Narra Zadquiel
-¡No entiendes! Zadquiel te necesito - la veía toda roja, lágrimas caían de sus ojos- eres mi mejor amigo.
-No es bueno que te pongas así, entiéndelo no quiero hacerte daño, he cambiado mucho en estos meses- observando mis alas negras, mi piel más pálida.
-Yo también he cambiado estos meses - se levanto, luciendo su pancita redonda a pesar de tener 3 meses - a lo que quiero llegar es que los dos podemos sobrellevar esto, como siempre.
-No quiero hacerte daño a ti y al bebé no s-me interrumpió.
-Me vale, me vale tú eres mi familia Zadquiel - me toma del rostro - se que no me vas a hacer daño.
-Trataré de no hacerte daño a ti y al pulgoso/a mini.
-Esta bien que no recuerdo ni como termine así - señalando su pancita - pero no pude caer tan bajo como para meterme de nuevo con Alexander
-Pues serán influyentes en esa manada, al final de cuentas son hijos de la Luna.
Ambos seguimos caminando por aquel bosque, estos meses había cambiado demasiado, ya que me sentía especialmente vacío, no me consideraba una criatura peligrosa, ni tampoco tan dócil.
Me he dedicado estos meses a conocer más sobre mi naturaleza, ya que solo tenia pocos recuerdos de mis padres ángeles y su trágica muerte.
-¿Jar? -en eso la veo viendo a la nada - ¿Qué estás viendo? - me acerco a donde esta y veo cuál era el problema "¿Qué?"
-¿Eso no es...?
-Si lo es, no te muevas, se supone que esas cosas están extintas.
En eso gruñe.
-Eso suena a que siguen vivas - viendo el T-Rex. - No te muevas.
Al ver que se acercó a nosotros con no muy buenas intenciones, comenzamos a correr, fue inevitable, la tome en brazos y la cargue, volando lejos.
-Quiero vomitar -escuche decir a Jaredith, bajamos rápidamente a tierra donde en uno de los árboles devolvió toda la cena-¡ eso no existe!
-No entres en colapso, acabado de ver una lagartija enorme, pero no es para estresarse. - me miro como si estuviera loco, le di un vaso de agua y unas galletas que traía en su mochila -¿mejor?
La lleve a casa del pulgoso porque ahí está viviendo, le está dando protección o algo así me explico Jaredith.
-No pasó nada Jar, ya estás a salvo en casa - la lleve a su cama - necesitas descansar por el bebé.
-Prométeme que vas a venir a visitarme más seguido - suspire y la vi.
-De acuerdo, vendré a visitarte, quiero estar al pendiente de mi nieto - ella se ríe, el pulgoso que apareció también se burló, lo mire mal.
-No Zadquiel así no se dice, mi bebé es tu sobrino.
-Eso, se me va el nombre.
Me iba a quedar más tiempo con ella, pero con el pulgoso a lado, ni podemos platicar bien, regrese a donde estaba el T-Rex.
Ya no había muestras de nada, en eso escucho una voz musical decir "Creo que ningún humano vio el incidente" la veo y no puedo creer tenía alas blancas, cabello dorado.
Era un ángel, seguía en lo árboles viéndola hacer su trabajo, restaurando los árboles , al ver su rostro, muchos recuerdos atormentaron mi mente
>> -Zadquiel entiéndeme, me obligaron a borrarte la memoria, necesitaba traerte de regreso. Yo no sabía, era nueva, no sabía lo que era amar, con tu compañía al paso de los años me fui enamorando de ti, te amo.
-Tu no me amas - Zadquiel estaba luchando con una fuerza, que estaba queriendo tomar el control.
-Claro que te amo -Una lágrima corrió de su mejilla - te amo tanto que te protegí del peligro que egoístamente te metí.
En eso esa fuerza en su interior, brotó de todo los sentimientos encontrados que sentía Zadquiel, la beso con tanta necesidad, desencadenando que la misma espada que cargaba Hazel, la atravesó. <<
Cuando la vi que iba a emprender vuelo, me acerqué y la tome del tobillo bajándola al piso.
-Zadquiel- fue todo lo que dijo al verme - ¿Qué te ocurrió? -acariciando mis alas negras, baje la mirada sintiendo su contacto.
-Entonces si me conoces, lo que vi no fue una alucinación -tomo su mano - yo te lastime con tu espada, no entiendo ¿Qué- pero me interrumpió haciendo que sus brazos rodearon mi cuello, dándome un abrazo.
Una sentimiento que estuve buscando por varios meses, lo encontré de manera espontánea, aquí estaba mi tranquilidad.
-Ambos hemos cometido muchos errores - nuestras alas se juntaron, blanco con negro haciendo un contraste - No me alcanzara la vida, para que puedas perdonarme todo lo que te he hecho - se separo de mi - creo que será mejor alejarme de ti.
-No lo hagas - la tome del rostro obligándola a verme - No entiendes que he pasado un infierno, todo el daño que me has hecho no sé compara con todo lo que te necesito, con todo lo que significas para mi, con todo lo que me haces sentir. No te vuelvas a ir nunca.
La tome de la cintura, dándole un beso necesitante.

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Entre tus alas
Ficção Científica-Una vez que descubres a las criaturas de Athikus, ya nada vuelve a ser como antes, las buscarás por donde sea - me comentó Zadquiel. Asentí con algo de miedo mientras tomaba el arco y la flecha, lista para la primera misión como guardiana. Habíamos...