Limerencia.

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Limerencia: Estado mental involuntario, propio de la atracción romántica por parte de una persona hacia otra.

Capítulo narrado por Juliana♡.

Las palmas de mis manos emanaban sudor frío, y no podía evitar jugar con mis dedos torpemente.

Valentina había sido muy amable en enviar un Uber en mi búsqueda, el hombre me hacía preguntas varias sobre el clima, la vida y temas sociales.

Yo sólo podía reír en respuesta o asentir sin siquiera prestar atención a sus palabras, me encontraba en un estado de inquietud y nerviosismo.

En tan solo unos minutos me encontraría en el departamento de Valentina, a solas con ella.

¿De qué le iba a hablar a una mujer adulta que me llevaba 5 años de experiencia?

Cuando hablaba con los chicos y chicas de mi preparatoria era más fácil dejar salir lo que pensaba pues eran personas en la misma sintonía que yo, con ideales y conocimientos a la par, Valentina era una mujer que ya había pasado la Universidad y al parecer la experiencia que un matrimonio y vida conyugal traía.

Al parecer el taxista estaba a la expectativa de mi estado nervioso.

-¿Está usted bien, señorita?- Me preguntó.

Asentí con la cabeza y la mirada perdida por la ventanilla.

-Parece nerviosa- el hombre me miraba por el retrovisor- ¿primera cita?- volvió a preguntar.

Haciendo captar mi atención con su pregunta.

-No, no.... sólo estoy un poco distraída-

El hombre asintió, dejando de inspeccionarme por el espejo.

Unos cinco minutos más de edificios lujosos y tiendas departamentales y ya me encontraba frente al edificio de Valentina.

La fachada era de ensueño, eran cuatro departamentos con enormes ventanales y terrazas hermosas. La arquitectura era simplemente perfecta y estética, quedé cautivada por la intimidante vivienda de élite.

Con cada pisada que daba mi corazón se salía de su órbita, y no entendía exactamente porqué.

¿Por qué estaba siendo víctima total del nerviosismo? ¿A caso no era Valentina una simple amiga mayor? ¿Qué era exactamente lo que me tenía tan conflictuada internamente?

Paré en seco cuando caí en cuenta de que mi actitud nerviosa y vulnerable me estaba jugando en contra. Respiré un par de veces y sacudí mis manos.

"Déjate de estupideces, Juliana"

Pensé internamente.

Entonces comencé a visualizar a Valentina como una compañera más de mi edad, loca por Zac Efron, fanática del reggaeton y con un léxico promedio a una chica con calificaciones mínimas en la boleta escolar. Y sólo así pude relajar toda mi existencia.

¿Por que debía de tratar diferente a Valentina de como trataba a Marcela u otra amiga?

Con todo y esos dilemas existenciales que se me habían presentado desde la inesperada invitación de Valentina, caminé hasta llegar al elevador, una vez dentro le indiqué al mismo que quería llegar hasta el último piso, que según Valentina era el departamento al que tenía que llegar.

La puerta de entrada del departamento era color marrón oscuro, debajo de mis pies se encontraba un pequeño y bonito tapete de "bienvenidos".

Limpié el abundante sudor de mis palmas en mi pantalón, toqué la puerta un par de veces, segundos después la puerta fue abierta dejando a la vista la imagen de Valentina.

La mujer delante mía vestía una linda blusa blanca que le llegaba hasta el inicio de su ombligo, una mini falda negra que dejaba a la vista sus largas y bien definidas piernas, junto con unos tenis blancos de vestir que podía identificar como una creación original "Gucci".

El rostro de Valentina lucía realmente diferente, rejuvenecido y sin rastro alguno de aquellas ojeras que ya se habían hecho algo característico en su persona. Sus mejillas estaban maquilladas de un ligero rubor color rosa y sus pestañas lucían más largas y arregladas, sus labios estaban pintados con brillo y de su piel se desprendía un aroma a frutas.

-Hola, Juls- Me saludó.

-Hola, Val- Respondí a su saludo.

Hizo a un lado su cuerpo para que yo pudiese entrar a la vivienda.

Las paredes del departamento estaban repletas de cuadros con fotos personales. La sala de estar era el doble de grande que la de mi casa y la pantalla plasma era un elemento sobresaliente del mismo cuarto.

-¿Quieres algo de tomar? Tengo jugo y agua-

Dejé caer mi mochila sobre el sofá y asentí.

-Un vaso con agua, por favor- Permanecí hermética en la sala en lo que Valentina regresaba de la cocina.

Pude sentir como los nervios que minutos antes me tenían al borde del pánico se iban esfumando.

Valentina regresó con un vaso lleno de agua y me lo cedió.

-Muchas gracias-

La ojiazul me miraba con una sonrisa en su rostro mientras yo bebía del vaso de agua, tal acción me hacía sentir intimidada.

-Tu departamento es muy lindo-

-¡Oh! No es mío, es de mi hermana. Pero sí, está lindo- Me respondió.

Asentí.

Pequeñas gotitas frías descendían por el largo del cristal y chocaban con los extremos de mis dedos.

-¿Te gustan los videojuegos?-

Valentina se introdujo en la sala de estar, tomando un control de play station y a su vez sentándose en el gran sillón.

Imite su acción y tomé asiento a lado suyo.

-Este es un juego sobre hacer casas-

Valentina sostenía el mando entre sus delgadas y blancas manos, mientras su mirada la fijaba en la pantalla frente nuestra.

-Aun no entiendo exactamente el propósito de todos estos cubos verdes, pero es entretenido-

El perfil del rostro de Valentina era algo similar a la gloria. Tenía facciones delicadas y finas, su nariz era de proporciones a las que podríamos llamar "perfectas" y su dentadura era blanca como la misma nieve.

Sin darme cuenta ya me encontraba analizando de arriba a bajo la anatomía de Valentina, ella se encontraba inmersa en sus acciones que no era conciente de mi invasiva y penetrante mirada.

Podía sentirme como en una película barata de comedia adolescente, incluso podría agregar un efecto de camara lenta y de fondo la canción "Make you mine" de Public.

Entonces caí en cuenta, cómo si de un momento de absoluta revelación se tratase.

Me gustaba Valentina y me gustaba mucho.






Amixes, perdóneme si hay errores de dedo o así :c háganmelo saber si así es.
Gracias por leer, cuídense mucho. ❤️

Insomnio. [Juliantina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora