Voces [Seoksoo/Jeongcheol]

28°

Seokmin

Su corazón latía con prisa, ¿taquicardia? Tenía sus ojos cerrados y un dolor de cabeza insoportable. Intentó abrir los ojos seis veces pero nada. Sentía gotas salir de sus ojos, ¿estaba llorando? Escuchaba murmullos a lo lejos.

– ¿Por qué está llorando? Wonwoo, ¿por qué Min llora? No debería estar llorando. ¿Acaso yo dije algo? ¿Fue mi culpa?

– Joshua tranquilízate un poco. No debes alterarte por esto, él está bien, pronto despertará, ya verás.

– Pero, ¿y si no lo hace?

– Lo hará.

Quizás tenía parálisis de sueño. Había leído que recomendaban mover primero los dedos de las manos, o de los pies, para poder mover el cuerpo completo. Sí, sí, eso debía hacer. Y así hizo. Movió sus dedos fríos de la mano derecha pasando hasta la izquierda. Lentamente sus ojos se abrieron con pesadez siendo cegado por la iluminación del lugar.

– ¿Y si no lo hace realmente? – continuó preguntando con desespero. Wonwoo pudo ver que Seokmin había abierto los ojos y los miraba expectante.

– Josh...

– Ha pasado mucho tiempo, ¿y si simplemente se rinde y no quiere despertar?

– Shua...

– Oh por Dios, ¿y si...

– ¿Jisoo? – preguntó Seokmin esperando la reacción del chico frente a él.

Joshua giró su rostro de manera sobre humana casi saltando sobre la cama. Sus ojos conectaron, Seokmin los veía algo diferentes. Eran unos ojos más expresivos que los de antes. No sabía cómo explicarlo pero, de que había algo diferente en este Jisoo, lo había. Ese mirar se sentía mal.

Las manos de Jisoo tomaron las contrarias entrelazándolas. Seokmin frunció el ceño, eso también se sentía diferente, estas manos eran distintas.

– Cariño, no sabes lo preocupado que estaba.

– Iré a informarle a Jeonghan. – añadió Wonwoo antes de irse.

– ¿Sabes lo poco que he podido dormir? Dios, si tan solo supieras cuan difícil fue vivir todo este tiempo sin ti.

– Jisoo, ¿te sientes bien? – el chico de los ojos expresivos no respondió. ¿A qué se refería con si estaba bien? – Te ves distinto. Hace unos minutos te veías lleno de vida y tus ojos no tenían...

– ¿No tenían qué?

– Ese vacío en ellos. Hay algo que falta en ellos, ¿por qué te ves extraño?

– Ay cariño, le das muchas vueltas a todo.

Jisoo se acercó dejando un casto beso sobre los labios ajenos. Seokmin lo supo en ese entonces. ¿Por qué se sintió tan... seco? Fue un beso distinto, nada parecido al beso que sintió hace unos minutos, no como ese beso que quemaba toda su alma sacándolo de su ser. ¿Dónde estaba ese Jisoo? Su voz.

– Llamaré a Minghao, estoy seguro que querrá saber que despertaste. Especialmente Mihyu.

Cuando el chico salió de la habitación, Seokmin exhaló. ¿Jisoo? ¿Estás ahí? ¿Dónde estás? Vamos, aparece por favor.