•Capitulo 1•

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Hyungwon estaba bajo estrés, necesitaba a su asistente lo más rápido posible, necesitaba a ese alguien que le arreglará su agenda, le recordara sus reuniones y lo acompañará a realizar las cosas de la empresa, no le gustaba aceptar que el y su trabajo dependían de alguien, pero así era. Su antiguo asistente renunció porque como toda persona tenía derecho a casarse, aspirar a algo más que solo ser un asistente y lo mejor era que esa oportunidad se le había dado en el extranjero, claro que la cantidad que Hyungwon pagaba no era mala, de hecho estaba sobre el sueldo común, pero eso no le basto a quien ocupaba el cargo, si, tenía a su secretaria pero no era lo suficientemente capas para tomar el puesto.

—Katya!...Katya!.

—Digame señor— la chica abrió rápidamente la puerta.

—¿Qué paso con los candidatos para el puesto?.

—por el momento no aparece nadie señor.

—¿Estás segura que hiciste el anuncio en todas partes?.

—Si, pero nadie ha llamado y mucho menos ha venido ¿Por qué no considera...

—Olvidalo— no la dejo terminar, el sabía a qué se refería—Dije que quiero un chico y también te dije que tú tienes tu puesto, ahí estás bien.

La chica ya había tratado de convencer a su jefe que ella podría tomar el cargo, pero Hyungwon decidió que no, no era porqué se sintiera tentado, si no ya lo habría hecho  o porqué fuera misógino, si no porqué no quería problemas con Seunghee su esposa, el tener el cargo como asistente de Hyungwon no era solo organizarle la vida dentro de la empresa si no también  fuera de ella, acompañarlo  cuando saliera del país y prácticamente estar mas pegado a el que su propia sombra y eso volvería loca a cualquier esposa de cualquier hombre, el saber que una chica de buen cuerpo, bonita cara y con medidas noventa sesenta noventa está cerca de su esposo casi casi 24 horas los siete días a la semana.
Así que si, prefería evitarse sermones ¿ Y por qué no? hasta el divorcio.

—Esta bien señor, me disculpo por mi insistencia compermiso— hizo una reverencia y salió hacia su escritorio.

Realmente esperaba encontrar un candidato, a esas alturas no le importaba ya que no tuvieran los estudios que el antiguo asistente, las cosas las podría aprender con el tiempo, inclusive no le importaba que no hablara los 3 idiomas que su otro chico, podía pagarle clases con el tiempo, lo único que importaba era que ya alguien lo sacará del maldito estrés causado por hacer todas las cosas por su propia cuenta.

—ahg, tiene que aparecer alguien— se dijo asi mismo.

Termino de firmar unos papeles en su oficina y se fue a la reunión que tenía con un CEO de otra compañía para hacer un nuevo negocio.

Salió de la reunión, su estómago le daba una molestia por el hambre que tenia, debía obtener un alimento si o si,  a lo lejos mientras manejaba, vio  un letrero  de un lugar de comida así que decidió comer ahí, al bajarse analizó el lugar, no era como los lujosos restaurantes a los que estaba acostumbrado pero su estómago rogaba por comida. Entro, el lugar no olía mal, al contrario el olor era demasiado bueno y eso provoco que sintiera más hambre, fue rápidamente a una mesa sola y en seguida llamó a una mesera para que  tomaran su orden.

—Quiero bibimbap y también una orden de dumplings, si me los trae lo más rápido posible se ganará una muy buena propina.

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