54. Amor no correspondido.

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Mire más allá de ellos dos, hacia todos lados y volví al rostro de Tiziano que me sonreía amablemente. 

—¿Sí? —consulté con temor—¿Pasó algo?

—Veníamos a invitarte a una fiesta —dice con tono divertido.

—¿Una fiesta? —me extrañé mirando al otro chico parado dos pasos más atrás, husmeando disimuladamente mi casa.

El muchacho era tan alto como Tiziano pero su piel era más clara y sus ojos más oscuros. Tenía una nariz respingada y sus labios gruesos. Su rostro era anguloso y tenía unas pecas en sus mejillas que estaban disimuladas por el sonrojo que había en ellas.

—Sí, este fin de semana —continuó tomando el brazo de su compañero para arrastrarlo a su lado. —Este es mi hermano.

—Oh... Milo, mucho gusto —dije tendiendo mi mano a la suya. Él me miró unos segundos antes de responder el saludo.

—Lucas.

—Lucas se quedará un tiempo conmigo, es probable que lo veas bastante seguido —agregó Tiziano con alegría. —Y por eso tendremos esta fiesta. ¿Quieres venir?

—Oh... no lo sé —dudé. No porque no quisiera, yo quería tener amigos como tenía Nash, como Merlina y Josh, y este muchacho podría ser un candidato. Pero implicaría una discusión con mi novio y realmente no quería aquello.

—Puedes invitar a tu novio, no hay problema —se apresura a decir como si hubiera leído mis pensamientos. —Vendrán otras personas también.

—¿Vendrán?

—Oh, sí. No es que no estuvieras invitado desde el principio pero también ayuda el hecho de que vivas aquí —sonrió incómodo. —La fiesta será aquí, en el patio. Por eso estábamos reunidos con los otros muchachos. Pero si a ti te molesta cambiaremos el lugar, no hay

—Oh, no, no. ustedes viven aquí también —me apresuré a decir. No quería tener a toda la vecindad en mi contra. Suspiré y les sonreí. —Está bien, hablaré con Nash y asistiremos.

—¡Perfecto! —exclamó provocándome un salto. —Verás, la dueña no está por estos días, tú sabes, ella no ha estado bien y está en algún otro lugar. Su hija está aquí, es muy divertida y está de acuerdo con la fiesta —me guiñó un ojo y movió sus ojos de los míos. —Hey —saludó con el mismo entusiasmo.

Asomé mi cabeza y vi a Josh caminando lentamente hacia nosotros. Tenía una sonrisa disimulada en su rostro pero algo me decía que no se esperaba aquella situación.

—¿Cómo estás? —consultó Tiziano pasando su brazo por encima de su hombro para atraerlo a él que me miró aún más incómodo. —¿Recuerdas a mi hermano?

—¿Lucas? —se extrañó mirando al otro chico que apenas le sonrió antes de tender su mano a la de él. —¿En serio? Hombre, casi no te reconozco. Has cambiado mucho.

—Tú también —dijo con voz gruesa dándole un asentimiento de cabeza.

—Lo sé, ahora me veo más caliente ¿A qué sí?

—Josh... —advertimos los tres presentes. Tiziano sorprendido, Lucas avergonzado y yo molesto.

—Oh, vamos, estoy jugando —rió desligándose de Tiziano para pararse frente a mí. —¿Cómo estás?

Lo miré extrañado, nos habíamos visto hace dos días. Pero él alzó sus cejas dándome algún tipo de señal que no llegué a comprender.

—Oh, tú sabes, mejor —respondí dudativo. No sabía qué era lo que quería respondiera.

Temporal: Presente FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora