La gente siempre juzga, todos son metiches y más si ven a una pobre chica vestida de novia con el maquillaje corrido esperando en la fila para entrar al avión. No es lo más común del mundo, pero si ven a una chica así deberían abstenerse de lanzar miradas.
—¿Segura que no prefieres ir al avión de tu padre?
—Ya estamos aquí.
—Todos te ven.
—Todos me ven siempre, aun vestida con ropa común.
Demien me trajo, compró nuestros boletos y se ofreció a acompañarme hasta que me sienta mejor.
—Creo que no volveré a ser amigo de Jack.
—Lo siento.
—No importa —me sonríe—, ya no éramos amigos después de Hayley.
—Una zorra quebró su amistad y una desgraciada la destrozó.
—No digas eso —me abraza—, en todo caso serías una perra.
—Gracias.
—¿Te imaginas lo que dirán las próximas revistas de chismes?
—Demien.
—Voy a pagar mucho dinero para que jamás vean la luz.
—Eso no importa, ya no estaré ahí para leer eso.
—Te voy a echar mucho de menos.
—Lo sé, ya nadie te va a tolerar.
Tardamos aproximadamente cinco minutos en abordar el avión y sin problemas nos sentamos en los asientos asignados. Es increíble que pueda andar en un avión con un enorme y molesto vestido de novia, supongo que en primera clase puedes hacer lo que sea, ya veré que hago al llegar a mi destino.
Shawn Sheridan
El avión se ha marchado y no hay nada que pueda hacer. Los golpes de todos los errores que cometí por fin han llegado, la realidad está frente a mí y ya no puedo ignorarla, no ahora que todas mis esperanzas han sido brutalmente aplastadas junto a mi corazón y todo lo que quedaba de mis últimos sentimientos humanos.
—Perdiste tu vuelo.
—No me iré.
Emma esta frente a mí, cargando a mi bebé.
—Es tu sueño.
—Ese no era mi sueño.
Al pensar en mis sueños lo único que me viene a la cabeza es Abigail, y ahora está casada, así que tampoco hay mucho que pueda hacer.
—Lo siento, Shawn.
Emma pudo haberme mentido sobre muchísimas cosas, mintió sobre amarme cuando nos íbamos a casar y mintió sobre su soltería cuando tuvimos relaciones hace siete meses, también le mintió a su exesposo sobre la paternidad del bebé, pero si de algo estoy seguro es que esa bebé es mía y no hay nada que me haga huir del compromiso que tengo, no desde que supe la verdad.
—Me quedaré en Seattle.
Abigail Hawckett
En el camino experimenté algo que no sabía que podía sentir, sentí la relajación total y absoluta, incluso cuando hubo turbulencias, cuando la lluvia sonaba a mi alrededor, no existió nada que perturbara mi paz. Por primera vez en toda mi vida me sentí tranquila con una tempestad sobre mí.
—¿Quieres que compre algo de ropa mientras te instalas en un hotel? —pregunta Demien al llegar al aeropuerto de la ciudad.
—No, conozco un lugar.
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Todos Los Días De Mi Vida
Teen FictionEstar con Abby era como tomar café y Shawn odiaba el café.