13°

344 59 1
                                    

Seungcheol

Toda su vida creyó que tendría que tomar control de la empresa de su padre, que tendría que participar en ridículas conferencias sobre Dios sabe qué. Su interés no se acercaba ni un poco al tema de los negocios, lo financiero ni las empresas. Lo suyo era ser más liberal, que la vida lo guiara, tenía pasatiempos pero eran eso, simples pasiones de juventud. No quería pertenecer a ningún grupo social, no quería ir a la universidad para estudiar. Quería ser autodidacto, crear las cosas por él mismo, ser su propio jefe sin rendirle cuentas a nadie. Su anhelo era ser libre; su única verdadera pasión y la más frustrante.

Recordaba cómo su madre le llenaba la cabeza de muchas ideas sobre el por qué ser alguien que no quería era bueno. Él no entendía, ¿para qué querría nacer, vivir como un preso y encima obedecer a lo que los demás le manden a hacer? ¿Cómo era eso gratificante? Dejar de ser tú mismo para complacer a alguien más no era algo que tenía en mente hacer. Ningún niño responde "quiero seguir las órdenes de alguien, matarme trabajando y morirme siendo infeliz" cuando les preguntan qué quieren ser cuando crezcan. ¿Entonces por qué ahora sí se siente así? ¿Dónde está la felicidad que prometieron? Venir al mundo significa venir a ser feliz, ¿entonces para qué se sufre buscando la felicidad si se supone que ya la tenían?

¿Quién puede dar el verdadero significado de la felicidad cuando nadie la ha experimentado?

Sin embargo, todo cambió. De la noche a la mañana su hogar dejó de ser suyo. Sus padres estaban muertos y su amigo también.

Pero no lloró. No, no lloró porque no le dolía, sino porque se sentía vacío. No creía realmente que sus padres estuvieran ahí bajo tierra y mucho menos su amigo. No podía imaginarse al personaje más alegre y cómico que había conocido debajo de la tierra sin vida.

– ¿Estaré siendo un mal hijo y amigo en estos momentos? No he llorado y ante los ojos de los demás puedo ser un monstruo.

« Sentirte vacío y sin sentimientos en un momento como este no te hace un monstruo, sigues siendo humano. Sé que tienes dudas que necesitas aclarar pero no puedo responderlas ahora. ¿Confías en mí?

– Confío en ti, pero el mundo se ha vuelto un lugar inseguro, indeciso.

« Entonces olvídate del mundo. Crea el tuyo propio. ¿Querías ser tu propio jefe, no? Entonces sé. »

Están siendo controlados por un monstruo mental. No tengo descripción de él, no tengo idea de cómo se ve pero sí sé la destrucción que puede causar. Esas personas están muertas en vida. – habló Seokmin luego de un largo rato de estar en silencio. – Jisoo me dijo que se pueden detener pero no sé la manera.

– ¿Deberíamos quedarnos aquí? – recibió un no como respuesta. Debían encontrar un lugar para quedarse antes de que les pasara algo.

La noche se volvió día otra vez y el día noche. La falta de sueño era notable, las ojeras adornaban las partes inferiores de ambos pares de ojos. Buscaron una persona normal, al menos una que no tuviera la epidemia pero todos parecían estar afectados. Las tiendas, centros comerciales y lugares de comida chatarra, todos estaban cerrados con ningún ser humano adentro. Al cabo de unas largas horas, al menos 48 horas, las calles estaban vacías de autos y personas. Las piernas de Seungcheol flaqueaban con cada paso, había soñado muchas veces despierto pero eso no era una recarga al sistema, necesitaba un lugar en donde recostarse a descansar.

Aunque, por segunda vez, sí tenían una dirección. Se dirigían más arriba de la villa, más dentro de la montaña Yao. Era una montaña algo empinada cuando se caminaba a pie aunque tampoco era imposible de subir, con las mínimas fuerzas lograron subir hasta el tope de la montaña.

La villa Yun. Era una villa especial, recordaba cuando su padre hablaba de todas las cosas extrañas que pasaban en ese lugar. Muertes repentinas y desapariciones. Muchos iban a investigar qué era lo que pasaba en tal lugar, sin embargo, nunca regresaban. Por eso de ser una simple villa pasó a ser toda una leyenda, creaban miedo en los más pequeños para que nunca subieran a curiosear el lugar.

Se dice que no hay vida en el lugar, que hay puros fantasmas que atacan sin previo aviso. Seungcheol no creía en eso, los fantasmas podrían o no existir pero no creía que atacasen de la nada a personas inofensivas e inocentes. Él sabía que en ese lugar aún existía vida, ya sea humana o animal.

– ¿Es correcto lo que estamos haciendo?

« Has llegado muy lejos como para retroceder. ¿Qué te atormenta? »

– Quisiera saberlo. También desearía entender qué es lo que me tiene así. No lloré por mis padres ni por Seungkwan, pero sí lloro por impotencia. De la noche a la mañana no tengo hogar. Cosas extrañas han pasado, el tiempo aparentemente ha dejado de existir, la gente de la villa Chun está muerta en vida, hace una semana y media comencé a escucharte y en estos momentos mi cerebro no puede para más. Pero, ¿de qué sirve rendirse a ésta altura? Debo continuar. No dejaré a Seokmin por mi idiotez y no te ignoraré por mi egoísmo. Solo necesito descansar, eso es todo.

« ¿Sabes que continuar caminando sin fuerzas y sin rumbo es de valientes? No todos toman el riesgo de sufrir lo que venga y traiga la vida. Es un signo positivo el hecho de que no quieras rendirte. Tranquilo, podrás descansar en unos cuantos minutos. Aguanta un poco más, recuerda lo que una vez te dije. »

– Me has dicho tantas cosas... ¿Siempre tienes una respuesta para todo?

« Tal vez. Muchas veces eres tú mismo quien te contestas, yo solo te ayudo a conectarte con tu subconsciente. »

– Aún tengo mil dudas sobre ti. ¿Quién eres Jeonghan? ¿Por qué puedo verte y sentirte? ¿Eres real?

« Ya te lo había dicho. Soy todo lo que tú quieras. »

– ¿Puedes ser humano y estar justo a mi lado?

No hubo respuesta a la pregunta. Un pequeño bufido salió de los labios de Seungcheol acompañado de una leve sonrisa ladeada, sabía que se iba a callar después de preguntar eso pero, ¿qué perdía con intentarlo?

¿Qué es lo que debía recordar? Nunca me respondiste.

« El principio del final ha llegado. »

– Fuiste tú el que me salvó de aquel silbido, fuiste tú quien entró en aquella habitación... ¿por qué me salvaste?

« Las razones no son importantes en este momento. Por ahora céntrate en encontrar las verdaderas respuestas a las preguntas necesarias. No necesitas saber sobre mí en estos momentos. Mira hacia al frente Seungcheol, has llegado. »

Y era cierto, la villa Yun estaba justo frente a ellos.

Voces [Seoksoo/Jeongcheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora