Capítulo 18

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Narra Jaredith

Me hice una coleta alta, me puse los shorts aun me quedaba, una camisa de manga larga negra y mis antiguos tenis morados, me encantaban esas zapatillas.

-Voy a salir Alexander – fue todo lo que dije para tenerlo rápidamente enfrente de mí -iré a explorar un poco el bosque, sabes que no es necesario que me acompañes o mandes a tu manada a vigilarme como soldaditos.
Él sonrío de lado, acariciando mis mejillas, tenía cierta nostalgia - así vestida me recuerdas a esa Jar de 15 años que le encantaba salir al bosque a buscar aventura ¿Te acuerdas? De acuerdo, puedes ir prométeme que no te alejaras del perímetro de la manada, recuerda que es peligroso para ti y el bebé que salgas de este perímetro, tenemos muchos enemigos allá afuera.

-Claro que me acuerdo de esas buenas épocas - con una sonrisa – no te preocupes por estas ocasiones te voy a hacer caso, solo porque se trata de la seguridad de mi bebé.

-Piensa bien la propuesta que te dije Jar – se acercó a mí acariciando mi pancita – yo puedo ser el padre que tu bebe necesita.

-Alexander ya te dije que no es necesario que hagas eso, no es justo para ti –suspiro – aprecio todo lo que haces por mí, pero no voy a darte responsabilidades que no te corresponden.

-No entiendes que para mí no eres una responsabilidad – me abrazo con cuidado – voy a pasar por ti en la noche ¿entendido? Cualquier cosa me marcas linda, al igual que cualquier antojo que tengas.

-Gracias, pero estoy bien – me beso la frente y me fui caminando. Algo tenía que hacer con Alexander.

Comencé a caminar por el bosque tenía tiempos que no recorría estos viejos troncos, era una niña. Recuerdo que cuando Alexander me recogió, lo primero que hice es explorar este lugar.

>> -¿Te gusta este lugar matecita? - decía Alexander enseñándole el lugar a su niña preciada, que tan solo tenía 13 años. Se puso a su altura y le tomo las manitas - tu puedes hacer aquí lo que quieras, este es tu lugar, si quieres podemos construir un fuerte o algo cerca del lago.

-Yo lo hago Alexander, yo puedo hacerlo sola - decía Jar -veras que quedara bien, este lugar esta muy padre ¡Podré jugar mucho!

-Te vas a divertir te lo prometo. <<<

Sonreía caminando por ese bosque tan conocido, podrán pasar 10 años, pero seguía intacto, me acaricié el vientre "ya quería que mi bebé viera este lugar" después de 2 horas de estar caminando, encontró lo que estaba buscando.

El río que estaba en las tierras de la manada Black Moon y por supuesto mi casita a lado de él, como le había dicho a Alexander lo construí sola, bueno, el me había ayudado a apretar tornillos y así. Pero yo la planeé.

Entre a esa casita, observando el lugar había viejas libretas mías donde yo escribía romances de mis series favoritas, fotos y más juegos de mesa.

-Creo que ampliaré este lugar, para que tú puedas jugar también - le decía a mi bebé, me había dicho al doctor que no me dijera el sexo del bebé, quería que fuera una sorpresa.

Salí de la casita con una gran sonrisa, aún faltaba  para que oscureciera así que aprovecharía que aún hay s

Me senté debajo de un árbol para observar el lago, el sueño comenzó a calarme de de pronto, que raro si dormí toda la noche y mañana.

Observe una pequeña criatura enfrente de mi, era oscura y con unos ojos rojos, me sentía muy débil y volví a sentir esa presión en mi interior, algo me atraía a esa criatura.

-Mas te vale que me liberes - esa voz en mi interior no la conocía, tome a la criatura en mis manos comenzando a aplastarla.

Hasta que sentí mi energía volver, parecía que me hizo caso -Woo ¡Que increíble Jaredith!

Entre tus alas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora