Capitulo Cincuenta-Siete: Regalo.

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Luego de un par de extensas e interminables horas, por fin el día había terminado, la noche apenas estaba empezando junto un manto de oscurecidas nubes, indicando que pronto caería la inminente lluvia, esto no era ningún problema para el amante de lo paranormal, quien se mantenía plácidamente resguardado con su mirada absorta en las atrapantes páginas de un muy buen libro.

La concentración absoluta al aferrarse en cada palabra, solo lo incentivaba a sumergirse de forma codiciosa en su lectura, una grata emoción lo arrullaba, para que se perdiera de la realidad que lo rodeaba, eran esos pequeños pero cortos momentos, que no se arrepentía de absolutamente nada en escoger ese tema que tanto le fascinaba. Dio vuelta la última página, sosteniendo con firmeza aquel extraño libro rojo de tapa enmarcada, una débil sonrisa se dibujó en sus labios para luego cerrarlo y dejarlo a un lado, quedó con un intenso sentimiento de satisfacción al notar que por fin lo había acabado.

Antes que pudiera hacer una reflexión interna sobre las últimas palabras del autor, unos suaves golpes resonaron por toda la habitación, maldijo su suerte, detestaba cuando le arrancaban el placer de terminar algo que tanto había esperado, chasqueo su lengua mientras que estiraba sus brazos, demostrando la verdadera fatiga de soportar en esos precisos momentos, visitas.

Una vez que los segundos avanzaron, reguló su voz para dar permiso a sea cual fuese la persona que se estuviese detrás de la puerta, dejando ver inmediatamente a su excéntrico compañero con gustos paranormales, quien se adentro con cierta desconfianza al cuarto de el de lentes. Su inesperada intromisión alejo gran parte de su molestia, despertando a su vez la curiosidad, no entendía qué estaba haciendo exactamente en su hogar, más a esas horas, a lo que solo le regaló un gentil gesto para que se acercara, intentando transmitirle confianza. Le tranquilizaba la idea de que por fin pudo encontrar a un amigo para conversar sobre sus peculiares aficiones a todo lo relacionado con lo sobrenatural.

- Lamento interrumpirte en medio de tu lectura, Dib. -se disculpó el castaño, mirando de reojo el libro sobre la cama.

- No te preocupes, acabo de terminarlo. -afirmo con tranquilidad- ¿Necesitas algo, Louie? -pregunto intrigado.

- Solo vengo a decirte que el profesor no llegará hoy a casa. -respondió moviendo nervioso sus manos- El mismo me pidió que te avisara y que le hagas el favor de disculparte de su parte con Gaz. -explicó con una débil sonrisa.

- Eso es extraño.. -balbuceo totalmente pensativo- Debío prometerle algo realmente importante, para que me pidiera que me disculpe por el.. -hablo despeinando sus cabellos- Como sea, gracias.

- Ni lo menciones. -suspiro sacando unos papeles de su mochila- Estos son algunos expedientes de unas investigaciones inconclusas, quizás te parezcan interesantes. -informo entregándoselo al contrario- Me gustaría saber tu opinión respecto a ellos.

- Vaya, hace tiempo no he visto este tipo de casos. -señaló aceptando y sosteniendo los papeles entre sus manos- Gracias, voy leerlos a primera hora mañana. -avisa con una enorme sonrisa.

- Genial. -le devuelve la sonrisa, encaminándose a la salida- Hey, Dib permíteme un consejo. -se detiene frente a la puerta, ganándose la atención del de lentes- No seas tan duro con tu padre.. ¿De acuerdo?

Antes de que pudiera contestar, él de gabardina azul repentinamente se retiró del cuarto, esto solo logró descolocarlo, más con esa actitud calmada y confusas palabras, entre tantos posibles diálogos que pudieron haber entablado, el que aconteció en ese momento fue el que menos pudo esperarse. Cerró sus ojos, buscando desconectar su mente, no quería pensar demasiado en los conflictos que tuvo días atrás con su padre, últimamente no quería deshacerse de su buen humor, pero parecía que la vida quería golpearlo, aunque tratará de olvidarse de todo por un rato, tenía varios asuntos importantes que atender, desde la posible teoría de que su inocente padre fuera partícipe de un proyecto para crear a un presumido irken, hasta que se oponga con tanta penuria a que siguiera sus propios ideales.

Mas allá del Odio [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora