Temporal: Presente Futuro

55. Yo más.

Mamá fue a cenar esa noche. No pudo evitar preguntarme, de manera muy directa, qué estaba pasando conmigo. Esquivé las primera preguntas, pero solté toda la historia cuando me di cuenta que no lo dejaría ir.

Me escuchó atentamente hasta el final y suspiró con fuerzas. Me sonrió y negó con su cabeza. Dijo que por lo que ella había visto, y a pesar de lo que había pasado entre Ian y Nash, no creía que este último estuviera pensando en nada que no fuera nosotros. "Basta ver cómo te mira para que decir que está muy embobado contigo Milo, no te preocupes ¿Y cómo no estarlo? Mi bebé es lo más hermoso de este mundo". Eso dijo. Sonreí y asentí, pero no estaba tan seguro. No por lo que sentía por mí, era evidente que se asimilaba mucho a lo que yo sentía por él, sino por lo que sentía por Ian.

Ella se fue sólo cuando le aseguré que estaba más tranquilo. No le dije que sería yo quien hablaría con Nash con respecto a Tiziano, porque estaba seguro que si le decía aquel detalle, ella me convencería para no hacerlo y yo, de verdad, necesitaba ver su rostro.

Hablé con Josh esa noche también. Él me había pedido que lo llame en cuanto mamá se fuera y así lo hice, no porque tuviera ganas de hablar, sino porque quería asegurarme que no le hubiera dicho nada aún.

—¿Hablaste con Nash? —dije en forma de saludo. Del otro lado de la línea se escuchó un fuerte suspiro.

—No, Milo. Te prometí que no lo haría.

—Bien.

—¿Estás más tranquilo? —consultó con calma. Pero no respondí. ¿Cuándo me había visto alterado él? —Milo...

—¿Qué?

—Vamos hombre, no creo que a Nash le importe. Pero es necesario que lo sepa, yo creo que es necesario que lo haga. Pero YO Milo, porque yo mentí. Yo le dije que no conocía al sujeto de las fotos cuando en realidad sí lo hacía. Por eso nada más.

—Bueno, pero el que tiene una relación, romántica, con él soy yo —dije de mala gana. —Y...

—¿Y?

—Y, tú lo dijiste Josh —suspiré, no quería pelear con él. —Por más que sienta lo que sienta por mí, Nash nunca me elegiría, no por encima de Ian.

—Ya te dije que no estaba hablando en serio aquella vez Milo, yo sólo no quería que se lastimen, pero lo que ustedes tienen... —se detuvo y lo escuché largar el aire con fuerzas. —¿Te das una idea lo afortunados que son por tener este tipo de relación Milo, en donde todo es mutuo? ¿Por qué lo quieres echar a perder?

—Porque tengo miedo ¿De acuerdo? —escupí con rabia. —Porque lo amo y porque no quiero que esté conmigo sólo porque estuve en el lugar y en el momento indicado.

—Pero estuviste en el lugar y el momento indicado Milo.

—Sí, lo sé. Pero qué pasaría si él... si él quiere volver con Ian.

—No quiere. Créeme. No quiere volver con él. Te quiere a ti.

—Ahora. Pero ¿y mañana? ¿Qué pasa si al saber que Ian finalmente conoció al muchacho de las fotos, que tiene contacto con él, se da cuenta que no lo nuestro no es lo que quiere? ¿Qué pasa si se da cuenta que lo perderá para siempre y decide pelear por él? Necesito saberlo y sólo lo sabré mirando su rostro.

—Tú verás lo quieras ver allí Milo, no importa incluso si Nash no reacciona. Eso será razón suficiente para ver algún tipo de señal —dijo con preocupación. —Déjame decirle a mí, no pasará nada, pero es algo que debe saber, tarde o temprano.