Capítulo 22

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Narra Norte

Todo el tiempo estoy al pendiente de ella y por supuesto de mi bebé. Una vez que ella cayó en su sueño profundo, le acaricié la mejilla.

-Me has hecho el ser más afortunado de todos Jaredith - delineando su rostro - tu sola presencia hace que mi existencia cobre sentido, no sabes cuanto te necesito, cuanto extraño tu amor, cuanto necesito esa seguridad que tus palabras causan en mi, extraño tus labios - pasando la yema de mis dedos en los mismos - tu piel, todo mi amor. Te amo Jaredith Balmis, te amo mas que nada en este mundo.

Me marché de aquel lugar, sin antes poner una plegaria de protección en esa casa. Llegando al hospital donde estaba mi bebé, todas las noches yo venía a verlo, necesitaba estar con mi pequeño.

-Así que tu mamá, ya decidió tu nombre- con una sonrisa, sacando a mi bebé de su caja de vidrio - Mateo - lo acomode en mi hombro, todavía no podía creer que ese pequeño ser yo lo había creado, era simplemente hermoso.

Sonreí al ver como abrió los ojos, sus ojos eran como los míos antes de entrar a esa misión que cambió mi  vida, donde me arrancaron mis alas. Mis ojos se oscurecieron al igual que las alas.

Los arcángeles teníamos ese poder de curarnos solos, pero entrábamos en un estado de inconsciencia hasta sanar. No sabía si mi hijo tenía ese poder, ya que es mitad arcángel y mitad humano.

-Tu vas a ponerte bien, has estado poniendo a mamá muy preocupada por tu salud, pero se que te pondrás bien- me miraba atento mi niño, el cual muy apenas media poco mas de 40 cm -Papá te ama, Mateo. Eres uno de los regalos más hermosos que me pudo dar tu mamá.

Llegue a mi oficina al día siguiente y había una pequeña carta, destruí aquella carta cuando termine de leerla.

-Esto tiene que funcionar- bebiendo un poco de agua, mientras veía aquella pluma negra.

>>> -Viejo amigo - Su voz sonaba como siempre con un tono refinado, ahí estaba Amadeus con su armadura rota, unas alas que enormes, la fusión de dos alas, ojos rojos y una expresión consumida por la locura.

-No se, porque dices que soy un viejo amigo, si nos traicionaste - decía Norte con enojo apretando la mandíbula.

De pronto la imagen de Amadeus desapareció, Jaredith y Zadquiel cayeron inconscientes en el suelo dos de las plumas

Norte se las arrancó, sabía que eran parte de Amadeus <<

Pase por la oficina que le pertenecía a Raguel "¿Cómo no me di cuenta que estaban aliados?"

>>En aquel lugar donde se libró una batalla, donde hubo muerte y destrucción a su paso, había un sobreviviente, herido, el cual se arrastraba por el piso.

Unas hadas lo ayudaron a salir de aquel lugar, Azura comenzó a limpiarle las heridas.

-Ustedes no son malos -al ver cómo la hada, le traía agua en una flor. La bebió inmediatamente, Azura le acarició la mejilla.

Sintiendo Norte, por primera vez empatía, su indiferencia fue derrumbada al ver como sus amigos eran vilmente asesinados frente a sus ojos, pero la compasión de las hadas y otras criaturas que lo arrastraron, sacándolo de aquel lugar.

Hizo que su corazón eligiera su camino, se fuera por el camino de la bondad.

-¡Norte! Al fin te encuentro - era el arcángel de alas rojas, escondiendo aquel color rojo de sus pupilas por su clásico color, tomando a Norte. - La suprema líder me mandó por ustedes.

-Raguel nadie a sobrevivido - la cara de Raguel se ensombreció, todo iba conforme al plan. Norte le pareció extraño no ver a las criaturas que hace unos minutos estaban con él.

-Mi hermano ¡Nooo! - después del ese día Raguel tomó el lugar de Amadeus, en la sala de los 24. <<

La antigua suprema líder, necesitaba hablar con ella, cuando llegue a su antiguo hogar ella no habitaba en la ciudad celestial, ella vivía en la tierra, lo vi totalmente destruido.

-Creemos que fue secuestrada por Amadeus y Raguel - decía uno de mis escuadrones de ángeles que siempre me seguía -No alcanzamos a rescatarla supremo líder.

-¡Quédense aquí! - ordene a la escolta - Acompáñame-  Weisz asintió, uno de los pocos con los que podia confiar, sabía que por su pasado y los tratos que hice con él, sería uno de mis pocos aliados. Ya que él tiene una familia que debe proteger, al igual que yo.

Ya no confiaba en nadie, si Raguel y Amadeus lograron "fingir la muerte" de Amadeus, necesitaba alguien que lo estuvieran encubriendo.

Comencé a caminar entre las ruinas de aquella casa, encontrando una puerta debajo de una alfombra quemada.

Que daba a unos pasadizos subterráneos, hasta que llegue a una sala, observe este lugar con cautela.

-Quizás no fue secuestrada del todo - comentó Weisz viendo los planos, aquí era donde tenían las reuniones Raguel y sus aliados. No dudaba que Amadeus también estuviera aquí.

-Necesitamos activar la máxima seguridad en la ciudad celestial - leyendo todo lo que estaba en las bitácoras

- Ellos conocen los protocolos de seguridad, necesitamos crear nuevos, Norte.

-Lo sé Dereck, tengo un plan - con una sonrisa de lado - Pero necesito saber si puedo confiar en ti, plenamente.

-Lo juro por lo más Preciado que tengo, que es mi mujer y mi hijo - inclino su cabeza en señal de reverencia, sonreí.

Ambos salimos de ese pasadizo destruyendo, lo que quedaba de ese lugar.

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Hola!!! Como ven todas las piezas se están alineando, como siempre quiero agradecer su apoyo.

Esta historia como lo mencioné, forma parte de este "universo" como lo empecé a llamar a mis historias de hombres lobos, ya que no solo engloba una historia, sino  a muchas historias, en una línea temporal, un mismo mundo.

Se menciona mucho a Raguel en esta historia pues como ya leyeron, fue parte fundamental en esta historia también.

Pero los asuntos de él, lo trataremos cuando haga el otro libro, en este nos enfocaremos en su hermano, ya luego leerán el porque digo esto.

Entre tus alas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora