Por la mañana al escuchar los pájaros cantando me sentí relajada y en paz, hasta que abrí los ojos y me di cuenta de que había amanecido en la sala de espera de un hospital y recargada en el hombro de Shawn, esta misión le va a costar muchos masajes a mi tarjeta de crédito.
—¿Ya llamaste a mi hermano? —pregunto sonriendo.
—A pesar de ser tú trabajo si, lo hice y vienen en camino.
Después de mandarlo por mi café, Shawn se desapareció hasta volver con varias carpetas y un vasito de café para él con agua en lugar de café, ahora está sentado en el suelo con sus papeles en la mesita de centro de hospital, que continúa vacío.
—¿Que tienes ahí?
—Conseguí los registros de Mayleen Simmons.
Me incorporo sorprendida y observo como acomoda todos los papeles.
—Y los conseguí con amabilidad y sin manipulación.
—¿Cuánto pagaste?
—Doscientos dólares —me mira muy feo—, así que siéntate aquí y ayúdame.
—No me sentaré en el suelo —cruzo una pierna y me acerco a Shawn—. Mi falda cuesta más que tu casa.
—Si no te sientas aquí no te muestro mis papeles.
—Te daré quinientos dólares por ellos.
—No los quiero.
Pongo los ojos en blanco y con cuidado me siento a su lado doblando las piernas y levanto mi falda para que no toque el suelo.
—¿Que encontraste, Watson?
—Yo debería ser Sherlock.
—No —le sonrío—. ¿Qué encontraste?
Me muestra los papeles que tiene y comienzo a leerlos conforme los acomodó. En todos los documentos de esta persona los nombres de sus padres han sido cubiertos con tinta negra y el único nombre que aparece es el de ella y el de Francie Hawckett.
—¿Es tu madrastra? —pregunta Shawn cuando ve que termino de leerlos.
—Peor, es mi tía Cruella.
—¿Tú crees que...?
—¡No! —interrumpo—. Ella no puede tener bebés, tuvo un accidente cuando era niña.
—¿Qué podrían tener en común Mayleen Simmons, Rachel Fitzroy y tu tía?
—No tengo idea —no puedo formular teorías—, como la fulana vulgar que es Francie, podría ser cualquier cosa.
—Podrías hablar con ella de sobrina a tía.
—Pon atención a mis palabras —golpeo su cabeza—. Una fulana vulgar.
—¿Las fulanas vulgares no pueden querer a sus familiares?
—No mi fulana vulgar.
—Entonces pensemos —suspira y cierra los ojos—. Tal vez adoptó.
—¡Una fulana vulgar!
—¡Tú eres la de las teorías! —grita—. Es tu momento.
Hay información sobre un seguro de vida junto a todo el papeleo, lo que resulta extraño porque si fuera cualquier persona no tendría un seguro de más de ocho millones de dólares.
—Mi teoría será que Francie solamente adoptó a una niña para comérsela y luego —le muestro la hoja del seguro de vida—... cobrar su seguro.
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Todos Los Días De Mi Vida
Teen FictionEstar con Abby era como tomar café y Shawn odiaba el café.