Capítulo 20- Buscando razón.

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Escrito por Kyla.

Capítulo 20 – Buscando razón.

        La tarde terminaba y yo estaba esperando a Lázaro, él no venía. El viejo había desaparecido como una de sus rutinas diarias nuevas, era en el que menos confiaba hoy y sin embargo, el que más nos entrenó en todo lo que sabíamos. Luego de pasada la tarde y cuando la noche se empezaba a imponer, mi hermano llegó a mi casa y acto seguido ingresó también el viejo tras él.

          –¡Kyla, rápido, haz de esta casa algo normal! –Me gritó mi hermano, sinceramente lo tomé como una burla.

           –¿De qué estás hablando, primate? –Le retruqué su chiste.

          –De prisa Kyla, ordena un poco todo esto, yo intentaré mover nuevamente la mesa en el lugar correcto. –La habíamos corrido para entrenar nuestras transformaciones, en efecto, los pelos todavía se encontraban esparcidos por allí.

            –¿¡Pero qué es lo que pasa Lazarus!? –Pregunté mientras levantaba el pelaje y el viejo, callado, me ayudaba.

            –Están haciendo un control de rutina en toda la ciudad, los soldados de Garriguer, simplemente para consultar dónde han estado todos durante estos días y ver si el registro está completo. –Me dijo.

            –¿Se habrán enterado de que sus tramp…? –Tocaron la puerta.

            Hubo un gran momento de silencio donde mi hermano miraba al viejo, este me miraba a mí y yo los miraba a los dos. No sabíamos que hacer ni quién iba a ir a abrir la puerta. Nadie tenía ganas de ello, nadie quería enfrentarse a la realidad. Por lo pronto todo estaba resguardado y prolijo, no creí que nos fuera a pasar nada así que fui la primera que reaccionó.

            Abrí la puerta y allí se encontraban dos personas paradas, con sus trajes de la ciudad, sus insignias, su espada y su arma de fuego a pólvora de una sola bala.

            –Buenos días, ¿Señora Frank–Elaine? –Preguntó el más alto de ellos, tenía una gran cicatriz en su mejilla izquierda y se notaba en él una mirada fría que me llevaba a deducir una vida triste y monótona.

            –Sí, encantada, ¿A qué se debe esta interrupción? –Pregunté, maduramente, supuestamente era una dama de Senenloo, tenía que actuar como ella. Que aberrante.

            –Oh señora, no ha sucedido nada que vaya a cambiar las cosas aquí. Solamente es una acción rutinaria. Necesitamos verificar si todo está en orden por la casa. –Me dijo el segundo, más pequeño e inocente, seguramente era nuevo y estaba siendo amaestrado como un juguete nuevo.

            –Todavía no me han de haber contestado el motivo. –Me fijé.

            –Bueno señora, han estado sucediendo cosas que, como usted sabe, son directamente influyentes en todos nuestros ciudadanos, como su persona. –Me dijo el mayor –Es por esto que decidimos organizar esta búsqueda alrededor de toda la ciudad y un seguimiento de todas las acciones durante estos dos meses que hemos declarado un estado de inseguridad por los criminales del bosque. –Terminó.

          –Oh, así que es por ello. Los criminales que me asaltaron cuando llegué a la ciudad… Todavía los recuerdo.

           –Señorita, usted es una de las damnificadas mayores aquí. Es por esto que me vine a presentar directamente a este tipo de movimiento. Tenemos anotado que cuando llegó a la ciudad fue asaltada por un grupo de ladrones, tuvo un leve problema con uno de nuestros guardias el cuál no quiso dar datos, dijo que era algo estúpido y también que ha salido con su esposo algunas veces por el tiempo de unas horas durante este transcurso. –Me dijo, mi hermano me miraba desde la otra punta atónito y el viejo también estaba callado al lado de la mesa. –¿Esto es correcto, señora? –Me preguntó el guardia.

Lazarus - El Coraje OlvidadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora