Capítulo 9

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Narra Jaredith

Observaba la luz que irradiaba mi lámpara, no podía dormir en la oscuridad, me arropó bien en mis sábanas.

No era temor a la oscuridad, era algo más, esa horrible sensación que la oscuridad me llamaba .

>>> Era una noche de verano, Jaredith de 12 años se encontraba dando vueltas en las cobijas, ya que estaba enferma de resfriado común.

La niña abrió los ojos a media noche, eran las 4 de la mañana, se había ahogado, en eso escuchó claramente que la llamaban.

"Jaredith" no sabía distinguir quién era, ademas estaba sola en casa su mamá estaba en el hospital. La niña cerró los ojos y se tapó los oídos, pero seguía escuchando que la llamaban.<<<

Pasaban los años, sin embargo, nunca olvidaré esa voz. Estaba cayendo en un profundo sueño, cuando, sentí que algo me aplastaba no podia moverme o gritar, pero era imposible, mi cuerpo no respondía.

Quería tocar mi tatuaje llamarle gritando a Zadquiel para que viniera a ayudarme, hasta que volví a tener el control de mi cuerpo, abrí los ojos y no había nadie.

"Parálisis del sueño" "Parálisis del sueño" repetía una y otra vez el diagnóstico que me dio Sebastian, ya eran 4 noches seguidas que me pasaba.

Al día siguiente entre a la ciudad celestial, necesitaba asegurarme que esto que me estaba pasando era solamente humano, así que fui a la biblioteca del edificio donde "trabajo" a la que nadie va nunca.

Aquí me la pasaba siempre haciendo tarea y/o estudiando cosas de la universidad, comencé a hojear los libros que estaban ahí.

Nada, nada hasta que me encontré un libro interesante llamado "Athikus" con un montón de fotografías, hasta que me encontré con Norte con sus alas grandes imponentes, junto con un montón de ángeles.

<La primera expedición al otro mundo>

Me sorprendí seguí leyendo un poco de ese libro, hubo varios ángeles de la expedición que desaparecían quedando Raguel, Amadeus hermano mayor de Raguel y Norte.

En la siguiente foto estaba Norte ya sin sus alas.

¿Qué habrá ocurrido con sus alas? Es algo que necesito saber, recordé la otra noche que lo encontré en un campo de maíz con sus heridas abiertas.

Al escuchar unos pasos, dejé ese libro y me senté en la mesa, me puse los audífonos y saqué mi libro de sociología II.

-¿Qué haces aquí Jar? - era Hazel  me quite los audífonos y sonreí.

-Repasaba un poco, aquí es muy buen lugar para estudiar - Ella asintio, estábamos platicando, hasta que se fue a hacer sus deberes de arcángel y yo seguí estudiando, tenía que presentar mis finales.

No me acuerdo que tanto tiempo estuve ahí pude ver cómo el sol se fue, llegando la luna y la noche.

Lo último que recuerdo fue que me recosté sobre el libro para descansar los ojos, hasta que siento que me alzan en brazos, creí que era Zadquiel, pero este perfume es distinto al de mi terrenal.

-¿Norte? -abriendo los ojos ahí estaba él alzándome en sus brazos, no pude evitar sonreír y recargarme en su hombro.

-Jaredith- me llevó a mi cuarto y me acomodo en mi cama, parecía preocupado - ¿Estuviste todo el día encerrada en la biblioteca?

-Tenia que estudiar - él me acomodo el cabello del rostro.

-No deberías de tener esas jordanas de estudio, te agotan mucho - "¿Norte que está pasándome contigo?"  Me acerque y lo abrazo por el cuello, sintiéndome segura, liberando esa tensión que sentía acumulada.

Estaba ocurriendo algo que no quería admitir, pero que ahora era inevitable, me gustaba Norte, se que no debo sentir esto.

Días más tarde, tenía una cita muy importante, camine a una vieja cafetería que conocía muy bien.

-Me alegra que hayas aceptado vernos Luna- ambos traíamos lentes oscuros - te ves hermosa.

-Lo hice, porque quiero que arreglemos esta situación. Sabes que  no soy mal agradecida y me brindaste la ayuda que necesitaba cuando mi madre se fue, aunque no me hablaste con la verdad, me brindaste tu apoyo y amor.

Ambos nos quitamos los lentes oscuros por fin, traíamos el iris color amarillo.
Hoy había  luna llena.

-Eso significa que vas a volver -lo interrumpo.

-No confundas las cosas Alexander, si estoy aquí es para que lleguemos a un trato justo. Yo sigo siendo una guardiana que trabaja con los de la ciudad celestial y tú el Alpha.

-Tú Alpha, Jaredith.

Me encogí de los hombros, ese titulo me pesaba más que nada ahorita.

-Sí, lo eres- él sonrió, sabía que tenía que darle por su lado, para llegar a un acuerdo - necesito que seamos amigos.

-¿No entiendes Jaredith que no puedo vivir sin ti? Eres mi luna, mi mate. He sobrevivido estos jodidos 6 años sin ti solo con los recuerdos de todo lo que hemos pasado. Necesito verte mi amor, necesito saber que estás conmigo.

Me acariciaba la mejilla como si fuera a romperme, suspiro y entrecierro los ojos.

-Por eso te estoy diciendo que llevemos un trato más cordial, por el momento no estoy en una etapa donde quiera entablar una relación, así que te ofrezco vernos, solo si no interfieres en mis misiones y no hay otro episodio como el del centro comercial.

Él bebió su café, meditándolo unos segundos, lo imité.

-Si esa es la única manera de verte, la acepto -me tomo las manos - que quede claro que lo estoy haciendo, porque me importas Jaredith.

Lo abracé cerrando los ojos, si tan solo las cosas hubieran sido de otro modo, ahorita no estaría sintiéndome tan dividida.

-Tú también eres importante Alex.

Sonreí y seguimos platicando tranquilamente de su manada, de lo que yo he hecho estos años.

Entre tus alas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora