Prólogo

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Shawn había bebido ya cuatro asquerosos cafés y aún no estaba calmado, no podía calmarse, todo su cuerpo temblaba y trataba de enumerar las razones por las que trabajaba ahí, en su mayoría eran estúpidas pero todas llevaban a una enorme razón que superaba todas las malas, el trabajo de sus sueños.

Y si para obtenerlo tenía que relacionarse con Abigail Hawckett entonces no le quedaba más remedio que continuar bebiendo café.

Todos Los Días De Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora