•Capitulo 6•

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I.M llevaba casi media hora esperando a Hyungwon, el vuelo era largo así que se puso la ropa más cómoda, el hecho de que la familia de  Hyungwon fuera dueña de tan gran agencia de viajes les hacía un favor para viajar o dirigirse a cualquier parte.
A lo lejos pudo ver a un Hyungwon con el cabello más claro casi rubio, algo que le hacía ver muy bien incluso hasta más joven y también mucho más sexy, por fin pudo verlo con otro estilo de ropa y no con sus trajes, aunque verlo con traje le encantaba, a pesar de que Hyungwon no era musculoso la figura de su cuerpo resaltaba con traje y un plus era su altura,eso a I.M le hacía pensar algunas cosas no muy sanas y deseaba poder desvestirlo y hacerlo suyo.
Una mujer muy linda, de cara linda, cuerpo lindo, con una actitud resplandeciente estaba acompañando a Hyungwon pero ¿Quién era ella? I.M nunca la había visto, tal vez era la hermana de Hyungwon.

—¿Estas listo Changkyun?—Le dijo Hyungwon en cuanto llego con el—Bueno entonces no hay tiempo que perder, Los Angeles nos espera, ¡Ah! Ella es Seunghee, mi esposa.

I.M volteo a ver a aquella mujer, y se sorprendió mucho al oír la palabra "esposa" saliendo de los gruesos labios de Hyungwon.

—Mucho gusto señora, yo soy I... Soy Changkyun.

El menor le estiró la mano, aunque por su mente rondaban muchas dudas, el creía que en verdad Hyungwon no tenía ningún compromiso, creía que era cuestión de solo hacerlo caer pero con el hecho de estar casado las cosas se ponían difíciles para poder deducir al mayor.

—Bueno es hora— Hyungwon se giro para darle un beso de despedida a su esposa, cosa que incomodo al menor.

Tomaron sus maletas y se fueron hacia la salida para subirse al avión, el vuelo le serviría a I.M para pensar en de que forma poder enredarse con Hyungwon, el interés era por sexo y dinero, nada más que eso. Sus intenciones era poder tener la suficiente solvencia económica para poner su propio bar o club y vivir de eso, y sobre todo pagar para que Changkyun desapareciera por siempre y poder quedarse él con el poder de ese delgado cuerpo. Eran tal vez ideas estúpidas pero para el esas eran sus metas.

No se dió cuenta de en que momento se había quedado dormido, cuando volteo a ver a Hyungwon se percató de que también iba dormido, la forma en la que su rostro se veía era tierna y transmitía paz, I.M se hundía en un intenso deseo por poder besarlo en ese instante pero tenía que ser paciente, si resistía podía hasta tener más que solo un beso. Acarició el rostro de Hyungwon, con hacer eso el podía asegurarse que el mayor si estaba hundido en sueño, continúo acariciando el rostro, paso su mano por las hinchadas mejillas del mayor, acarició sus labios con su dedo pulgar, tocó la ajena nariz y las pestañas de aquellos ojos que estaban a cada lado de ella, todo en el rostro de Hyungwon era perfecto y muy bien proporcionado, era un chico muy hermoso y por eso se entendía que muchas mujeres quisieran con el.

...

Por fin llegaron al destino, ya era tarde y estaba oscuro, asi que solo se dispondrían a ir a su hotel, se subieron al auto que los llevaría para por fin descansar. La noche estaba sorprendiendo a I.M, las luces, las calles, la gente y todo lo que en los angeles se encontraba, nunca había estado tan lejos de aquella casa donde dormía (algunas veces) miraba a través de la venta como un niño pequeño llegando a Disneyland por primera vez, apesar de que su semblante era desafiante y frío, en ese momento era todo lo contrario, aquel rostro expresaba felicidad y asombro.

—¿Te gusta?— pregunto Hyungwon dándose cuenta de lo impresionado que estaba I.M

—¿Que si me gusta? Todo es divino, apesar de que es de noche me encanta y no quiero irme de aquí.

—Me gusta que te agrade.

Llegaron al hotel y como era de esperarse recibieron buena atención, tenía lazos con el hotel así que por eso recibía buena atención, el botones junto con una empleada los dirigieron  a sus habitaciones, cuando I.M entró a la suya quedó aún más presionado, acabados de lujo, el baño con una gran tina, una gran cama, etc. Todo era tan cómodo y radiante, nunca imagino estar en uno de los hoteles más lujosos de Los Angeles y claro que se lo merecía.

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