40. Efímero.

1.2K 153 40
                                    


No dormí bien aquella noche. Tampoco lo había hecho la noche anterior, pero por lo menos había descansado. En cambio, la noche del domingo no había podido pegar un ojo. Tenía frío, mucho frío y extrañaba horrores el calor del cuerpo de Milo junto al mío.

Había decidido que esa noche hablaría con él, le diría lo que realmente pensaba y pediría las disculpas necesarias, pero antes debía conseguir un alquiler y ponerme al día con la facultad. Fue por eso que me reuní a primera hora con Lance y Barb para continuar con el recorrido de los departamentos. Afortunadamente encontramos uno espacioso y económico a pocas cuadras de la facultad. No es cómo si yo pudiera pagarlo con los ahorros que me quedaban y sin buscar un trabajo, pero mis padrinos dijeron que me ayudarían hasta que pudiera acomodarme y que no me preocupara por ese dinero, que algún día yo se los devolvería.

Acepté, no estaba en condiciones de negarme y pronto tuvimos el lugar reservado. Ellos se quedaron con el locatario para arreglar los últimos detalles mientras yo partí a la facultad por los materiales para los finales y allí me reuní con Josh.

Josh se había portado lindo esos días conmigo, él estaba más o menos al tanto de lo que había ocurrido con Milo y, al parecer, estaba a favor de la relación. Aún no entendía muy bien su accionar anterior, pero por lo que decía y hacía por esos días, él estaba intentado que Milo y yo nos arregláramos lo más pronto posible.

Por eso fue que pensé que la reunión en el bar había sido algo así como tema suyo, pero cuando noté su cara de incomodidad frente a la presencia de Alex supe que no era así, que había sido pura casualidad. En algún momento estuve seguro que Josh sabía del enamoramiento de Milo para con Alex, pero a decir por sus expresiones perdidas, él no tenía ni la más puta idea de lo que estaba ocurriendo con ellos dos.

Alex se presentó arrogante ese día. Él no solía hacerlo muy seguido, pero particularmente ese día, parecía que quería a toda costa marcar que Milo era y sería nada más que suyo. Yo lo ignoré lo más que pude, en serio, pero el chico podía ser muy intenso cuando se lo proponía.

—Viene Milo así que pide una familiar —comenzó arrogante. Lo ignoré concentrándome en la gente a nuestro alrededor. —Estuvimos juntos toda la mañana, pero tuvo que ir a hacer un papeleo y dijo que lo espere aquí.

—¿Cómo está él? —quiso saber Josh completamente ajeno a la real situación entre Alex y yo.

—Bien, tú sabes —continuó. —Estaba un poco confundido por eso lo del viaje, pero ahora que volvimos el panorama se aclaró bastante —lo miré sonriendo de mala gana. Tenía ganas de golpearlo en ese momento —Gracias por todo Nash, ese tiempo aparte hizo todo más fácil.

—De nada. Para todos ha sido igual supongo, no pensé que Milo fuera tan idiota —realicé una inspección de su persona de pies a cabeza ¿Por qué él me había atraído tanto en algún momento? — pero ya lo ves.

—Nash —susurró Josh. Entorné los ojos ¿Ahora era mi culpa? Era Alex quien había empezado.

—¿Por qué lo dices? ¿Por desayunar conmigo?

Mantuve mis ojos en los suyos por largos e intensos segundos hasta que suspiré y largué una carcajada. Nada de eso tenía sentido. Nada absolutamente nada de lo que Alex hacía con Milo tenía que importante. El problema era que sí lo hacía.

—Exactamente por eso —dije. —¿Cenaron también?

Claramente no estábamos hablando de ese tipo de comida. Lo que yo quería saber era si ellos habían pasado la noche juntos, si ellos se habían acostado. Y a decir por la sonrisa en su rostro, ellos sí lo habían hecho.

Temporal: Presente FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora