ARCOIRIS SANGRIENTO

(15)

– ¿Por qué? Tú y yo nunca hablamos. – No puedo evitar fruncir el ceño.

– Lo tengo presente. – Levanta los hombros sin interés. – Solo quería hablar por primera vez contigo.

– ¿Y decidiste hacerlo aquí? – no me creo nada de lo que me dice.

Uf que bueno, de lo contrario te daría un dolor en la cabeza para que reaccionaras.

¿Puedes hacer eso?

Sí, lo malo es que si te doy el dolor de cabeza yo también sentiría dolor.

Espera, ¿Puedes sentir dolor?

Te lo acabo de decir tarada.

No me digas tarada.

Te puedo decir como quiera.

Pero que insoportable estas.

Aprendí de ti.

– Me pareció el mejor momento para hablar.

Cierro los ojos irritada. En verdad piensa que soy estúpida.

Si eres.

¿Qué te pasa?

No sé. Su cercanía me hace sentir enfadada.

¿Puedes sentir?

No ayudas, pero sí, puedo sentir como tú sientes.

¿Todos tienen conciencias como tú?

No sé. Creo que soy de las pocas que hablan libremente con sus humanos.

Qué curioso.

– No sé qué es lo que quieres lograr, pero sabes que Serge es mi mejor amigo.

– ¿Y eso qué tiene que ver? – ahora es él quien parece confundido.

– ¿En serio preguntas eso? Es como mi familia. – Le resto importancia a la conversación y termino de comer mi dona.

– Nadie tiene que enterarse. – Mueve su mano hacía la mía intentando entrelazarlas.

Quito la mano al instante.

No dejes que te toque.

– ¿Qué te pasa Leo? – Estoy furiosa, no puede ser que me crea tan estúpida. – Serge está al otro lado del comedor y ¿Piensas que por arte magia no te va a ver?

– Lo sé. Y no me importa que me vea.

– No entiendo a donde quieres llegar. – Cierro los ojos frustrada.

– Solo quiero conocerte ¿De acuerdo? Me atraes. – Me con aparente sinceridad.

No me considero alguien fea ni mucho menos, pero no me creo nada de lo dice, no soy el tipo de chica que a él le gustan.

– Estás con Eleanor.

– ¿Cómo sabes eso? – vuelve a mirarme confundido.

Idiota.

– Marc es mi amigo y los vio besándose.

– ¿Quién es Marc?

– El novio de Eleanor, idiota. – Ruedo los ojos.

¿Quiere acaso salir con ambas y con quién sabe más?

¿Este imbécil cree que soy tan ingenua?

No creo que sus intenciones sean buenas.

Ni yo.

– Ah. El niño. – Asiente cerrando los ojos.