18°

238 50 0
                                    

Seokmin

El día había empezado muy extraño. Se levantó con su frente brillando debido al sudor que recorría cada una de sus esquinas, su mano cosquilleaba por vez mil y sus ojos seguían cerrados. Su respiración estaba normal pero sus latidos eran acelerados, la imagen de Jisoo sonriéndole fue lo que lo mantuvo tranquilo y sereno.

Abrió la puerta de su habitación con cuaderno y lápiz en mano dispuesto a dibujar lo que sea que su mente quisiera. Afuera encontró a Minghao medio dormido con su hijo en brazos. No le prestó mucha atención a lo que decía así que dijo buenos días antes de bajar y alejarse. Visualizó el comedor, no había nadie excepto Seungkwan quien le preguntó si necesitaba algo. Seokmin no era de pedir cosas pero su cuaderno sólo tenía 5 páginas restantes y dibujar era su única esperanza. Por lo que tomó asiento y le pidió otro cuaderno. Seungkwan sonriente le dijo que se lo traería y sin más se fue. Seokmin suspiró en el silencio, cerró los ojos de nuevo dispuesto a dibujar lo que sea que pasaba por su cabeza.

Cada vez que pasaba una línea tras otra en el papel podía ver el rostro angelical de Jisoo, su sonrisa y sus ojos expresivos. No se había dado cuenta de la presencia de su hermano hasta que fue interrumpido.

Aún se sorprendía de las cosas extrañas que dibujaba, veía el desastre que era su mente y todo lo que lo detenía. Después de todo nunca ha sido alguien que dibuja corazoncitos y cosas felices, la mayoría eran cosas oscuras sin sentido o paisajes espeluznantes creados por sombras.

– ¿Por qué no puedo dibujar algo que sí entienda?

« De eso se trata la vida. No todo será dado en bandeja de plata. Ten un espíritu aventurero y curioso. »

– Aparentemente tienes una lección de vida para cada pregunta, ¿ah?

Escuchó la risita dulzona en su oído derecho pudiendo imaginar la hermosa sonrisa que venía acompañada. « Tal vez. »

– ¿Qué significan estos garabatos?

« La llave te ayudará con eso. » La llave... ¿qué llave? ¿Acaso era la que su hermano tenía?

Efectivamente ella tenía la respuesta. Mostró la casa de sus terribles sueños, la tan inalcanzable vivienda. ¿Cuál era el misterio de tal casa? ¿Cuál podría ser su efecto sobre ellos?

« No pienses en ello ahora. »

– Gracioso que lo digas porque es lo único que puedo pensar en estos momentos. Si no lo puedo pensar, ¿para qué lo dibujo?

« Eres todo un gatito curioso. »

– Creas la duda en mí.

« Entonces permíteme sentirme orgulloso por ser la estrella principal en tus pensamientos. » la risilla llena de alegría hizo que alejara su mente de la casa. Lo volvía loco, de una manera buena.

Al cabo de unos segundos el tema de sus padres apareció rondando en su cabeza de la nada.

¿Sabes algo de mis padres?

Sabía que no le iba a responder, después de todo "no ha llegado el tiempo". Se había convertido en una costumbre pero la duda se mantenía a flote. En su cabeza aún existía el leve presentimiento de que ellos no estaban muertos. Seungkwan había fingido su muerte por razón que aún desconocen, es posible que sus padres también lo hayan hecho. Seokmin entendía que Jisoo debía mantenerse callado por alguna razón específica, lo que no esperaba era que le respondiera.

« Tu duda es aceptable cariño, pero lamento informarte que tu especulación es errónea. Tus padres, a diferencia de Seungkwan, sí murieron. Lo lamento... »

Voces [Seoksoo/Jeongcheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora