Sibilino.

2K 206 8
                                    

Sibilino: Persona misteriosa, incomprensible.

Capitulo narrado por Juliana♡.

La noche trascurría lenta y desesperadamente, el nerviosismo de entrar a la universidad de mis sueños me inundaba todos los días, conforme corría el tiempo me ponía aún más ansiosa. Una vez más miraba las fotografías del campus, era un enorme edificio de antaño construido con enormes tabiques de color marrón que le daban un aspecto gótico y oscuro, con unas instalaciones de primer mundo y un montón de jardines y áreas verdes espectaculares, se me salía el corazón del pecho al idealizarme estudiando y tomando fotos a todo lo que se pusiera en mi camino.

Hoy llevaba mis dos cámaras instantáneas, no había tenido tiempo de regresar a casa y dejarlas antes del trabajo, la tarde la había pasado en el parque fotografiando a más de un transeúnte.

Mi celular vibraba sin cesar y sabía la razón del porqué, sin embargo me dispuse a bloquearlo y botarlo lejos de mí, la campana sonó alertandome de una futura compra.

-Espero que aún no se haya acabado el tequila barato porqué hoy vengo en horario de venta-

Valentina había llegado a la tienda y con una sonrisa de oreja a oreja, podía presenciar como sus lindos ojos azules se achinaban y su nariz se arrugaba ligeramente.

-Buenas noches para ti también- Contesté.

-Lo serán hasta que tenga mi tequila barato- Me contestó arrastrando sus carísimos tenis por el lustrado azulejo.

Una vez atrapada su presa la recargó en el mostrador y me estiró un billete de doscientos pesos. Lo miré un par de segundos para después tomarlo y registrar su venta.

-Hoy has salido victoriosa ¿ves que al que madruga Dios le ayuda?- Le dije a la vez que le regresaba su cambio.

Valentina tomó en sus brazos la botella para después quitarle el sello y darle un enorme sorbo, casi pude sentir como el alcohol quemaba su garganta, pero ella ni siquiera lo daba a relucir. Retiró la boquilla de sus labios y exhaló una gran bocanada de aire en señal de satisfacción.

-Lo necesitaba- Expresó.

-¿De verdad?- Pregunté.

-Definitivamente- Contestó-Ahora sólo tengo que encontrar un lugar en donde terminar el resto- Exclamó algo desanimada.

-¿Y que tiene tu casa?- Pregunté.

-¿Te refieres al departamento rentado de setenta mil pesos en el que duerme ahora mi esposo?-

-¡¿Setenta mil?!-

Si que era rica ésta mujer.

Dejando de lado el incómodo altercado que tuvo días anteriores con su esposo, Valentina tenía una vibra amistosa que me agradaba, así que no dudé ni un segundo en pedirle que se quedase mientras tomaba su botella de tequila, sin saber lo que se desataría horas después.

Media hora y Valentina había bebido dos cuartos de la botella, para ser fanática del tequila era algo lenta a la hora de beberlo, había comprado un par de golosinas para comer junto con su bebida.

Era divertido conversar con ella mientras bebía, porque se desenvolvía un poco más, evidentemente por el efecto que el ansiolítico estaba desencadenando en su ser.

-¿Y a ti te gusta realmente el sabor del alcohol o te gusta lo que provoca en ti?- Cuestioné intrigada.

Valentina tomó un galón grande de la botella y luego me miró.

-Creo que ambas- Contestó.

-Lo crees, más no estás segura-

-No me gusta cuestionarme, hace que me mal viaje-

Insomnio. [Juliantina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora