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Seungcheol

Su cabeza dolía, era un dolor punzante que no se detenía. Escuchó a lo lejos un silbido, el mismo que antes lo aterrorizaba.

– ¿Por qué apareció otra vez?

Puso todos sus sentidos alerta y corrió. No sabía a dónde iba pero, al estar en el bosque pensó en escapatorias.

El silbido se hacía cada vez más fuerte, sus oídos comenzaron a dejar de soportar el sonido agudo. Sus ojos se aguaron debido al dolor impidiendo que pudiera ver a dónde se dirigía. Sus pies tropezaron con un tronco provocando una caída dolorosa. El sonido incrementaba, sus lágrimas caían y el dolor de su cabeza no cesaba.

Intentó cambiar el sueño, buscó mil maneras de despertar pero su estrés no lo dejaba. Quería gritar, gritar lo más alto que pudiese y romper la barrera que existía entre su alma y su mente. Necesitaba escapar de donde estaba pero su sueño dejó de ser suyo.

Pensé que había aprendido a controlarlo. En serio lo sentía, ¿por qué ahora siento que no puedo mantener nada bajo control? Todo se me va de las manos.

– No desesperes, cuando lo haces tiendes a mandarlo todo a la basura. No lo hagas. Tienes el control de todo. Respira hondo e inténtalo otra vez.

– No puedo, no sé cómo.

– Deja que tu instinto te guié. Inténtalo amor.

Algo en las palabras de Jeonghan se sintió familiar, era extraño. Le hizo caso y buscó otras mil maneras para cambiar el sueño y lo logró.

Su cuerpo se encontró frente a la casa que Seokmin había dibujado al igual que Jasmine. Para su sorpresa su hermano se hallaba en su sueño y lo más sorprendente aún era que no estaba solo.

– Jeonghan, ¿quién es ese? – Jeonghan dejó de estar a su lado, había comenzado a caminar hasta donde estaba su hermano. – ¿Qué haces...

– ¿Seungcheol? ¿Qué haces en mi sueño? – escuchó a Seokmin e ignoró a Jeonghan por un momento.

– ¿Acaso no eres tú el que está en mi sueño? – recibió un no como respuesta. – ¿Tienes alguna explicación para esto? – Jeonghan, quien los miraba con una sonrisa, asintió comenzando a reír. – Es un momento difícil de entender y te ríes.

– ¿Tú también Jisoo? ¿Qué hay de gracioso en esto? – añadió Seokmin.

– Cuando están juntos se vuelven gruñones a la vez. – dijo Jeonghan.

– Tengo una duda. – Seokmin alzó su mano como si estuviera en el colegio. – ¿Acaso ustedes nos conocían de antes? ¿Tienen alguna explicación del por qué estamos todos en un mismo sueño? ¿Al menos me pueden decir el por qué todos están dentro de la casa excepto nosotros?

– Sigue preguntando mucho, ¿ah? – cuestionó Jeonghan hacia Jisoo, este último asintió con una sonrisa pequeña.

– Querido, ya te dije que las respuestas vendrán con su tiempo. Lo único a lo que no tengo respuesta es a que ambos tengan el mismo sueño. Jeonghan y yo estamos igual de sorprendidos que ustedes. Pero, si le vemos el lado positivo quizás sea mejor así.

– ¿Siempre habla así? – preguntó Seungcheol hacia su hermano, este último sonrió de la misma manera que Jisoo.

– Ya te acostumbrarás. Y, ¿alguno de ustedes dos nos podría dar al menos una pista para que todo esto acabe pronto?

Por primera vez ambos asintieron. Jeonghan le dijo algo a Jisoo en el oído y como todos unos cómplices sonrieron inocentemente. – Memoricen todo su alrededor. Deben encontrar un lugar exactamente a este en el bosque, lo único que no encontrarán será la casa. – dijo Jisoo.

– ¿Estás diciendo que la casa es simbólica?

– Correcto.

– Eso hace las cosas más complicadas. – se quejó Seungcheol recibiendo una mirada serena de Jeonghan.

– Memoricen todo este lugar, no será difícil hallar lo que buscan. – finalizó Jeonghan.

Y sin más despertó.

Su corazón iba a mil por segundo y el sudor recorría su frente. ¿Dónde estaba? ¿Por qué sentía su cuerpo ser ser cargado?

– Está despertando. – escuchó la voz de Minghao a lo lejos. Al abrir los ojos sintió la luz del sol en sus pupilas, cuando se acostumbró a la luz brillante pudo visualizar en dónde se encontraba. Su cuerpo estaba abrazando la espalda de Mingyu como un koala y el camino que estaban tomando le era conocido.

Estaban en el bosque. Y no solos.

Por un lado Seungkwan tenía una rama caída de un árbol y molestaba de vez en cuando a Vernon con ella. Por el otro lado, Seokmin era guiado por Wonwoo quien mantenía su vista fijada en el cielo. Mientras Seungcheol era cargado por Mingyu quien hablaba animadamente con su esposo sobre la hermosura de las ardillas.

– ¿Por qué estoy sobre tu espalda? – preguntó cuando pudo reaccionar.

– De nada. – dijo al bajarlo. – Te desmayaste en la casa. Seokmin explicó la situación y creo que todos hemos pasado por esos sueños antes. Sueños extraños que nos dislocan. No te preocupes, entre todos los ayudaremos.

– ¿Y los pequeñines?

– Se quedaron con la hermana de Vernon. – respondió Seungkwan. – Bien. Ahora que estás despierto y todos estamos atentos. ¿Cómo era?

– ¿Cómo era qué?

– El lugar Seungcheol, donde estaba la casa. – los hermanos abrieron los ojos en un instante sorprendidos. – No pregunten cómo lo sé.

– Seungkwan suele ser así, pueden ir acostumbrándose. – soltó Vernon con una leve sonrisa.

– Bien. – Seungcheol hizo que entre todos formaran un pequeño círculo. Empezó a decir cómo era el lugar junto a Seokmin quien daba información extra. Juntos formaron un plan y decidieron separarse. Wonwoo fue el primero en protestar. No le gustaba la idea de alejarse del grupo, todo el mal pasaba cuando se separaban. Vernon parecía inseguro también, al final no pudieron protestar más, los demás lo habían dado por hecho.

Seungcheol iba acompañado de Seokmin y Wonwoo mientras las otras dos parejas iban juntas. Tres caminos diferentes. Tres paraderos distintos. Seungcheol no veía lo positivo detrás de esto.

« Pero, el final está cerca, ¿quién no estaría feliz? »

– Alguien que tiene la incertidumbre.

« ¿No es mejor no saber lo que pasa? »

– Las sorpresas no siempre son buenas.

« Las sorpresas son las que nos mantienen con vida. Si supieras todo en esta vida, ¿te gustaría seguirla? Seungcheol, te conozco mejor que nadie y sé que odias la monotonía, no sobrevivirías ni un día en un mundo sin sorpresas. Detestas la sensación de ansiedad, el desespero de lo que vas a sentir, no la sorpresa en sí. »

– En serio, ¿cómo conoces mi sentir?

« Porque eres un libro que me permites leer. Es magnífico, desearía que pudiéramos leerlo juntos. »

Pronto se encontrarán.

Seokmin soltó de la nada mirando al cielo. Seungcheol frunció el ceño, ¿se lo habrá dicho a él?

– ¿Pronto...?

Sin embargo, Seokmin continuó caminando sin decir otra palabra.

Voces [Seoksoo/Jeongcheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora