18. Ancianitas Delirantes

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Por la mañana, me siento a desayunar lo mismo de cada mañana, mi ración generosa de tocino acompañado de Hot Cakes especiales hechos por la señora Benson, estoy completamente sola y en pijama, intentando planear cual será mi siguiente paso y como haré para que parezca que no estoy involucrada en lo que sea que vaya a revelar, una mañana difícil, sin duda.

Después de saber la increíble información sobre mi promiscua tía, Shawn utilizó sus escasos beneficios como escritor de cuarta para investigar un poco sobre la época de 1996, más específicamente sobre la época de juventud de las personas involucradas.

—Buenos días.

Blake Hawckett con un traje elegante a las once de la mañana, ese es un espectáculo que no muchos tienen el placer de presenciar.

—Buen día —le sonrío—. ¿Te arrestaron?

Los juicios a los que hemos asistido gracias a Blake son generalmente por la mañana y las únicas veces en que viste de traje, también las únicas veces que soportamos su extraña actitud de ayer.

—No por un largo tiempo, gracias por preguntar.

Inmediatamente le sirven el mismo desayuno que a mí, con su respectivo café descafeinado.

—¿A qué se debe tu elegante presencia entonces?

—No lo puedes saber todo —me sonríe.

—Ya veremos.

Estuve toda la noche despierta planeando un día productivo, alistando muchas cosas importantes que tengo que hacer, ahora que soy dueña de una compañía de fabricación de automóviles no puedo continuar actuando como una desempleada cuya única ocupación es manipular gente y descubrir cosas sobre tías traicioneras y vulgares, es tiempo de actuar como la mujer elegante y poderosa que soy y para hacerlo tengo que resolver los asuntos de mi promiscua tía.

Para mi gran día de ser detective elijo un crop top negro de cuello de tortuga que combino con una falda que llevo tanto tiempo sin usar que me queda un poco chica, aunque eso hace que se me vea mucho mejor con el saco a juego, ambos de tela tweed gris y mis zapatos favoritos, unos tacones blancos en punta que combinan a la perfección con mi bolsa.

—¿Vas a salir? —pregunta Blake cuando me ve abriendo la puerta.

Voy tan concentrada en mi celular que apenas lo miro.

—Es evidente —continúo escribiendo.

—Ayer no hiciste nada respecto a la fiesta y ahora, ¿planeas dejarme todo el trabajo?

—Tengo algunas cosas que hacer, pero volveré en cuanto termine.

—Entonces voy a llamar a Mónica.

—Llama a toda la ayuda que necesites.

—Y a Shawn —paro de escribir.

—Hasta luego —ni siquiera lo miro.

Cuando salgo de mi casa ya está el impala negro 2008 de Shawn esperándome, y su vulgar dueño esperando para llevarme al edificio principal de Hawckett Industries. No quise hablar al respecto con Blake porque se prestaría a malas interpretaciones, después de todo, hay cosas que tienen que mantenerse secretas.

—Buenos días.

La subir a su coche noto que huele a vainilla, pero no a vainilla de vela, no a vainilla de aromatizante para coches, huele a vainilla de perfume barato para zorra, pero no cualquier zorra, una zorra fina.

—No lo puedo creer —abro la boca indignada—. Aquí estuvo Trish Young.

—¿Qué? —abre los ojos, asombrado o tal vez horrorizado—. ¿Cómo sabes?

Todos Los Días De Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora