Capitulo Treinta-siete: Negociación.

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La tensión acumulada en esa pequeña sala, era atravesada sin piedad por la sorpresiva información, que tomó totalmente desprevenido, al más pequeño de los irkens, una leve electricidad recorrió cada centímetro de su cuerpo, para lograr paralizarlo y desorientarlo. Sucumbiendo a un estado casi catatónico, su cerebro no tardó demasiado en procesar, teorizando sutilmente para tratar de brindarle una respuesta a su necesidad, su mente y los escasos recuerdos del conocimiento prohibido para los irkens, se planteó firmemente en su cabeza.

Era cuestión de tiempo, para que las piezas empezarán a acomodarse, dentro su retorcida lógica, increíblemente comprendió a lo que se refería, aunque quería equivocarse y que se tratara únicamente de un error o una inconsistencia por parte del investigador.

- ¿Creador? -repitió con asombro- Eso no es posible, estúpido irken. -aseguro con una sonrisa ladina- Estas loco.

- Es un hecho increíble, pero es verídico, Zim. -informó con seriedad- Según mis investigaciones, fui concebido de manera artificial como cualquier otro irken. -lo observó con frialdad- Pero mi genética es un raro híbrido, entre genes de un 30% humanos. -afirmó con seguridad.

- ¡Imposible! -bufo con molestia, cruzándose de brazos- ¡Eso no tiene ningún sentido! -exclamó enfrentando su lógica- Aunque fuera cierto, dudo que exista algún humano tan inteligente, como para crear y llevar a cabo algo como eso..

- Membrana. -interrumpió al de ojos magenta- El profesor Membrana es quien me creó, o participó en el procedimiento. -explicó con seriedad- Es la conjetura más acertada que tengo por el momento.

- No hay pruebas de que eso sea verdad. -refutó con insistencia- Si fuera de esa manera, indirectamente serias un primogénito de Membrana.

- Exactamente. -asiente alejándose un poco del irken- Zim, absolutamente nadie sabe esto. -movió ligeramente sus manos- Si los Más Altos lo descubren, ordenarán mi erradicación sin piedad. -mencionó bajando levemente sus antenas- Necesito que guardes el secreto.

Mala idea. Un jaque mate descomunal.

- Zim lo hará.

-¿De verdad?

- En compensación de que oculte tu procedencia inferior.. -se encaminó con lentitud al irken- Debes hacer algo para ayudar al majestuoso Zim. -advirtió con una tétrica sonrisa- Debes volver inmediatamente a la Inmensa. -exigió deteniéndose frente al investigador- Desde ahora, trabajarás bajo mis órdenes.

- ¿Que?  -lo observó con una genuina sorpresa- ¿Que es lo que planeas hacer, invasor?

- La destrucción total de la Inmensa. -respondió con sencillez- La aniquilación de los Más Altos y eliminar la tiranía ejercida por los superiores.

- ¡¿Estas loco?! -exclamó crispando sus antenas- ¡Eso significaría una condena a escalas masivas para nuestra propia raza!

- Efectivamente. -explica moviendo su mano- Veras, necesito quien me brinde información relevante para la misión, y al único que veo en estos momentos, que podría ser de utilidad, además que posea esa capacidad. eres tu.

- ¿Por qué? -pregunto con seriedad, mirándolo con incredulidad- ¿Por quieres hacer esto, Zim?

- Odio. -responde poniéndose al frente de él- Tú mismo eres capaz de sentirlo ¿Verdad? -pregunta dando ligeros golpecitos al cuerpo del investigador- Esto no solo beneficiaria a Zim, sino también a ti. -lo mira con severidad- No serás perseguido, ni juzgado por tu patética procedencia.. -le extiende su mano- Entonces ¿aceptaras mi petición, ST005?

Mas allá del Odio [ZaDr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora