Narra Zadquiel
Había tenido una misión con brujas, suspiro entre Jar y yo traíamos todas las bolas de luz, donde estaban contenidos. Vimos a Karlo y Audrey salir del salón de los 24 también habían tenido mision, los saludamos rápidamente y entramos.
-¿Estás bien, Zadquiel? - me preguntaba Jaredith, no quería decirle que una de las brujas lanzó uno de sus hechizos en mí, me sentía terriblemente cansado, me dolía la cabeza.
-Me temo que Norte no esta, así que estas esferas de luz se quedarán en una bóveda hasta que el vuelva. - decía Hazel y asentimos, la veía y cuando le entrego las esferas siento algo distinto el contacto con su piel.
-Iré a dormir - decía algo aturdido a mI guardiana, ella tenía la mirada perdida -¿Estas bien, Jaredith? - parecía que volvía al presente.
-Si Zadquiel, no te preocupes, ve a dormir yo iré a la tierra tengo cosas que hacer - estaba actuando extraño, obviamente no le creí. Iba a indagar más, pero no aguanto mi cabeza.
-Vale- fue todo lo que dije para irme a mi cuarto, me di una ducha y me acosté en la cama.
Estaba ardiendo, fiebre como dice Sebastian. Estaba dando vueltas en la cama escuchando voces en mi mente.
>> -Te amo Zadquiel - era Hazel acomodandose en el pecho de Zadquiel, él la beso con una sonrisa.
-Yo te amo más- le acariciaba la mejilla - Por ti, me enfrentaría a todo, inclusive a la suprema líder.<<
Abrí los ojos desesperado, me estaba ahogando "¿Eso no lo había vivido con Nabil?" Se fue corriendo al baño a vomitar.
Más recuerdos comenzaron a golpearme, terminé en la enfermería.
-Necesito que pases la noche aquí Zadquiel, estás deshidratado por tanto vomito y fiebre que tenías - decía Sebastian terminando de revisarme - el hechizo que te hizo la bruja, se está deshaciendo solo, con tus plegarias, pero tú cuerpo necesita desecharlo.
-No entiendo, ella no tenía maldad - suspiro, mientras me puso un artilugio en mi brazo, para pasarme un bote lleno de agua o eso creo, en mi vena.
-A veces no sabemos, lo que hacen las criaturas de Athikus sean buenas o malas -Acomodandome el suero en el tripié - vendré temprano en la mañana para ver cómo sigues.
-Claro, gracias.
Me acosté y traté de conciliar el sueño, hasta que más tarde siento unas manos en mi rostro, entrecerré los ojos y vi la sombra de su reflejo, era ella.
-Estarás bien - susurraba Hazel acariciando mis mejillas, era muy difícil fingir estar durmiendo cuando descubría que mi mundo caía.
Lo que vi era real...¿Pero porqué me hizo eso? Estaba dispuesto a jugármelo todo por ella y ella me hizo de lado.
Todavía no alcanzaba a comprender cómo Nabil había intervenido en esto y cambiar mis recuerdos.
Si así quieren jugar conmigo ¡Perfecto! Ambas ahora caerán, nadie vuelve a engañarme.
Habían pasado 2 semanas y Norte no había vuelto, se corrieron rápidamente rumores de su muerte, mis compañeros y yo estamos expectantes a que Hazel nos diga algo.
Seguimos yendo a las misiones como siempre, Perseus se había hecho cargo temporalmente del trabajo de Norte.
-¡Pésima misión! - Los gritos del pelirrojo se escuchaban por todo el edificio, María salió de ahí apretando los puños con coraje.
-Maldito, lo odio - decía limpiandose las lágrimas, la abrace.
-Tranquila Maria, sabes que Perseus es un idiota.
Jaredith lucia más apagada, más seria que todos los demás, no sabía que tenía a ciencia cierta, quizás problemas en la escuela. No he tenido tiempo de hablar con ella porque Perseus me tiene como su títere, haciendo su trabajo.
De pronto la belleza que tanto admiraba de Nabil se esfumó, se volvió opaca a mis ojos. Quisiera decir que estoy bien, pero no. Me siento engañado y dolido por la persona que tanto quise.
Hoy era la fiesta de Ednel, así que llegue portando mi mejor esmoquin mis grandes alas cafés resaltaban entre las alas blancas de los demás.
Acompañado siempre de mis amigos terrenales, éramos los que más destacábamos en la fiesta. Ya que nosotros estábamos siempre con nuestros guardianes sin querer agarramos sus costumbres, haciéndolas parte de nuestra vida, como el saludar a todos con una sonrisa, tener modales, sobretodo bailar, ningún ángel o arcángel de la ciudad celestial en las fiestas bailan.
Tomando un poco de champagne, observe a la dueña de mis ojos, la arcángel Hazel estaba sentado a la derecha de la suprema líder.
-¿Por qué ya no contestas mis mensajes Zadquiel? - decía la empalagosa de Nabil acercándose a mi disimuladamente -te he esperando.
Estaba irritada - No soy tu juguete Nabil, no es cuando tú quieras y la verdad - sonrío de lado -No quiero andar mendigando platos de segunda mesa que deja Perseus.
-¡¿Cómo te atreves? -iba a cachetearme, pero le detengo la mano.
-No te conviene hacer escándalo aquí o querrás que Perseus se entere de todo lo que hiciste para casarte con él.
Me di la vuelta con toda la dignificad posible, vi a Gloryel sentada, algo desconectada a la plática de Feus, Karlo y Terrance.
-¿Quieres bailar? - le pregunte con una sonrisa dándole la mano.
-Claro que si, Edmont hace mucho me enseñó a bailar.
-Jar y yo tomamos un curso de ritmos musicales hace un año, fue todo una experiencia caótica - ambos nos reímos y comenzamos a bailar.
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Entre tus alas
Ficção Científica-Una vez que descubres a las criaturas de Athikus, ya nada vuelve a ser como antes, las buscarás por donde sea - me comentó Zadquiel. Asentí con algo de miedo mientras tomaba el arco y la flecha, lista para la primera misión como guardiana. Habíamos...