Gemelos.

28.

Deje a Jazmín en su casa tuve que decirle que se había desmayado pero antes tuve que recoger todo el desastre que había causado con mi discusión con Jake por suerte ella no se había dado cuenta de nada, aunque todavía estaba confundida.

Iba camino hacia a mi auto pensando en lo que iba hacer para detener a Jake pero nada se me ocurría, se que él es de esas personas que cumplen sus amenazas y tenia miedo que le hiciera daño a Phoebe. Conduje hacia otra dirección quería saber si ella estaba a salvo que mi hermano no le hubiera hecho nada sino no podía dormir tranquilo de solo pensar en la posibilidad de perderla.

Cuando llegue a la casa de Phoebe comprobé que todos estuvieran durmiendo luego llegue a su habitación utilizando uno de mis dones como dios aunque no me gustara utilizarlo pero a veces era muy util, ella dormía plácidamente en su cama envuelta en la sabana azul marino a su derecha estaba el oso de peluche que le había comprado como detalle ya que mi hermano no quería hacerlo porque le parecía ridículo pero en realidad la razón por la cual lo compre era para ver su expresión de su rostro al momento de verlo y si que había resultado ella estaba tan feliz, en una de las conversaciones que tuvimos en Whatsapp (Por el celular de Jake) ella me dijo que le había puesto "Bob" me reí mucho de eso, pensé que era tan dulce y graciosa.

Me acerque a su cama sentándome estire mi brazo para tocar su cabello castaño bajando lentamente hasta su rostro pasando por sus mejillas, sus labios estaban un poco entreabiertos y lanzo un largo suspiro antes de acomodarse mejor entre las sabanas. Ella me parecía la mujer mas hermosa que haya conocido en mi vida inmortal se que había conocido a varias pero ninguna se comparaba a Phoebe Milano.

Hice el atrevimiento de acostarme a su lado, teniéndola de espalda me acerque a su oído para hablarle en sueño como había hecho tantas veces desde que la conocí.

- Hola pequeña, nuevamente soy yo. Tate el nombre que escogí para estar en este mundo. Aun no puedo creer que desde hace tres años que te conozco aun no te has dado cuenta que he vino cada noche a tu habitación a desearte buenas noches a protegerte de tus pesadillas, quizás es porque eres muy dormilona-Dice riéndome levemente para no despertarla-Te amo Phoebe, lo he hecho desde la primera vez que me miraste pero siempre he tenido miedo de decírtelo porque siento que seria un error porque soy un dios alguien inmortal y si te reclamara como mía, la agonía de saber que algún día morirás me tenga que quedar solo llorando tu muerte es mucho peor que cualquier tortura, no voy a poder soportar perderte-Acaricio su cabello respirando profundamente-No dejare que mi hermano te lastime robe tu alma, no dejare que te aparte de mi para llevarte al inframundo. Cuidare de ti como si fuera tu ángel guardián seré tu sol y tu sombra. Seré tu guerrero y tu héroe en el momento que me necesites. Es momento que deje mis temores comience a enfrentarme al mundo...Por ti, Phoebe.

Ella se movió en la cama me quede inmóvil se dio vuelta para mi sorpresa se abrazo a mi colocando uno de sus brazos por mi cintura aun si no se despertó, murmuro algo en sueño que no entendí pero me hizo sacar una sonrisa, bese con cuidado su frente mientras cerraba mis ojos.

- Dulces sueños, mi dulce diosa. - La última imagen de ella fue como una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro me había escuchado.

Tres palabras: TATE ES PERFECTO

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