Todos Los Días De Mi Vida

13. Náuseas

La noche se pone cada vez más incómoda y si me pongo a analizar la situación en que se encuentra cada uno de los presentes, solo puedo llegar a la conclusión de que es culpa mía. Mónica se encuentra muy divertida con la situación mientras Paul y Rachel se hablan cariñosamente al igual que Jack y Trish, cosa que demuestra que mis impulsivos planes no siempre resultan, a la primera, Blake y Shawn parecen ser amigos de toda la vida charlando en el bar, en cuanto a Heather, bueno, ya debe estar terminándose la dotación de vinos y licores que encargué, no es la primera vez que arruina mis planes, es como una copia malvada de Trish Young, sin el encanto y belleza que caracterizan a Trish, en lugar de eso tiene mal genio y hay que admitir que sí que tiene poquita belleza física, pero todo eso queda inservible cuando comienza a hablar.

Afortunadamente, la tía Valentina hace su aparición dos horas después de mi llegada, aparece sola y llena de regalos abrazando a toda persona que se le cruce, incluido Shawn Sheridan.

—Mis niños —nos abraza fuertemente a Blake y a mí.

Los tres miramos a Paul, quién se rehúsa a formar parte del abrazo, pero Valentina lo jala de la corbata para que se nos una.

—No le diré a nadie —susurra Valentina, besando su frente.

Cuando nos suelta prácticamente corre a abrazar a Trish Young y la llena de preguntas sobre cómo le ha ido en la vida. La tía Valentina es preciosa, aunque es idéntica a Trish, tanto que a veces creen que es hija suya, y no me sorprende, además de ser física y emocionalmente idénticas se llevan demasiado bien y cada que Valentina está en la ciudad, Trish prácticamente vive aquí.

—Me vas a pagar esta —le aseguro a mi mejor amiga sonriendo.

—¿Qué tal si pasamos a cenar? —me ignora— Abby preparó muchas cosas para ti.

—En realidad las preparó la señora Benson —Paul menciona a nuestra jefa de cocina—, pero digamos que fue Abby, necesita algo de crédito.

Intento ignorar a Paul para no hacer la situación más incómoda de lo que ya es, pero se vuelve aún más incómoda cuando Heather se nos une en la cena hablando sobre Jesús y la biblia, omitiendo las razones por las que ha terminado en internados y campamentos religiosos, Valentina siempre cortés la escucha, pero toda su atención está realmente en Trish y a veces en mi o en Blake, mientras la atención de Paul está al cien con Rachel y muy a mi pesar la de Jack en Trish Young.

—¿Por qué no hablas con ella? —le susurro a Shawn, sentado a mi lado.

—Porque está ocupada conversando con tu novio —me ignora por comer.

—Exacto.

—No voy a ser tu peón en cualquier juego que estés planeando.

—Le gustas —el me mira aun comiendo—, lo sé porque como te mira a ti mira a mi novio.

—Te dije que no me involucro en relaciones.

—Trish es muy linda, debe ser más linda que todas tus ex novias juntas.

—No lo creo —regresa su vista a su comida.

—No me digas que odias la idea del amor solamente por una chica que rompió tu corazón, porque eso es lo más patético y cliché que he escuchado.

—No tengo porque contarte mis cosas.

—Yo te conté las mías —lo piensa un momento y antes que diga lo que sé que dirá lo interrumpo—, incluso cosas que no escribiste en tus notas.

—Trish no es mi tipo —me mira una vez más—, es como una copia mayor de mi hermana y eso es raro.

—Todo tu es raro, Shawn Sheridan.