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Seokmin

Llevaban al menos dos horas caminando, las piernas de Seokmin no daban para más pero él continuaba. A lo largo del viaje había hecho al menos dos dibujos y estaba terminando el último.

– ¿Por qué tendría que dibujar un camino?

– Descríbelo, ¿cómo lo viste en tu mente?

– Era un camino angosto, tenía piedras, cristales y habían hoyos en el suelo. Era un camino muy malo. – en realidad ahora que lo pensaba, todos sus dibujos fueron extraídos de algo que en algún momento había soñado. El camino era así de horrible pero omitió la parte en la que escuchaba los gritos desgarradores que hacían casi sangrar sus oídos. – También dibujé una mirada cristalina.

– ¿Tiene algún significado?

– No tengo idea solo decidí dibujar eso porque era lo único en lo que pensaba. – cuando soñó con la mirada sintió una presencia extraña. Como si la mirada fuese de él; como si él mismo se estuviera viéndose en los ojos de otra persona. No pudo ver realmente de quién eran los ojos y mucho menos qué significaban. – Y también ví esto.

Mostró el dibujo de una casa en medio de árboles, era una casa muy bonita pero estaba apartada de todo. Se veía tan acogedora. Habían dos siluetas dentro de la casa pero no parecían ser una amenaza.

– ¿Somos nosotros? – negó para apartar el dibujo.

– No pude ver sus rostros, en realidad no pude ver nada más solo ese ángulo. Pero créeme que no parecen ser malas personas.

Mintió un poco. Es cierto que no pudo ver sus rostros pero sí pudo escuchar un poco de la conversación que esas dos siluetas tenían. Incluso pudo escuchar la voz que lo estuvo ayudando todo este tiempo. Pudo escuchar el nombre de esa voz. Y supo que el rostro que había dibujado era de uno de ellos, era el dueño de la "persona" que seguía a Seungcheol.

– ¿En qué piensas? – quiso decirle que la cara que había dibujado era de la persona que le hablaba a él. Pero no se atrevió. Sintió que no era el momento.

– Nada. Solo quiero saber a dónde nos dirigimos. No tenemos dirección, mis dibujos no son de gran ayuda y las voces silenciaron.

– Vaya, si hubieras dicho eso ayer te hubiera dicho loco de verdad. – soltaron una pequeña carcajada. Suspiraron hondo inhalando todo el oxígeno bueno que daba la naturaleza. Era gratificante estar ahí. – ¿Te sientes igual?

– ¿Igual en qué sentido? ¿Espiritual, mental o físicamente?

– Cualquiera.

– Te diré que todo es lo mismo. Los tres tienen poder el uno sobre el otro. Físicamente estoy débil causado por el desgaste mental que tengo al sentir que no tengo más fuerza espiritual.

– Veo que durante los días te has vuelto más bueno con las palabras.

– Es algo que debes aprender con la vida. Las preguntas mejores formuladas son las que tienen las respuestas más estructuradas. – volvió a reír, más para sí mismo. – Vaya, entiendo el porqué el colegio es un desgaste para aquellos que no desean estudiar. No hay preguntas bien formuladas y solo se centran en preguntar cosas sacadas de un libro, ¿quien osa en responder una pregunta tan monótona? Cuando sus respuestas son simples no hay mucho que imaginar. No hay que usar el cerebro para imaginar una posible respuesta distinta a las demás.

– Atrapan la imaginación.

– La drenan. No me malinterpretes, sí hay preguntas bien formuladas y bien hechas pero, las personas son un mundo diferente. ¿Acaso crees que un experto en matemáticas aprende de la misma forma que un músico?

– ¿Y si es un músico experto en la matemática o viceversa?

– ¿Acaso crees que ambos hemisferios de su cerebro aprenden de la misma manera con las mismas preguntas? Aún siendo experto en ambos temas jamás aprenderá de la misma manera. Y sus preguntas serán completamente diferentes a la otra.

– Extrañaba nuestras conversaciones largas.

– Yo también.

« Seokmin. » Su mano tembló soltando el lápiz por la sorpresa. Estaba dibujando el rostro de otra persona. ¿Era la persona que le hablaba? Sentía que era un rostro que había visto alguna vez en su vida pero no podía descifrar dónde. ¿Eres tú? Pensó que no recibiría respuesta por lo que no se molestó en volver a preguntar.

« Cuando sientas algo y lo puedas ver, imagínalo. Ahí tendrás tu respuesta. » Su mano paseó por el dibujo delineando cada esquina de él. Cerrando sus ojos imaginó esa figura y se encontró en el mismo lado donde estaba antes, frente a esa casa acogedora. Una de las figuras comenzó a parecerse a él y pudo verlo. Era él, ese rostro era el dueño de aquella magnifica voz. Y de la nada la otra silueta empezó a tener forma también, su otro dibujo comenzó a cobrar vida. Había dibujado ambos dueños de aquellas voces y quedó impactado ante el encuentro.

¿Quiénes son? Su debilidad mental lo hacía tambalear y juró que su voz de cabeza tartamudeó, cosa que creía imposible.

« Solo tú y tu hermano saben. Por ahora es necesario que logren encontrar esa casa. » sus ojos se abrieron y volvió a buscar ese dibujo. Intentó buscar una pista que le ayudase a encontrar el camino pero no había ninguno.

« No busques de forma literal. Imagínalo. Siéntelo. Y lo verás frente a ti. »

– ¿Deberíamos seguir por este lado? – Seungcheol señaló el lado izquierdo del camino. Seokmin se sintió incómodo, no creía que era lo correcto ir por ahí. Al contrario de Seungcheol que sentía que esa era la mejor dirección.

– ¿Deberíamos separarnos? – los ojos de su hermano se abrieron en par y sin creer lo que había dicho comenzó a reír. Seokmin frunció el ceño y buscaba la broma en sus palabras pero no había ninguna. Al ver que no había ninguna sonrisa en el rostro de Seokmin, Seungcheol supo que hablaba en serio.

– ¿Estás mal de la cabeza? – después de decirlo se tragó las palabras. Sabía que si les contaban su historia a los demás ambos serían catalogados como locos. – Perdón, me refería a que esto es una locura Seok. No podemos separarnos en un momento como este. Gracias a ti tenemos un poco más de idea sobre lo que estamos haciendo. Si nos separamos me perderé y si algo te pasa no podré ayudarte.

– Tenemos a... las voces. No hay forma en que no nos ayuden.

– No creo que sea lo mejor...

– Vamos Seung, hemos ido muy lejos ya. Aún si seguimos juntos no haríamos mucha diferencia. Si vamos solos quizás tengamos más tiempo para pensar. Nos encontraremos otra vez.lo último resonó tan fuerte en la cabeza de Seungcheol que tambaleó y tuvo que poner ambas manos en su cabeza. ¿Dónde había escuchado eso antes?

– Bien, si quieres ir por tu camino, ve. Yo estaré al otro lado esperándote, cuídate. Seokmin se mantuvo unos largos segundos mirándolo detenidamente. Su hermano nunca había dicho eso, ¿dónde habré escuchado eso antes? Pensó para darse la vuelta y seguir por su camino.

Voces [Seoksoo/Jeongcheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora