Capitulo Cincuenta: Compromiso. ¿Qué es?

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El camino de vuelta hasta su base, nunca antes se había sentido tan denso y largo, sus piernas se movían de manera automática, manteniendo una mirada baja, a la vez que era golpeado por diversos pensamientos, que lo preocupaban de una forma ridículamente emocional, al punto de ser casi humano, se debatía mentalmente sobre los riesgos mortíferos que tendría que afrontar su apestoso humano, la cuestión que se planteaba a sí mismo, era la resistencia y el peligro exponencial de la frágil vida, que al extinguirse, nunca más regresaría. Un terror tan profundo, lo rodeó en un miedo involuntario, comenzando poco a poco temblar, si algo detestaba de toda la humanidad, era su patética e transitoria existencia, era demasiado sencillo acabar con una vida, su tiempo era efímero, de hecho en su momento lo vio como una ventaja, pero ahora, era algo que transcomian sus ideas y la mayor parte de sus complejos sentimientos.

Unos fuertes pero cálidos brazos, rodearon con cariño sus hombros, mientras ambos caminaban, trayendo como consecuencia, que el irken se apoyará casi por completo, en el cuerpo del chico gótico, sintiendo en el proceso, la suave respiración y los ligeros latidos provenientes de su corazón. Aún se mantenían en un sutil silencio, en donde ninguno de los dos quería emitir palabra alguna, solo limitándose a caminar para volver a casa, esto de alguna forma calmó las inseguridades del irken, queriendo alejar momentáneamente sus temores, ignorando su misión, para centrarse ahora en su prioridad: Dib.

Por otro lado, el amante de lo paranormal, confirmó cada una de sus sospechas, al ver el extraño comportamiento del extraterrestre, intuyendo de que algo bastante grave lo estaba atormentando. Deduciendo y conociendo la actitud de su pareja, simplemente acallo sus propias preocupaciones, para apoyarlo de manera indirecta, brindándole sutilmente una confianza física, indicándole que en cualquier momento, podía abrirse a él.

- ¿Dib-cosa? -lo llamó con tranquilidad- Quiero preguntarte algo.

- Realmente empiezas a preocuparme, Zim. -expresó mirando al irken- ¿Que sucede?

- ¿Tendrías un unión, conmigo?

Una mezcla entre una genuina sorpresa, junto una bien oculta felicidad, predominaron internamente al amante de lo paranormal, se detuvo abruptamente, sintiendo como su corazón latía con demasiada fuerza, sincronizando con unos infundados nervios, los cuales bajaban con prisa hasta su estómago, casi como si estuviera siendo dañado por un líquido totalmente ácido, que sin piedad, lo estaba quemando. Su cabeza estaba en blanco, procesando a pasa lento, la repentina pregunta que salió de los labios del irken, en donde este mismo imito su acción, deteniéndose justo delante de él, mirándolo con una expresión seria y confundida.

¿Que debía hacer? El sano juicio que aún conservaba, estaba aliándose con sus sentimientos, no conseguía calmar sus emociones, esa sincera pero inesperada confesión de amor, lo envolvía en algo mágico, acompañado de un creciente temor, al creer que tan solo había escuchado mal, riesgos dudas, se apoderaban lentamente de su inestable corazón.

- Zim, acabas de decir una "unión". ¿No es así?

- Absolutamente, humano.

Bien, estaba confirmado. Inhalo y exhalo para calmar lo irregular de su respiración, mientras trataba de controlar su bien acelerado pulso, a la vez que decidió imponer un claro orden, tanto en su mente y como en su corazón. Debía pensar cuidadosamente las palabras exactas que necesitaba transmitir al irken, lo último que el de lentes quería, era iniciar una discusión y retomar su mutuo odio. Aunque pensar en esa posibilidad a estas alturas era absurdo, pero tratándose del extraterrestre, nunca había que confiarse... Esto le saco una gran sonrisa, aliviando un poco su propia carga emocional que inevitablemente le divertía.

Mas allá del Odio [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora