Capitulo Cincuenta-Cinco: Aliado.

1K 122 34
                                    

La atmósfera fue cambiando drásticamente, un duelo de miradas se estaba llevando a cabo en pleno interior de la residencia Membrana, una tensión electrizante fue cubriendo a dos seres humanos cuando estos mismos decidieron estrechar con fuerza sus manos, daba la certeza que una minúscula rivalidad era proyectada, de manera inconsciente. Ninguno pudo darse cuenta enseguida que se estaban desafiando forzosamente, e incluso, mantenían una posición defensiva, como si en cualquier momento podrían empezar a librar un combate.

Un muy bien "disimulado" tosido, perteneciente a su progenitor, fue quien lo distrajo, liberando de esta manera el asfixiante e tóxico ambiente que formaron entre ellos, a lo que sin pensarlo demasiado, cortaron inmediatamente todo contacto, reemplazando fortuitamente sus expresiones y muecas faciales, ha unas más naturales e agradables. No entendía del todo bien porque fue esa su eventual reacción, pero algo le advertía que tenía que tener especial cuidado con el.

Lo miró con recelo mientras intercambiaba palabras con su padre, ese sujeto parecía tener su misma edad alrededor de unos 17 o 18 años aproximadamente, su cabello estaba desordenado y alborotado siendo de un color castaño claro, con unos ojos azulados resaltando unos ligeras ojeras, mientras que vestía una gabardina de color azul marino, bastante parecida a la suya, una camiseta negra y pantalones oscuros, claro agregando unas alargadas botas al estilo militar, también de un color negro. Esta extravagante apariencia lo hacía pensar, no parecía ser un aficionado a la ciencia, ni mucho menos pertenecer al campo de la tecnología experimental, era imposible no sospechar de aquella persona.

Su cabeza nublada e confusa, por las diversas hipótesis instaladas en su atrofiada mente, solo conseguía establecer más dudas, pero la que destacaba con fuerza era que su padre quería darle una severa lección, una audaz táctica para ponerlo en una encrucijada y caer ante su ordenanza de seguir el camino impuesto por el pero.. No, era demasiado descabellado creer que su padre se haya rendido con él.

Pensándolo bien, no tenía el derecho a molestarse, ni mucho menos de enojarse, después de todo, indirectamente le estaba dando una pequeña libertad, ya no estaba forzándolo tanto como antes, quizás podría utilizar a su antojo al recién llegado, como un chivo expiatorio para que el tuviera una oportunidad de seguir su alocado deseo de hacer su sueño realidad, así convertirse finalmente en un profesional en lo paranormal.. ¡Demostraría a todos la existencia de cosas más allá de lo terrenal! ¡No todo era "científicamente posible"! ¡Que sucedían muchos sucesos sobrenaturales, sumamente espectaculares! Todo en su vida le estaba resultando tan bien, que era imposible no creer que todo se tratase de un hermoso sueño, y que pronto se despertaría para chocar de cara con su patética vida aburrida.

- Muy bien, hijo. -lo nombró ganándose su completa atención- Estaré realizando experimentos en mi laboratorio. -aviso abandonando la sala- Te estaré esperando abajo, muchacho. -menciono mirando al castaño.

- Enseguida lo alcanzó, profesor. -respondió al ver que se retiraba el de bata blanca- Me gustaría hablar contigo un segundo, Dib. -pidió rascando su nuca, nervioso.

- Bien. -encogió sus hombros- No tengo algo mejor que hacer. -respondió haciendo un lado su comida- ¿Que quieres saber?

- Eres el agente "Mothman" -afirmó con seguridad- ¿No es así?

- Por el amor a pie grande... -balbuceo incrédulo- ¿Cómo demonios sabes eso?

- ¡Lo sabía! -expresó satisfecho- He escuchado muchas historias disparatadas y algo alocadas viniendo de ti, eres el constante dolor de cabeza para la organización. -suelta una risa- No sabes lo emocionante que es al fin conocerte.

Mas allá del Odio [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora