El detective D'Angelis

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Poco antes de encontrarnos con Aran, un detective de apellido D'Angelis apareció en mi espacio de trabajo, con una solicitud para abrir una investigación, al parecer quería indagar un poco sobre un hecho ocurrido diez años atrás a una mujer llamada Sara.

El caso al parecer nunca fue claro,  por lo que deseaba investigar un poco más a fondo, yo estaba encargada del archivo, por lo que constantemente le estaba pasando datos y carpetas.

- Era la esposa de mi hermano - dijo, al parecer quería desahogar sus penas con alguien, era una lástima que se haya encontrado conmigo, a quien no podía interesarle menos sus asuntos.

- Ella murió en un accidente de tráfico, pero según la información que conseguí, el chofer del taxi en el que iba, se estrelló de frente al camión, con toda la intención de provocarse la muerte, me llevó a preguntarme si había algo más en el fondo de todo este asunto, pero no fue hasta ahora que fui capaz de conseguir los permisos necesarios - por un rato no dejó de hablar y yo pretendí que lo escuchaba, esta era al menos su décima visita, pero no había sido capaz de encontrar nada útil.

- ¿Conoce al señor Colombo? - preguntó de pronto, el nombre me sorprendió, Dante y yo habíamos hablado de él antes.

- El dueño de la inmensa propiedad que está en la orilla de la ciudad - el hombre asintió.

- Al parecer Sara tuvo un hijo de mi hermano, pero ella nunca dejó que ni mi familia o la suya lo conocieran, ella creía que era capaz de cuidar del pequeño por su cuenta. Colombo era su medio hermano, por lo que supe tenían una buena relación y hasta hace poco me enteré que mi sobrino estaba viviendo con él, cuando quise ir a verlo, él me prohibió el paso y no quiso dar una sola explicación. Mi sobrino ha estado desaparecido desde que él se lo llevó - al escuchar la historia la sentí un poco familiar.

- ¿No ha intentado ir a las autoridades a reportar esto? - asintió.

- Lo hice, un par de oficiales fueron hasta la residencia, pero regresaron diciendo que no habían encontrado nada fuera de lo normal y que Colombo les mostró un documento que hablaba de haber ingresado al niño en un establecimiento mental, argumentó que el chico tenía problemas desde la muerte de su madre - el hombre se veía en verdad molesto, completamente frustrado.

- ¿Lo buscó en la institución que mencionó? - con la curiosidad en mi lengua, no pude evitar seguir preguntando.

- Lo busqué tanto como pude, pero él no estaba por ningún lado, lo único que me queda ahora es una foto vieja de mi cuñada y mi sobrino - sacó la foto de su billetera, esta estaba a color y los enormes y brillantes ojos verdes del pequeño eran idénticos a los del propio detective D'Angelis.

No podía equivocarme, el niño de la imagen era sin duda Aran, tenía el mismo cabello claro y esa sonrisa tan radiante que suele tener, no podía creer que estaba tan cerca de la persona que podría ayudar un poco con todo este asunto.

- Ha estado buscando mucha información sobre el señor Colombo ¿verdad? Me gustaría ayudar si fuera posible - le dije, volviéndome más seria y sorprendiendo al hombre.

- ¿Por qué quiere ayudarme? - preguntó, no podía decirle aún lo de Aran, eso debía esconderlo un poco más, primero tendría que estar segura de que este era un buen hombre y permitiría a Aran vivir libremente.

- He escuchado algunas cosas que pueden ser de su interés - fue así que le conté sobre lo que la gente de los alrededores de la propiedad decía, además, había conseguido unas cuantas imágenes de cámaras de seguridad cercanas al domicilio, en ellas había autos negros entrando en fila a la propiedad.

Fue gracias a que ya había recabado un poco de información sobre el lugar de donde Aran había huido que pude hacer que este hombre confiara un poco en mi, por lo que comenzamos a colaborar en la investigación.

Él me contó bastante sobre su hermano y cuñada fallecidos, al parecer los D'Angelis eran una familia de renombre, la cual le daba demasiada importancia al linaje de las personas, por lo que cuando su hermano se enamoró de esta mujer sin apellidos, la familia entera se puso en contra.

Sara era hija del señor Frédéric Colombo, anteriormente este hombre tenía otro apellido, con el que se había casado con su anterior esposa y madre de Sara, cuando se volvió a casar, adoptó el apellido familiar de su esposa, ya que la familia era un tanto de renombre, fue por ese matrimonio que Giuseppe nació, en efecto era medio hermano de Sara la madre de Aran.

Sara no tenía apellidos, su madre murió cuando ella era muy joven y su padre cortó cualquier lazo que tuviese con ella, por lo que una vez tuvo la suficiente edad decidió pagar y cambiar su nombre por sólo Sara.

Era la razón por que había sido tan dificil de encontrar alguna conexión con Giuseppe, ya que a pesar de estar relacionados y no llevarse en especial mal, Sara nunca quiso saber nada de su familia.

Leonard D'Angelis, hermano del detective, se casó con Sara y le otorgó su apellido, cambiando así a Sara D'Angelis, por lo que el pequeño Aran debería estar registrado con ese apellido, pero no había nada sobre él en ningún archivo, no había un acta de nacimiento, ni ningún otro registro legal que avalara su existencia.

- Todos sus datos desaparecieron una vez que Giuseppe lo llevó a vivir con él, por eso no he podido encontrarlo, me preocupa que le haya hecho algo, pero como no puedo probar la existencia del niño, tampoco puedo probar la posible muerte o desaparición de este.

- ¿No cree que puede que Sara, haya registrado a su hijo como un niño sin apellidos? - él negó.

- Sara llevaba a Aran a un preescolar cercano al lugar donde vivían, Aran estaba en el anuario de aquel preescolar, estaba registrado como Aran D'Angelis, es imposible que lo registrara de diferente manera - hasta ese momento habíamos estado investigando el caso un par de meses, sin tener mucho éxito, por más que intentábamos llevar el caso a juicio todo se volvía más dificil. El señor Colombo era bueno para ocultar la suciedad bajo la alfombra.

- Me gustaría poder demostrar que este hombre tiene niños encerrados en su mansión - dije en voz baja mientras leía algunos archivos.

- ¿Niños? - preguntó el detective - ¿te refieres a además de mi sobrino? - suspiré y asentí, había estado hablando conmigo misma.

- Creo que tengo algo importante que contarle, pero no puede ser aquí - le dije y le entregué una nota con la dirección de la casa en la que Dante y yo vivíamos - cuando pueda vaya a este lugar y prometo contarle con lujo de detalles sobre esto, pero mientras tanto sigamos pretendiendo que sólo quiero ayudar en su investigación - el hombre miró la tarjeta y asintió, al parecer había resultado un poco extraño lo que le había dicho.

- Gran parte de mi investigación avanzó gracias a usted, así que me imagino que hay un motivo más que no me ha dicho, el próximo martes acudiré ahí - asentí, feliz de que haya confiado en mi.

- Por cierto, ¿podría prestarme la foto de su cuñada y su sobrino un momento? - quería llevarle un pequeño regalo a Aran, estaba segura de que se pondría muy feliz al ver la foto.

Quédate a mi ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora