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Seokmin

– Bien. Empezaré por el principio. – Seungkwan mantenía su vista fija en su taza de café. Estaban afuera sentados en una mesa pequeña con la vista del lago Liu frente a ellos. – Imagino que querrán preguntar todo sobre mi muerte. – ambos hermanos asintieron en respuesta.

El rubio sonrió de lado, antes de responder dio un sorbo a la bebida amarga, sus ojos por primera vez en largo rato observaron a sus amigos.

– Tuvimos un plan. Era un plan perfecto, incluso iba tal y como lo imaginamos. Sin embargo, un lunes, en pleno diciembre, la bomba se desató y causó todo el desastre. Nuestro plan dejó de funcionar y tuvimos que crear otro. – sus manos empezaron a sudar. – El mundo se había vuelto un lugar inestable tal y como lo es como ahora. Pero no se preocupen, las cosas se alinearán y todas sus dudas se responderán.

– ¿De qué plan hablas? ¿Tuvimos? ¿Quiénes, tú y Vernon? – la sonrisa melancólica del rubio se hizo presente.

– No. Éramos seis personas con una visión diferente del mundo.

– Dices que eran, hablas del pasado con demasía, ¿acaso murieron? – Seokmin intentaba no morderse la uña del pulgar pero estaba ansioso.

– No, no. Puedo decir que incluso están más cerca que antes.

– Pero, ¿de quiénes hablas entonces? ¿Ellos están conectados con tu falsa muerte? – asiente a la pregunta de Seungcheol y termina su café.

– Ustedes los conocen mejor que nadie. – soltó una leve carcajada al ver las reacciones de los hermanos. – ¿En serio siguen pensando en Jeonghan y Jisoo como creaciones de sus mentes? Vaya, sí que están en muy malas condiciones ahí adentro.

– Espera, ¿estás diciendo que sí existen?

– Seokmin, ¿no eres el que siempre decía que los cerebros no inventan rostros? Siempre nos lo recordabas a Chan y a mí, nos volvías locos.

– Si son reales, ¿por qué los escuchamos en nuestras cabezas?

– No es momento de responder eso Seung, por ahora sepan eso. Después de todo aún les queda mucho camino por recorrer.

– ¿Sabes lo que pasará en el futuro?

– No soy adivino y no tengo superpoderes, pero las cosas se alinearán. El principio del final ha llegado.

– ¿Tú también? Jeonghan siempre lo dice, ¿qué significa?

– Está más claro que el agua, pronto regresarán a su hogar.

– ¿El de la villa Chun? – preguntó Seokmin recibiendo un no como respuesta.

– Su verdadero hogar. – sonrió poniéndose de pie luego de escuchar el toque de la puerta principal. Vernon no estaba en la casa por lo que fue a abrir. Los hermanos lo siguieron aún extrañados, ¿tengo un hogar?

« Todos tenemos uno Seok. »

Cuando la puerta se abrió ambos pares de ojos se abrieron lo más que pudieron. Una pequeña figura reconocida comenzó a correr dentro de la casa como si buscara algo.

– Pequeño Kim, Jasmine y Soohyu ya están durmiendo. – el niño asintió con un puchero. Alzó sus delgados brazos para que Seungcheol lo alzara. – Veo que se encariñó rápido... Y ustedes, ¿qué esperan para entrar?

– Seungkwan sabes que odio entrar a casas ajenas en estos estados. Además, a Mingyu se le fue volando el paraguas por el fuerte viento. No sé dónde lo está buscando pero lleva rato gritando "ven paraguas, ven". – Minghao soltó una carcajada antes de quitarse los zapatos y entrar a la casa. – No recordaba la casa tan grande, ¿remodelaron? Oh, hola chicos. Les dije que nos volveríamos a encontrar.

Voces [Seoksoo/Jeongcheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora