Capítulo 27 Otra vez justos

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La temperatura bajaba a medida que se llega la noche. Vapor escapa de la boca de la nueva líder de los Senju, espera por la puerta principal de sus dominios, a su rey con las figuras más importantes de su clan. La impaciencia era notoria ante los élites y hermano albino. Mientras camina en medio de los antes mencionados, una sonrisa lleva formada en su tez canela y ojos chocolates. Para sus acompañantes era un momento inquietante y necesario para saber cómo se presentarían sus antiguos enemigos. Los mataba cada minuto que transcurría, pero para Lady Hashirama, era como esperar lo más importante llegar a su lado.

El comandante de los porteros anunció la llegada de sus invitados. Los vio acompañados de sus ninjas, acercándose a la fortaleza Senju con las figuras más importantes que una vez combatieron hasta la muerte. El rencor tenía que irse al olvido, y hacer espacio en sus mentes para el nuevo imperio en donde los Senju y Uchiha dominen.

—¡Uchiha Madara, se aproxima con nuestros camaradas! —anunció el general de los porteros —. ¡Abran las dos puertas!

Las grades puertas de madera se abrieron de par en par, dejando ver a los invitados aproximarse a las puertas. Los Senju que se encontraban al interior de la fortaleza vieron al líder Uchiha al centro de los élites generales de su clan, a un consejero, y el segundo líder, Izuna quien lucía más delgado y pálido por lo mal que la había pasado hace días. La tensión era tensa que cualquier movimiento amenazante podía desatar una masacre. Pero ella no lo veía así, sino como la piel de su rey resalta con su larga melena oscura como el carbón y su vestimenta también. Una vez más se enamoró de Judas quien no mostró felicidad por el nuevo encuentro. Sabé que lo hace porque le da pena demostrar afecto ante los demás, así que se encaminó hacia ellos, sacando muecas de impresión por parte de los suyos. Madara no puede traicionarla.

—Madara, amor mío, estoy gustosa por volver a estar juntos. —La morena con alegría se colgó del cuello de su rey, afecto que provocó las mejillas del antes mencionado tornarse calientes.

Los presentes incrédulos ante lo que miran pelearon por no mostrar lo que provocó el afecto de la morena hacia el joven líder Uchiha: intranquilidad y perturbación.

—Aquí no... —murmuró entre dientes mientras la ve a los ojos —. Necesito un lugar cálido para Izuna, sigue mal.

Lady Hashirama llevó su mirada hacia Izuna quien la ve inexpresivo.

—¡Que egoísta soy... —se deprimió unos segundos, luego se repuso y continúa a decir —: ¡Vamos a una de las habitaciones de huéspedes para que te calientes y pueda revisar tu herida, Izuna-san!

Lady Hashirama liberó el cuello de su rey y caminó hacia su cuñado quien a centrado su mirada fría hacia la persona que lo dejó en ese estado. Lejos de ellos, Tobirama escruta cada movimiento, miradas y señales, que puedan ser una amenaza para los Senju. También se ha percatado de cómo lo ve su archienemigo.

<<Maldito Uchiha... Es un milagro que aún sigas con vida>> pensó Tobirama mientras avanza hacia los Uchiha. Quiere mostrarles un poco de hospitalidad, y que vean que su hermana no está sola.

—Hay viene, Tobi... —Hashirama se colocó a un lado de su esposo mientras los élites del clan Uchiha ofrecen una reverencia. Ella sonríe avergonzada, pues no lo vio venir.

Los Senju ven aquello como el comienzo de la alianza que pactaron ambos jóvenes líderes tras un casamiento imprevisto y secreto.

—Hashirama, pasemos al salón de reuniones, hay mucho de que hablar —dijo Tobirama con respeto.

—Después de ver a Izuna —dijo la morena.

—¿No piensas inclinar tu cabeza ante nuestro líder? —la pregunta de Izuna sono desafiante y a la vez tenue por su estado.

El beso de Judas  &quot;Un rey sin corona&quot; [Finalizada] ANTI ROMÁNTICO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora