Hasta el Final #1 ✅

Capítulo 35.

Henry.

Si alguien me hubiera dicho que al verla cedería al instante; no me hubiera resistido tanto a todo lo que comenzaba a sentir desde el momento en que decidí que, mantenerme lejos de ella, era la mejor opción. Pero entiendo, que las decisiones de mí vida ya no las tomo yo, al menos, no las buenas.

La miro quitarse los mechones del rostro, y por más buena que haya sido la noticia que me ha dado, ella al igual que yo, hemos tomado caminos diferentes en todo este tiempo que hemos estado separados. Porque, por más que quiera estar así con ella; su cuerpo contra el mío, su piel rosando la mía y un centenar de sentimientos a flor de piel... sé que el camino que he tomado ya no tiene vuelta atrás. Es por ello que, las noticias que me da, no me hacen para nada feliz. Si no, que llenan de más odio y dolor, aunque no lo demuestre.

—Conocí a un chico cuando comencé la universidad —regreso en mí al escucharla hablar, tiene la mirada puesta en sus manos y puedo jurar que estas tiemblan— fuimos amigos todo el primer año de carrera, tanto a mí como a Lorraine nos agradaba demasiado; nos cuidaba en las fiestas, nos ayudaba con los proyectos y no había día en que nos preguntaba si nos sentíamos bien.

Se detiene, la escucho tomar aire y, por cómo se comporta, entiendo que lo que sea que tenga que decir le es difícil.

—Estamos preparados —la aliento— ninguna verdad es más fuerte que nosotros.

Asiente, retoma sus fuerzas y procede a hablar:

—En el segundo año de universidad, pasadas las vacaciones, yo me había dado cuenta que estaba algo enamorada de él, pasé todo mi tiempo libre viendo todos los pros y contras, pero había más cosas buenas de él que malas.

Silencio. Hay un corto momento en que su mirada en la mía se encuentra, e intenta en una súplica pasajera que yo entienda que lo que está por decir no se lo ha dicho a nadie.

—La primera vez que salimos juntos termine de afirmar que él era el chico indicado—prosigue con una mueca— así que, las demás veces no fueron un problema. Charlábamos de lo más genial, cenábamos en cualquier lugar sin ninguna dificultad y compartíamos tantos intereses que el pensar en una relación no era un problema.

>>Entonces sucedió; nos hicimos novios. Y fue tan fascinante que sentía que todo a mi alrededor era un cuento de hadas... hasta que fuimos más allá y me di cuenta de quién era en verdad.

La atraigo a mi cuerpo, la subo sobre mi regazo, limpio sus lágrimas y la abrazo con tanta fuerza contra mi pecho que siento los espasmos de su llanto.

—Nos grabó en la intimidad... no tuve noción de ello hasta que una semana después llegué a la universidad y todos mis compañeros de clase me miraban con morbo y diversión. No tenía ni idea de lo que sucedía hasta que Lorraine gritó a unos chicos en el pasillo que miraban el video. Cada una de las palabras, caricias y gestos que compartimos estaban grabados en un video que él mismo se había encargado de difundir. Aún recuerdo a todas las chicas y chicos de la universidad señalándome como si fuera un simple pedazo de carne.

>>No he venido a Manhattan específicamente por el trabajo, sino, porque todo lo que me rodeaba allá me hacía recordar lo humillada, usada y sucia que me hicieron sentir todas las personas a mi alrededor. Tenía que escapar de mis ataques de ansiedad a todas horas.

Se aleja de mí y cuando lo hace esconde su rostro entre sus manos.

—Des, mírame —le pido.

—Te digo esto porque siento que ocultártelo haría peor las cosas... está en ti elegir si me sigues queriendo a pesar de ello. Yo... sé que son cosas horribles, todos me vieron de una manera en la que se supone...