunidad!

Alejé el cansancio físico para dar un último esfuerzo, el optimismo y entusiasmo se apoderó de mí.

El aire estaba detenido, las hojas de los árboles parecían estar todas inmóviles y expectantes de la situación, la luna sobre nuestras cabezas, y el cielo inmenso formaban una alfombra de brillantes estrellas.

Hoy, la noche está hermosa.

Pero, en el tren un gran humo comenzó a opacar la visión. Gritos de mujeres, llanto de niños e incluso las voces de los hombres tratando de pedir auxilio llegó a nosotros como un balde de agua fría.

— Hay sobrevivientes—murmuré—. ¡Tanjirou! ¡Necesito que los ayuden!

Ya estamos muy cerca de la máquina, el cazador de cabellos rojos asintió sin dudar a mi petición.

En eso, una explosión provino desde la parte frontal del tren, al levantar la vista el brillo de la hoja de una katana llamó mi atención.

— Rengoku...

Sin dudarlo, salté a la parte alta del tren para correr por allí hasta llegar a mi destino. Ignoré los llamados de Tanjirou mientras corría en dirección al pilar, por sus movimientos supe inmediatamente que se trataba de él.

Pero, nunca imagine quién sería su contrincante.

Entre llamas y humo logré llegar hasta la pelea, la capa blanca de Rengoku danzaba con sus movimientos, su mirada neutra apenas lograba ser vista entre el expesor.

Y, de reojo, como una imagen congelada entre los rápidos ataques de ambos, pude ver el rostro afilado de su atacante.

Sus ojos sombríos, y una sonrisa de medio lado era lo único que nos distingue.

Ella pareció verme en un instante, aunque su mirada cambió a una más sorprendida no detuvo sus ataques y defensas. Pero, el pilar al notarse de su desconcentración buscó con la mirada qué o quién se había ganado su atención.

En esa fracción de segundo nuestros ojos se encontraron, su cabello no dejaba de moverse por la velocidad de sus movimientos, y de forma fugaz el suave llamado de su voz proclamando mi nombre llenó mis oídos.

No lo dude más y saqué la katana de mi funda, Rengoku se percató de mi acción dejando a un lado la pelea, aquella mujer se aprovechó de su descuido y trató de llegar a él por la espalda, pero salté rápido y empujé al pilar a un lado para rechazar aquel ataque con mi katana.

— ¿Quién eres?—gruñó, alzó una ceja de forma desafiante.

Ignore su pregunta y me dispuse a tomar el lugar de Rengoku, quizás no esté al mismo nivel. Pero, pude ver que él ya tiene algunas heridas en su cuerpo y su rostro se notaba cansado.

Jugar con Fuego / RengokuxTu*Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora