Capítulo 30

1K 103 1
                                        

Narrador omnisciente
El dolor si no es tratado puede consumirte poco a poco como el fuego abrazador, dejando solo cenizas de lo que alguna vez fue vida. El dolor también pueden ser una puerta.

>> -Tranquila Jar, no vale la pena llorar por un lobo que no vale la pena - decía Zadquiel ofreciéndole un pañuelo, tratando de calmarla, habían pasado un par de semanas desde que se convirtió en guardiana. Pero la azabache se la pasaba seria, distraída con la mirada perdida.

-¿No lo entiendes Zadquiel? Esto me duele, me quema - llorando a lágrima viva, con la voz rota.

-Estás pequeña aún solo tienes 17, es tu primera desilusión amorosa, supongo que debe sentirse horrible- le limpio las lágrimas - Necesitas distraerte, prometo que te llevare a un lugar distinto.

Como su terrenal lo prometió, en la siguiente misión que era en la playa, la dejo enfrente de un lugar con luces y música fuerte.

-Aquí es donde he visto que las humanas y humanos vienen a distraerse -sonrió - pensé que te gustaría. Vuelvo cuando deje la esfera de luz en la ciudad celestial - sonrió de lado - y me de una vuelta.

Ella suspiro, entro al lugar observando en el fondo la playa a través de unos ventanales. En eso llegó un chico con una bebida por detrás.

-Hola linda chica, ten la casa invita -Jaredith se sentía aturdida, por el lugar y la música, pero asentío como pudo.

-Gracias-tomo la bebida y en eso sintió una extraña sensación de querer dominar el lugar, Keh por fin salió aprovechándose del dolor de la chica.

Jaredith comenzó a bailar en el centro de la pista, siendo rápidamente el centro de atención de varias miradas.

"Síganme" "Síganme" Keh era un líder natural, sabía como hacer que lo sigan. Necesitaba empezar a salir poco a poco, dándole también a la chica un poco de seguridad.

Las olas del mar comenzaron a elevarse, sin que la chica se diera cuenta.

-Eres hermosa - le dijo un chico entregandole una flor, una rosa roja - cualquiera se sentiría dichoso de tenerte ¿Quieres bailar?

Jaredith se sonrojó - Gracias - sin saber que Keh , estaba probando su poder haciendo que algunas criaturas de Athikus estaban saliendo del mar.

Estuvo bailando con el desconocido con una sonrisa - espera déjame voy al tocador - dejando las bebida en una mesa, él asintió.

Jar sonrió llevándose la flor, estaba tan emocionada hacia tanto que nadie le regalaba una rosa.

-¿Interrumpo algo? - Jar lo vio incrédulo, era su nuevo jefe mirándola seriamente de arriba abajo - Tenemos una misión Balmis, hay muchas criaturas en la costa y necesitamos detenerlos, despídete de tu amigo ahora. <<<

Mientras tanto en el Refugio que construyó Edmont, Lisander vigilaba que todos los niños estuvieran dormido.

Cierto rubio abrió los ojos, al darse cuenta que le hablaban.

-¿James? Ven acá - El Niño claro que reconocía esa voz - te voy a llevar a un lugar seguro pequeño, ahí no lo es.

El Niño con cuidado tomo a Mateo de la cuna donde estaba - Vámonos Moony. Necesitamos un lugar seguro.

Cuando James salió del lugar, observó a la ángel de cabello castaño, ahí estaba Nabil esperándolo.

-Qué bueno que viniste James y que trajiste al pequeño Mateo.

El niño le dio la mano, la Ángel quería cargar al pequeño bebé de 1 mes y medio - No, yo lo llevo Nabil.

-Esta bien James, vámonos a un lugar más seguro.

-¿Estás segura de que ella no me va a encontrar?

-Sino estuviera segura, no estaría aquí por ti - al mismo tiempo que el rubio le dio la mano y se fueron volando, como lo hacían cuando Zadquiel estaba de misiones.

-¿Estás segura de esto, cielo? - preguntaba Zadquiel siguiéndola por la casa donde ella se crió después de la muerte de sus padres.

-Estoy segura - entro a la habitación que pertenecía a su prima - aquí yo vivía con mis tíos y prima Fary, antes de que desapareciera, tiempo después mis tíos ya la dieron por muerta- suspiro y Zadquiel la abrazo por los hombros, ella sabía que tan difícil había sido la pérdida de su única prima.

Hazel saco una foto de ellas cuando eran pequeñas, Zadquiel tomó la foto - ¿Qué es esto? - al ver que tenía una venda en el hombro Fary.

-Sufrió un accidente y se le hizo una cicatriz en forma de escalera - señalando las otras fotos, Zadquiel palideció claro que había visto esa cicatriz.

-Espera mira esto - saco del su mochila unos lápices de colores  que James tenía ahí - No estoy loco amor -tomo una café y comenzó a pintar sobre el cabello rubio pálido de Fary.

Hazel se le llenaron los ojos de lágrimas - todo este tiempo estuvo con nosotros y no le di cuenta, la causante de nuestro tormento todo este tiempo, era Fary.

-Ella tiene un gran resentimiento, sus pensamientos eran egoístas. Pero no volveré a dejar que te haga daño amor - la tomo del rostro - escúchame yo  te amo,  daría  mi vida por ti y nuestro hijo.

-Zadquiel -le acarició la cara con una sonrisa y lágrimas en los ojos - No es solo tu hijo - No sabia como decirlo - nuestros hijos- se llevó las manos al vientre.

-¿Voy a ser papá de nuevo? - pregunte impresionado, ella asintió algo sonrojada, Zadquiel la cargo dándole vueltas - otro angelito contigo -llenándola de besos - te amo, te amo tanto.

-Yo también te amo y me lastima mucho que James, se porte así conmigo - comenzó a llorar - luche tanto por que él estuviera bien y me rechaza.

-Lo recuperaremos hermosa y seremos una hermosa familia los 4.

Volviendo a donde se disputaba la batalla entre  el supremo líder y Amadeus.

-Siempre he estado cerca de ti, Norte -levantándose después de golpe limpio que le dio el supremo líder. Trasformándose en un arcángel pelirrojo, Perseus. - Sorpresa.

-No me sorprende que hubiera habido un traidor entre los 24, si la suprema líder también lo era.

-Perseus fue una víctima mía tiempo después y como hubo un lugar entre los 24 vació, yo lo tomé.

-No te detienes por nada Amadeus es hora de hacerlo - en eso aparecieron todas las criaturas que él mismo había duplicado. Comenzando a darle batalla a los hombres oscuros que trataban de romper el domo de la ciudad - yo también tengo mi repertorio de trucos Amadeus, si de alguien aprendí esto. Es de ti viejo amigo.

-Maldito seas, Norte -masculló con odio el arcángel de alas negros.

-No esperen esta fiesta sin nosotros - el grito potente de Kal que iba a lado de Keh.

El joven hombre oscuro  tiro la espada enfrente de Amadeus, una clara señal de duelo -vengó por mi trono y a saldar una vieja deuda, la muerte de mi padre.

-¿Jar? ¿Cariño? - pregunto el supremo líder y está lo miro de manera lasciva, Norte lo comprendió todo.

-Si así lo deseas, lo acepto niño - arrastrando las palabras -debí matarte junto con tu madre esa noche.
———————
¡Gracias a todos por acompañarme en esta historia! Se acerca el capítulo final.

Entre tus alas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora