El mismo silbido volvió a sonar, con sus ojos cerrados intentó escuchar desde dónde provenía. Corrió intentando escapar. Entró en una habitación vacía, descuidada y llena de polvo. No había escapatoria, quiso escapar de ahí pero la puerta detrás de él se cerró. La puerta estaba bloqueada, llena de cadenas. Intentó patearla, derribarla, incluso gritar, pero nada pasó.
Su miedo volvía. Sintió las paredes cerrarse asfixiándolo. El silbido se oía cada vez más cerca acompañado de unos pasos los cuales se detuvieron frente a la puerta. Y todo se detuvo cuando esa silueta tocó la puerta. Todo el ruido se volvió nulo. Las paredes se alejaron de él y una brisa fría lo abrazó dejándolo sin fuerzas completamente tumbado en el suelo.
La puerta de madera se abrió lentamente dejando caer todas las cadenas que impedían su escapatoria. La silueta de antes se acercaba despacio con una elegancia cautivadora. Sus ojos empezaron a cerrarse, no quería dormir ahora, no cuando estaba a punto de ver el rostro de quien lo salvó.
Sus ojos se cerraron antes de poder ver el aspecto de aquella figura.
– Ya llegué, estás a salvo ahora.
Su cuerpo cayó de la cama del asombro. Abrió sus ojos lo más rápido que pudo ante la sorpresa. Cegado ante la luz del sol se dirigió a apagar la alarma. Era la primera y última vez que pondría la alarma para más temprano.
De repente, una opresión en su pecho y una punzada en su cabeza causaron que tuviera problemas para estar de pie. Siempre pasaba lo mismo cada vez que soñaba con ese silbido, cada vez empeoraba más el dolor. Habían pasado seis semanas desde aquel acontecimiento en la playa y esas pesadillas parecían querer empeorar solas.
Muchas veces se preguntaba qué era lo que estaba pasando pero no habían respuestas.
Fue al baño y mojó su rostro. Estaba pálido, sus labios no tenían color y estaba sorprendido. Su cabello había cambiado de color. Su cabello estaba pintado de rubio, recordaba muy bien que estaba hecho un desastre la noche pasada. Pero, de la nada amaneció negro, como cuando era un niño, incluso estaba más largo que antes. Tocó todo su cuello y su mano tembló. El tatuaje que tenía justo en el lado derecho de su clavícula había desaparecido. Como si nunca hubiese estado ahí. Se sacó la camisa para encontrarse con el mismo resultado. Todos sus tatuajes habían desaparecido.
Pellizcó su brazo intentando volver a la realidad. Estaba seguro de que se trataba de solo una pesadilla.
Nada pasó.
Corrió a bañarse quizás era una broma que su hermano le había hecho que causó que se viera así. Quizás le puso maquillaje en sus tatuajes y le había puesto algo a su shampoo. Sí sí, eso debió ser, pensó.
Abrió la regadera y todo el agua cayó sobre él dándole tranquilidad. Todos sus músculos se relajaron. Tocó su cuero cabelludo dándole masajes y susurrándose que todo saldría bien. Pasaron unos cuantos minutos antes de que decidiera salir y darse otro vistazo.
Seguía igual. Su cabello negro, ahora mojado, era al menos 4 centímetros más largo que ayer. Sus labios regresaron a su tono normal al igual que su piel, sin embargo, no existían tatuajes. Con el ceño fruncido siguió tocando su cuello, algo le decía que esa no sería la única sorpresa que recibiría en el día. Tomó su toalla y la puso alrededor de su cintura. En su habitación comenzó a vestirse con el uniforme escolar dispuesto a descubrir qué era lo que le ocurría. Estaba seguro de que quedándose todo el día en su habitación no haría nada.
Ya vestido abrió la puerta dispuesto a bajar las escaleras. De repente, escuchó un ruido proveniente de la habitación de su hermano. Caminó con cuidado para dar dos toques en la puerta. Para su sorpresa la puerta ya estaba abierta.
No había tanta luz aparte de la poca que brindaba el sol por lo que le fue difícil caminar hasta su hermano. Habían cosas tiradas en el piso y sintió cómo un vidrio se incrustaba en su zapato. Con sus ojos abiertos lo más que pudo caminó hasta el baño encontrándose con su hermano mirando su reflejo en un espejo roto.
– ¿Qué ocurrió? – su hermano tenía sus nudillos llenos de sangre por las cortadas del cristal. – ¿Estás bien? – no recibió respuesta. Su hermano estaba perdido en su mundo. – Seokmin, ¿me oyes?
El chico volvió en sí. Se alejó rápidamente de donde estaba viendo el estado de su mano y los cristales en el suelo.
– Yo... no quería... – el mencionado se detuvo a mirarlo. Y frunció el ceño. – ¿Qué te ha sucedido? – se acercó para tocar los cabellos ahora oscuros de su hermano. – ¿A ti también?
– ¿Qué tienes? ¿Por qué rompiste el espejo?
No recibió respuesta. Su hermano había empezado a recoger los pedazos de cristal y masajeaba su mano cuando ardía.
– Siéntate, yo te ayudo. – lo había llevado hasta su cama para tratar con su herida. Tomó un algodón y empezó a limpiar. – Seokmin, sabes que puedes confiar en mí. – al escuchar esas tres palabras el menor de ambos lo miró a los ojos con asombro. – ¿Qué sucede?
– Fue eso lo que me hizo actuar así. – con el ceño fruncido Seungcheol siguió limpiando su herida mientras lo escuchaba. – Escuché una voz al despertarme. Me dijo que me levantara y viera mi reflejo. Ni siquiera entendía el por qué tenía que hacerlo pero fui al baño. Cuando me vi... sentí miedo. Era una persona distinta. Mis ojos estaban apagados, no veía brillo en ellos, mis labios estaban secos y mi piel estaba pálida. No entendía qué me pasaba pero la voz volvió. Me dijo que rompiera el espejo, que me sentiría mejor. Que confiara. Y lo hice. Rompí el espejo y me sentí tan bien, tan libre.
– ¿Algo más que te haya dicho la voz?
– No me tomes por loco Seungcheol. – luego de tapar la herida de su hermano con una gasa tomó su rostro para que lo mirara fijamente.
– Yo nunca te tomaría por loco Seok. Quiero ayudarte. – su hermano se veía dudoso, por unos minutos se mantuvo en silencio hasta que habló.
– Me dijo que no estaba solo. Que tú también estarías ahí para mí.
– ¿Cuándo te dijo eso, Seok?
– Justo ahora.
• • •
Este es un nuevo proyecto, espero que les guste igual que a mi.
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Voces [Seoksoo/Jeongcheol]
FanfictionSeokmin, junto a su hermano Seungcheol, descubrirán algo que jamás esperaron. Llegarán unas voces místicas y hermosas para acompañarlos en su trayectoria. Tendrán varias sorpresas, ayuda de amigos y cosas inexplicables durante andar. Solo deben hac...