Causalidad.

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Capitulo narrado por Valentina .♡

Giré la perilla de la puerta del apartamento y cuando estuve adentro deje caer mi bolso en el sofá, mi cabeza de inmediato se coló por el mini bar para revisar si aún quedaba del tequila de la otra vez y mi respuesta fue negativa, bufé de enojo pues una vez más tendría que toparme con la rígida cajera de la vez pasada. Caminé por el alfombrado pasillo hasta llegar a la habitación y para mí sorpresa toparme con una imagen bastante desgradable.

-¡Lucho no inventes!-

Azote de nuevo la puerta dejando a mi bestial esposo adentro de la habitación masturbándose. No lo culpaba del todo, llevábamos aproximadamente dos meses sin acostarnos y conocía a mi esposo, era un hombre educado a la antigua que necesitaba sexo la mayoría del tiempo.

-Bebé, no te enojes- Me tomó del brazo mientras pegaba su cuerpo al mío.

De inmediato me deshice de su agarre al recordar lo que estaba haciendo minutos antes con esa mano.

-Ya, está bien, iré por más tequila a la tienda ¿Quieres algo?-

-¿Por qué no mejor me acompañas a la cama y nos quitamos el estrés de otra forma?- Me acorraló en contra de la isla de la cocina.

Por obvias razones las súplicas de mi esposo no podían ser atendidas por mí, apenas y tenía la suficiente fuerza para pararme de la cama todos los días.

-No, Lucho, no tengo ánimos-

Pero el necio de mi esposo no dejaba de besarme y estrujarme el cuello.

-Andale cariño, te va a gustar- Me susurraba al oído.

-¡No Lucho, deja de insistir no lo haremos-

Lo empujé levemente fuera de mi y pude notar como se molestaba al instante.

-¿Qué te pasa Valentina? Desde que tu papá te heredó la empresa estás bien distante de mí- Me reprochó con gran molestia.

-Mira, no tengo ánimos ni de pelear- Tomé mi billetera y salí del lugar.

Bajé el último piso del edificio en el elevador y al abrirse las puertas de este, salté estrepitosamente al toparme con la anatomía de Lucho frente mía pues se había apresurado a bajar por las escaleras de emergencia.

-¿Es neta que me vas a seguir hasta la tienda?-

-Valentina, déjate de tonterías y volvamos a la cama-

-Ya te dije que no-  Una vez más lo desplace y comencé mi andar a la tienda de auto servicio.

Con cada paso que daba podía escuchar que Lucho daba otros dos mientras se apresuraba a seguirme, cuando paré mi andar al llegar a la fachada del lugar, sentí como mi brazo era jalado con mucha brusquedad haciéndome chocar con el pecho de mi esposo. Pude ver de cerca como sus ojos denotaban gran cólera, parecía que habían sido inyectados de furia y puedo jurar que casi se salían de su órbita.

-Me estás lastimando- Dije a la par de su fuerte agarre.

-He sido un excelente esposo y es momento de que me correspondas-

Después de unos cuantos jaloneos pude sacarme sus inmensas manos de encima, pero eso no duró mucho tiempo pues una vez más fui víctima de las agresiones del hombre frente mía y solo sentí como me lanzaba en contra del gran vidrio. La puerta se abrió estrepitosamente haciendo caer más de una caja al suelo, ahora sí entre en un estado de shock por lo que había sucedido.

-Mi amor, lo siento mucho- Lucho trataba de consolarme pero retrocedí con miedo y pude notar que hasta él se había dado cuenta de ello.

-Suéltame, por favor-

Las lágrimas comenzaron a descender de mis ojos y de pronto sentí la presencia de un tercero en la escena.

-Déjala en paz, desgraciado- Escuché.

Insomnio. [Juliantina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora