Capítulo 29- La serpiente del bosque.

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Escrito por Lázaro.

Capítulo 29 – La serpiente del bosque.

               –Te aseguro que no será fácil esto, Lázaro.

            Lushia corría delante de mí con una velocidad increíble. Siempre intentando esperar a Rogger que estaba más atrás. Sus piernas fuertes por cargar leña hacían que lograra llegar a nuestro paso, pero, sin embargo, contaba con un peso extra de Rizza. Nuestro intercambio sería pactado por el viejo y así, la igualdad de condiciones se encontraría en el campo.

            La fortaleza de Garriguer era totalmente increíble. Todo estaba constituido por bloques de piedra uniformes, gris brillante. Eran pasadizos cortos que llevaban a miles de lugares. Pequeñas habitaciones en las cuáles del techo, se podía notar una gran red por donde entraba aire. Era como un palacio de la arquitectura bajo tierra.

            Nuestras pisadas resonaban absolutamente en todo lo que lográbamos escuchar. El silencio y la noche se cubrían ante nosotros. Las antorchas eran nuestra única guía y Lushia que intentaba sentir, mediante sus poderes, dónde se encontraba la cámara mayor. Por mucha magia que ella tenía, muchas veces nos encontramos dentro de habitaciones sin sentido. Ella marcaba las paredes por las que viajábamos con su daga, en la oscuridad no se notaban las marcas pero a la vuelta seguramente ella las sabría encontrar.

            La primera, a reparar, era una especie de bodega de vinos y comida. Seguramente tenían preparado todo por allí para poder sobrevivir largas jornadas. Estaba preparado para un ejército y no para la cantidad de guardias. Para mi sorpresa, también, Garriguer contaba con más de 120 guardias a su disposición. La mitad estaría por la noche en Ciénaga. Otra gran parte en alrededores y misiones.

            La segunda habitación a la que llegamos era el armamento. Miles de armaduras se sumaban en la gran habitación. Las viejas que no servían más por un lado y las nuevas, que pocas se encontraban completas, por el otro. Las armas, dentro de aquella habitación larga, se encontraban en el medio en pequeñas estanterías de vidrio.

            –Verás, Lázaro, Lushia acudió a mi casa luego de lo ocurrido. Quiero pedirte perdón pero te seguí en el camino. –Su voz se sentía entrecortada por la velocidad que estaba empleando. Se agitaba. De mientras superábamos aquella parte del armamento, rápido y nos adentrábamos a un camino nuevo.

            –¿Y cómo es que atraparon al viejo?

            –Él dobló en la esquina por donde yo estaba mirando. Llegó a mitad de cuadra y avistó a unos guardias, tomó media vuelta y llegó a la esquina nuevamente. Los guardias lo vieron y lo atraparon. –Me explicó. –¡Fue todo un gran escándalo!. Dos presas atrapadas, la gente de la ciudad estaba muy feliz de todo ello. Por suerte para el viejo, no lo pusieron en estas trampas, no creo que las fuese a aguantar…

            La voz de Rogger empezó a sonar más triste. Su hermana no había aguantado lo suficiente como para que alguien le salvara de aquellas temibles redes.

            Poco a poco nos adentrábamos en pasillos más largos y amplios. Entre medio llegamos a una sala de conferencias donde había una mesa de madera gigante. No sabía si realmente era grande el lugar, es lo que parecía. Lushia entraba por una puerta y seguíamos una gran línea de habitaciones para volver nuevamente al comienzo de otro pasillo y seguir por un nuevo recorrido. El camino se serpenteaba entre tres pasadizos. Derecha, izquierda y centro. Cuando lográbamos continuar por uno nuevamente teníamos que elegir, Derecha, izquierda y centro.

Lazarus - El Coraje OlvidadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora