6. Nueva Competencia

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El miércoles por la mañana por fin tengo una cita para hablar con mi padre y mis hermanos, pasaron algunas horas para que su secretaria me devolviera la llamada y por mis conocimientos básicos en el humor de Eliott Hawckett presiento que va a haber muchísimos gritos, pues mi fuente de información (Blake) compartió conmigo que sus empleados ya le dijeron que tuve una charla con Hank Drescher.

—Me sorprendió saber que estas siendo entrevistada.

Ross llegó muy temprano para actualizarse en todo el drama que sucede en la familia Hawckett estos días, me hubiera alegrado, de no ser porque sigo en toalla, con el tiempo contado y Ross no deja de detenerme con preguntas.

—A mí también —cepillo mi cabello frente al espejo de mi tocador después de pasarle la secadora—, pero es por un bien mayor.

—Demien cree que es lo correcto, pero ya sabes que jamás coincido con Demien.

—Es porque tú eres ingenuo —me levanto para entrar a mi closet a buscar un vestido adecuado— y buena persona.

—Nunca voy a estar a favor de que traiciones a tu familia.

—No es traición —le lanzo a Ross un vestido morado—, es ser más inteligente que el enemigo.

—¿El enemigo es tu familia o la empresa?

—Son lo mismo —me quedo frente a mi sección de vestidos pensando en lo adecuado para este día—. Creo que es día de pantalones.

Saco unos pantalones elegantes naranja que elijo combinar con un crop top blanco y un blazer naranja a juego con el pantalón.

—Nunca has utilizado ese.

—Es un buen día para estrenarlo.

Robin entra a mi habitación con una pila de sábanas en los brazos.

—Shawn Sheridan está aquí.

—Gracias, Robin —pongo mi ropa en la cama.

—¿Shawn Sheridan? —grita Ross, neurótico.

—Ross irá a entretenerlo mientras yo estoy lista.

El Ross chismoso que conozco prácticamente corre sin despedirse y en un segundo está en la sala de espera.

No me apresuro a estar lista, decido recoger mi cabello en una coleta alta y utilizar unos zapatos blancos de tacón alto en punta, cuando por fin decido bajar encuentro la sorpresa más inesperada.

—¿Jack?

—Llegué antes.

Se nota que acaba de bajar del avión, lleva un traje desaliñado gris y sus ojos están rojizos, muy cansados.

—¿Vas de salida?

—Si.

Lo envuelvo en un tierno abrazo y me siento tan cómoda que pienso un segundo en cancelar la junta para pasar el resto de mi día con mi novio, pero el amor siempre puede esperar cuando se trata de negocios.

—Compré boletos para la película que querías ver.

—Esto es muy importante, cariño.

—No te preocupes —sonríe—, Amber mencionó algo de una junta.

—¿Hablaste con Amber? Ella ya no trabaja para mí.

—Quería desayunar con Paul y ella contestó.

No fue suficiente con robarme mi puesto, también robó a mis empleados.

—Que interesante.

—Y Paul me contó todo, quiero que sepas que estoy para ti.

Todos Los Días De Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora